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Música

¿En qué se parece la escena electrónica a la religión?

Estos son algunos elementos por los que la música electrónica se siente como todo un rito espiritual.

Este texto fue publicado originalmente en Thump.

¿Quien ha a experimentado que el techno desata sus instintos mas obscuros y libera toda esa energía bailando en la pista? Esto mientras se dejan poseer por algún estado de trance y se elevan hasta el éxtasis —como si de un orgasmo se tratase— conducidos hasta el agotamiento en nuestra noche.

Si te suena familiar, estamos seguros que también en alguna ocasión la experiencia te ha llevado a ir mas allá —lo que algunos aventurados describen como una experiencia religiosa—, sacándonos de nuestro senda de conocimiento habitual. Por ello hemos reflexionado si es que esta música es mucho más que otros géneros musicales de baile. Y decidimos servirnos de algunos puntos del autor suizo Hans Cousto (Musicólogo, Matemático y Astrólogo), quien se ha destacado por descubrir y calcular en 1978 la octava cósmica.

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Si nos ponemos a escudriñar algunas situaciones de los elementos que se dan durante las largas sesiones de baile del techno nos resultará un poco más fácil develar su aspecto religioso. Y es que si uno se encuentra dispuesto, se puede ser capaz de disfrutar de los ritmos y vibraciones del techno que nos llevan hacia nuevas dimensiones hasta ahora desconocidas y que muchos amantes del techno comparan con las experiencias religiosas.

Estos son algunos elementos que hacen que la música electrónica pueda sentirse como todo un rito espiritual.

El elemento mántrico

Esto se debe a su repetitiva estructura secuencial que brinda acceso a áreas restringidas de nuestra mente racionalista. Mismas que normalmente permanecen cerradas, como ejemplo de ello; los cantos gregorianos, algunos cantos de indios y de monjes tibetanos. Todos ellos son mantras que facilitan el acceso espiritual. En conclusión la conformación del techno nos abre a experiencias que van mas allá de la cultura de la música y el arte occidental y sus patrones clásicos conocidos previamente.

La sensación de ser parte de la obra

Una actuación bien ejecutada de techno es simplemente una especie de arte multimedia. Así como lo es la ópera lo es para las bellas artes, con la diferencia importante en que el ''público '' de la ópera y ''los oyentes del techno'' no solo se centran en la obra de arte, si no de igual manera son parte de la misma. Es decir, el escenario y el público no están aislados el ''uno del otro'' sino que ''son el uno del otro'', —no por separado— los asistentes son los participantes y los socios de las actuaciones de Techno, así como si se tratase de colaboradores de la fiesta.

Su parecido con los centros de oración

Ahora, por otro lado, imaginémonos la siguiente relación de los elementos que normalmente se presentan en un centro religioso con los de algún club. Los ''tocadiscos'' como una rueda de oración — mántrica, dada su estructura secuencia —, el ''club'' como un templo, ''el DJ'' como maestro de ceremonias y ''un publico dinámico'' como los feligreses, todos en conjunto, bailando, efectúan un recorrido hacia el éxtasis y todo esta realidad se transforma en una afirmación de la alegría de vivir.

Designación de días sagrados

Muchos de los amantes de los eventos de techno son visitantes regulares de cada viernes, cada sábado y a menudo también de cada domingo, así como en sus días muchos devotos cristianos que se conducen religiosamente todos los domingos y van a la iglesia. De este modo a partir de los patrones de comportamiento parecen tener ciertas similitudes tanto los feligreses, con los asistentes a raves. Y no sólo la regularidad hace muestra del paralelismo, sino también el uso de ropa especial para estas ocasiones.

El uso de templos

Del mismo modo podemos analizar, la celebración en comunidad de algunos rituales con el mismo fin de compartir la experiencia religiosa. En los ''templos de baile'' de techno no existe el sermón predicado pero si el celebrarlo juntos. Además, así como del mismo modo que una vez la iglesia fue para la mayoría de los creyentes un centro de la vida social, hoy es el club – el templo de baile – punto de reunión de los amantes del techno.

Eduardo Camacho está en: Facebook