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Drogas

Esta es la razón por la que la mota pone ansiosa a ciertas personas

Es una ironía muy cruel que las personas que podrían beneficiarse de los efectos relajantes de la mariguana son las que no los llegan a sentir.
Oleg Zharsky / Ghislain & Marie David de Lossy

Siendo una persona ansiosa, solía tener muchas esperanzas de que la mota me diera esa experiencia elusiva de relajarme. Pero en cada una de las cinco veces que la probé en la prepa y la universidad, no me sirvió. Pero, cuando tenía 24 años, una amiga y yo estábamos caminando por San Francisco cuando vimos una nube enorme de humo elevarse desde el Golden Gate Park. Fue entonces que nos dimos cuenta que habíamos llegado más o menos a las 4:20 en el 4/20. Emocionada por la coincidencia, le compré un Rice Krispie Treat con mota a un tipo en el parque y me comí un tercio. Y así empezó una de las tardes más estresantes de mi vida.

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Mi cerebro parecía volverse progresivamente más lento y menos efectivo durante la primera hora, y me empecé a preocupar que no me acordaría de cómo volver a mi casa. ¿Qué pasaría si me cruzara en frente de un coche y me atropellaran? Luego me llegó un mensaje de una colega que necesitaba que le mandara un Google doc. Me empezó a dar pánico cuando me di cuenta de que no podía realizar esta simple petición. Tardé diez minutos en lograrlo, y para cuando se lo mandé estaba convencida de que ella sabía por qué me estaba tardando tanto y que pensaría menos de mis capacidades adultas.

Un tanto mareada, le pedí a mi amiga que me llevara a mi casa. Después de comer dos helados, me acosté sobre la cama. Todo estaba en paz hasta que me di cuenta que mis ojos se iban hacia atrás cuando los cerraba. Los abrí en un pánico, convencida que si no lo hacía se iban a quedar hacia atrás por siempre. Por fortuna, después de un par de minutos de debatir si era seguro cerrar los ojos, los efectos sedativos de la droga le ganaron a mi ansiedad y paranoia, y me quedé dormida. Sobra decir que regalé los otros dos tercios del comestible.


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Me parecía injusto que la substancia que muchos juraban que les reducía la ansiedad me había puesto aun más ansiosa. Pero resulta que mi reacción no es tan inusual. “[La hierba] me hacía sentir demasiado consciente de todo lo que estaba pasando a mi alrededor y paranoica de que las personas que estaban en el mismo cuarto me estaban observando y juzgando”, me dijo Kim, una maestra de 26 años de Nueva Orleans que no quiso compartir su apellido por miedo a las repercusiones profesionales. “Eventualmente me quedaba quieta donde estuviera para no hacer nada ‘mal’ pero aún así me daba mil vueltas la cabeza, por la ansiedad”.

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Alaina Leary, una editora de 24 años de Boston, también ha sufrido un diluvio de preocupaciones por la mota: “¿De verdad me ama mi novia? ¿Estuvo muy pendejo lo que acabo de decir? ¿Me van a abandonar mis amigos por haberlo dicho? ¿Qué pasa si cuando estamos caminando nos separamos y me pierdo por siempre?”

Estas reacciones no son típicas, pero tampoco son anormales, me dijo James Giordano, profesor de neurología y bioquímica en Georgetown University Medical Center. Son especialmente comunes entre la gente que no ha fumado y sigue sin familiarizarse con el sentimiento de estar pacheco. “La desorientación puede provocar mucha ansiedad”, explica, igual que la pérdida de control en tus capacidades mentales.

Sin embargo, hay otra razón por la cual la gente puede sentirse ansiosa cuando está pacheca, incluso si no es su primera vez. El THC queda ligado a los receptores cannabinoides del cerebro, liberando los neurotransmisores dopamina, serotonina, y GABA, un neurotransmisor que hace que las neuronas dejen de hacer conexiones, explica Giordano. Un aumento en la actividad del GABA y la serotonina inhibe la norepinefrina —un neurotransmisor relacionado con la atención y la ansiedad— y eso calma a la mayoría de la gente.

Pero para algunas personas, la reducción de la norepinefrina les da un efecto de rebote, y estimula la actividad en el locus ceruleus y el prosencéfalo, que están vinculados con la excitación, dice Giordano. Esta actividad hace que el sistema nervioso se ponga en sobremarcha, lo que aumenta el pulso y la generación de cortisol, que solemos percibir como ansiedad.

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La paranoia es un efecto secundario distinto, pero se presenta al mismo tiempo y típicamente se produce por un aumento en la dopamina en el prosencéfalo, dice Giordano. Este cambio en la actividad de dopamina puede hacer que algunas personas se sientan ansiosas y que empiecen a pensar que otras personas las vigilan y las juzgan.


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Es una ironía muy cruel que las personas que podrían beneficiarse de los efectos relajantes de la mota son las que no los llegan a sentir. Aunque algunas personas neuróticas o hipervigilantes se sienten aliviadas cuando están pachecas, pero otras sienten que sus miedos se exacerban. “Lo que la hierba suele hacer es aumentar los aspectos de tu personalidad”, señala Giordano. “Si sueles ser una persona jovial y fumas mota, esos rasgos de tu personalidad quedarán desinhibidos y actuarás más de esa manera. Los individuos que tienen rasgos ansiosos o paranoicos necesitan proceder con cautela”.

Las reacciones de la gente a la mota suelen ser bastante consistentes, entonces si te hizo sentirte ansioso, es posible que se deba a tu primera vez, pero si te ocurre más

veces, significa que así es cómo tu cerebro responde al narcótico, según Giordano. Las personas que tienen reacciones paranoicas o ansiosas deberían tener cuidado con los comestibles, ya que el efecto dura más. Entonces, quizás sea mejor alejarse de ese Rice Krispie Treat especial (o espacial).

Si alguien cerca de ti está teniendo un malviaje con la mota, Giordano sugiere reconfortarlo y hacerle saber que está en un ambiente seguro. No hagas bromas sobre ello porque podría aumentar la ansiedad. Además, Giordano explica que si te encuentras en medio de un episodio de ansiedad inducido por mariguana, salir a tomar aire fresco y moverte puede ayudarte a metabolizar el narcótico. También hay gente que usa técnicas de relajamiento, como respirar profundo o meditar.

Lo más importante es contarle a alguien que estás teniendo un malviaje, incluso si sientes que estás matando la vibra. La gente que se pone ansiosa cuando está puesta “debería ser directa sobre lo que está experimentando, en especial si no es agradable”, dice Giordano. “No quieres sufrirlo sólo. Puede ser una experiencia que dé mucho miedo”.