¿Por qué asociamos las canciones con ciertas estaciones del año?
Imagen por Esme Blegvad

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Música

¿Por qué asociamos las canciones con ciertas estaciones del año?

De las cálidas líneas del sintetizador a las gélidas teclas del piano, siempre hemos relacionado la música con la primavera, el verano, el otoño y el invierno. Le pregunté a los expertos.
Daisy Jones
London, GB

Artículo publicado originalmente por Noisey Reino Unido. Léelo en inglés.

Hay una canción de Hatchie que se llama “Sugar & Spice” y abre con la línea: “You bring with you the purest blue / The brightest blue.” [Traes contigo el azul más puro / El azul más brillante]. La forma en que canta la palabra "bluuuuueee" [azul] suena justo como el color. Lo alarga, dejándolo salir de su boca como vaso de agua fría o cielo claro e infinito. No siempre asociamos el color azul con el verano —puede evocar emociones invernales, o también de tristeza—, pero con ese fondo de brillantes guitarras shoegaze y melodías contagiosas, la canción encaja perfectamente en el cosmos de junio, julio y agosto. El tema puede ser sombrío, como un amor que está decayendo, pero su interpretación es un sol en la mañana.

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Todo el tiempo estamos asociando canciones con una determinada estación del año. Como escribió Lauren O'Neill en su disección de "Cloudbusting" de Kate Bush la semana pasada, "los artistas y las discográficas saben esto, y persiguen el escurridizo estatus de 'canción del verano'… los contendientes emplean instrumentos que evoquen días soleados y que de alguna manera capturen el momento que vive el pop". Las canciones pueden evocar la primavera, el otoño y el invierno también. Hay, por ejemplo, una desolación glacial en “When I Grow Up” de Fever Ray, y nadie puede decirme que la muy conocida línea de apertura "hello darkness my old friend…" [hola, oscuridad, mi vieja amiga…] no suena como un intento de mantener tibia tu depresión con un fuego crepitante en las sombrías profundidades de noviembre. Pero, ¿ a qué se debe esto? ¿Cómo puede una línea de sintetizador sonar a un día soleado? ¿Y qué es lo que hace que "The Kiss" de The Cure nos recuerde la intensidad del gélido aliento de la temporada de Escorpión?

Terry Pettijohn, profesor en el Departamento de Psicología en Coastal Carolina University, me dice que no tiene que ver necesariamente con lo que las canciones evocan por sí mismas, sino con lo que nos relacionamos nosotros como oyentes en esas temporadas, lo cual nos lleva a hacer ciertas asociaciones. "Mi investigación se centra en una teoría que llamamos 'Hipótesis de la seguridad ambiental'" dice, refiriéndose a un estudio que realizaron el año pasado, en el que examinaron la relación entre las preferencias musicales y el medio ambiente, y descubrieron una correlación. "En muchos países, durante el verano las personas cambian sus patrones; los niños no tienen que ir a la escuela, la gente se va de vacaciones, el clima es más agradable, hay más tiempo para la interacción social, la gente se relaja y se divierte. Por lo tanto, la música que les da la oportunidad de incorporar eso en sus vidas será una música vigorosa, rítmica y optimista, en comparación con las cosas más reflexivas y complejas que preferirían escuchar en el invierno, cuando es posible que no sean tan sociables”.

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En otras palabras, cuando estamos más felices y con más energía, tendemos a gravitar hacia la música que refleja eso. Entonces, en países que tienen veranos calurosos e inviernos fríos, esto se traduce en ciertas asociaciones musicales. Pettijohn dice que no se trata sólo del sonido en sí, sino también del significado detrás de las letras. "Hemos analizado la forma en que las letras han cambiado con el tiempo", explica, "y preferimos temas más significativos y complejos en las épocas más difíciles socioeconómicamente hablando”. Entonces, cuando los tiempos son buenos, por ejemplo durante el verano, generalmente no hay tanto contenido significativo, y las letra más bien se tratan sobre divertirse, socializar y beber. Por lo general, es en el otoño o en el invierno donde se ven letras más significativas o donde se presentan temas culturalmente importantes en las canciones. También es interesante que cuando las personas tienen cosas significativas que decir, al mismo tiempo la música se ralentiza, como en las baladas románticas. Así que existe esta conexión entre la música optimista y un contenido menos "serio" y la música lenta que aborda temas más importantes".

Pero las cosas no son tan simples. No es que todos estemos bailando sin parar música techno durante agosto y luego simplemente nos pongamos a llorar con Elliott Smith seis meses después. Esa sería sólo la punta del iceberg de un fenómeno con múltiples factores y conexiones que se han desarrollado con el tiempo. James Ewers, profesor y musicólogo en el departamento de Música Popular en Goldsmiths, cree que asociamos las canciones con ciertas temporadas del año por una variedad de razones, y que ninguna de ellas son reglas inamovibles, sino más bien convenciones que empleamos al escuchar música. "Nombrar una temporada en el título de una canción parece ser una herramienta común", explica, dando un ejemplo. "El compositor crea asociaciones premeditadas para el oyente. Y luego, en las mismas canciones, se puede percibir la idea de la época del año de la que se podría tratar, como una sensación de estar afuera paseando en automóvil o de estar adentro sentado junto al fuego".

Ewers también señala la manera en la que se comercializa una canción, y cómo eso puede afectar la temporada con la que asociamos un track en particular. "Escuchamos acerca de la 'Canción del verano', por ejemplo. Luego tenemos los videos musicales, lo que vemos y cómo están retratados los artistas en ellos, lo cual considero que puede ser importante a la hora de vender el contexto de esa determinada canción. También hay que considerar la forma en que una canción se ha utilizado en otros medios, como las películas”. Pero, concluye que todas estas son estructuras básicas, y que cuando hablamos de arte, nada es verdaderamente sólido. "Seguramente habrá canciones que rompan estos moldes. Con la composición de canciones, todo se trata de cómo percibimos las cosas. Con algunas canciones, es bueno ser explícito, pero con otras es mejor no serlo. No hay reglas, sólo principios y convenciones".

Entonces, ¿por qué asociamos ciertas canciones con las temporadas del año? ¿Por qué "All Night" de Chance the Rapper, por ejemplo, evoca inmediatamente la bruma del humo de la marihuana, el olor a sudor en la piel y un deseo impulsivo de saltar por encima de la cerca del vecino y colarte a su parrillada? Para encontrar la respuesta hay que fijarnos en ciertos factores, la mayoría de los cuales obedecen al sentido común: fue lanzada a fines de mayo, las letras son sobre fiestas y diversión, el coro es alegre, los acordes son optimistas, te hace querer bailar, y en los países estacionales gravitamos hacia todas estas cosas cuando brilla el sol, cuando el mundo se ve más brillante, y nuestras vidas parecen más sencillas, exaltadas por toda esa vitamina D. Por otro lado, las reglas están ahí para romperse, y si te sientes más a gusto escuchando música industrial gótica con las cortinas cerradas haz tu cosa julio, haz tu cosa y disfrútalo.

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