FYI.

This story is over 5 years old.

Sexo

Ir de vacaciones con mi ex y tener sexo fue la peor idea de mi vida

Prepárate para una semana de fingir seguir siendo pareja, discusiones sin fin y mucho sexo posruptura.
LC
traducido por Laura Castro
Sirin Kale
tal y como se lo contó a Sirin Kale
An unhappy couple lying in bed after sex
Ilustración por Camilla Ru  

Artículo publicado originalmente por Broadly Estados Unidos.

Normalmente, no suelo tener sexo con un ex, porque la mayoría de las veces, cuando termino con alguien, o alguien termina conmigo —que es lo más común—, nunca vuelvo a saber de esa persona. Me dejan y luego desaparecen en el éter.

Estuve saliendo con este chico durante un año: nos mudamos juntos, incluso construimos un vestidor compartido en mi departamento. Fue un gran novio durante los primeros seis u ocho meses de nuestra relación. No voy a decir que todo fue malo y que él fue una mierda, porque fue amable y generoso y me hizo reír. Hizo cosas muy lindas por mí. Pero, luego, simplemente cambió. Al final de nuestra relación, era como si tuviera una personalidad diferente, aunque probablemente es así como ha sido siempre.

Publicidad

En retrospectiva, nos mudamos a vivir juntos demasiado rápido. Se ponía muy sensible por pequeñas discusiones que para mí carecían de importancia: discusiones por los deberes o cosas así. Una vez, estábamos comprando comida, y simplemente tuvimos una de esas tontas discusiones. Ni siquiera puedo recordar lo que pasó, pero sé que no era nada importante. Después de que nos encontentamos, él me convenció de ir a una agencia de viajes y reservamos unas vacaciones en Marruecos en ese momento.

Probablemente no fue muy buena idea reservar unas vacaciones con alguien con quien poco antes había peleado, pero pensé: está bien, estas vacaciones lo van a arreglar. Nos iremos juntos, y todo estará bien. Pensé que seguramente estábamos peleando mucho porque no pasábamos tiempo de calidad juntos, y las vacaciones solucionarían eso.

Unas semanas después de haber hecho las reservaciones, estábamos sentados en el sofá, solo mirando televisión y, de pronto, se volvió hacia mí y me dijo: "Creo que deberías mudarte. No estoy feliz". Me quedé estupefacta. Cuando le pregunté sus motivos, todo lo que enumeró fueron pequeñeces. Citó varias razones por las que no deberíamos estar juntos, y yo le ofrecí soluciones prácticas para cada problema. Pero no me estaba escuchando, había decidido que quería terminar.

Eso nos llevó al problema de: ¿Qué hacemos con nuestras vacaciones? Mi primera reacción fue decir: "Debes darme tu mitad de las vacaciones, para que yo pueda ir, porque tú fuiste quien rompió conmigo". Pero se negó y afirmó que vendería las reservaciones, aunque en realidad nunca lo hizo. Así fue como terminé yendo de vacaciones con mi exnovio.

Publicidad

Básicamente, durante una semana, terminamos actuando como si aún tuviéramos una relación. Se quedó a dormir conmigo la noche previa al viaje; nos fuimos juntos al aeropuerto; nos reímos todo el camino en el avión. Todo fue exactamente como habría sido si aún hubiéramos estado juntos. Desde afuera, no hubieras creído que ya no éramos pareja. Recuerdo que incluso nos sentamos en un Starbucks, hablando de lo jodido que era irnos de vacaciones siendo una no-pareja, y los de la mesa junto a nosotros obviamente estaban escuchando atentamente nuestra conversación.

Cuando llegamos a Marruecos, nos registramos en el hotel, salimos a cenar y, al regresar, tuvimos sexo. Tener sexo con él fue reconfortante. Es fácil acostarte con alguien con quien ya lo has hecho muchas veces antes, especialmente porque ya se conocen sexualmente. Debido a que habíamos tenido una relación, nos sentíamos muy cómodos estando juntos. Es decir, literalmente caminaba desnuda por la habitación del hotel y orinaba con la puerta abierta. No es que de repente fuera a actuar como si fuéramos extraños. Así que simplemente empezamos a actuar como una pareja.

Amelia Perrin

Amelia de vacaciones en Marruecos. Foto cortesía de Amelia Perrin.

Mientras estuvimos lejos, hablamos de nuestra relación todo el tiempo. Nos dijimos mutuamente: "Esta situación está muy jodida, y nos lo estamos haciendo más difícil a nosotros mismos". Después de un tiempo, sugerí que era mejor enfrentar la situación hasta volver a casa. Básicamente, nos comportamos exactamente cómo se comportan las parejas en vacaciones: ¡Teníamos una enorme habitación de hotel y tuvimos sexo en cada rincón de ella!

Publicidad

Durante la semana que estuvimos vacacionando, él cambió de opinión. Quería volver conmigo. Era noviembre y se acercaba la Navidad. Pensé para mis adentros: ¿Debería quedarme con él hasta Navidad? Todos me decían: "¿Vas a mantener la relación por un mes más para no sentirte sola en Navidad? Es una idea terrible". Pero volvimos de las vacaciones, y me di cuenta de que no tenía nada que me atara a él. Ya me había mudado de su casa, así que cambié de opinión.

Le dije: "Lo mejor es que no volvamos a estar juntos". Ninguno de los dos lo tomó particularmente bien. Yo empecé a poner en mis historias de Instagram cosas sobre mis citas con otros chicos, y él decidió bloquear mi perfil y empezar a seguir a muchas chicas. Eso sólo me hizo pensar:

¿Rompiste conmigo sin motivo y ahora se supone que no puedo salir en citas?

Ahora que recuerdo todo eso, desearía que no hubiéramos ido de vacaciones juntos. Ojalá lo hubiera sacado de mi vida por completo la primera vez que rompió conmigo. Habría sido mucho más fácil seguir adelante, ya que mi último recuerdo de él habría sido que me echó de la casa, y con eso el odio hacia él se habría fortalecido en mi mente. Lamento haber tenido sexo con él después de romper, pues hizo que todo se complicara más.

Si tienes sexo con regularidad con tu ex, deberías tratar de averiguar la verdadera razón detrás de ello. ¿Es porque ambos quieren volver a estar juntos? ¿Es porque es reconfortante y fácil? La conclusión a la que llegué derivada de mi experiencia fue: no tengas sexo ni te vayas de vacaciones con un ex. Simplemente deja que las cosas terminen.