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Gente confiesa lo que sigue ocultando a sus padres

‘Nunca llegué a sacarme la carrera’.

Ir a una cena familiar en vacaciones, incluso a esas tan falsas como las de algunas festividades, significa sentarte delante de tus familiares y mirarles, ocultando tu verdadera identidad. Todos intentamos recurrir a lo típico que sabemos que siempre funciona, como criticar a un familiar que no está presente o discutir de por qué el pavo que ha hecho tu padre no está igual de seco que el del año pasado.

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Muchos tenemos que acordarnos de no confesar aspectos de nuestra vida privada que hemos ocultado a nuestros padres durante años.

Para sentirnos mejor por todos los secretos que nos hemos guardado, pedimos a varias personas que nos contaran lo que ocultan a sus progenitores. ¡Suerte guardando esos secretos cuando estéis borrachos en la cena de este fin de semana!


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Yo sigo en contacto con mi madre biológica, que me abandonó cuando me tuvo a los 16 años y me buscó cuando cumplí 19. Mis padres siguen resentidos porque ella fue quien me dijo que era adoptado. —Larry, 30

A los 15 años maté al hámster de mi hermana por accidente. Una noche llegué a casa borracho e intenté colarme por su ventana. Entonces escuché un crujido y un chillido. Miré hacia abajo y vi que había pisado a su hámster, así que cogí lo que quedaba del pobre bicho, fui a la habitación de mi madre y lo dejé en la almohada. A la mañana siguiente me desperté por los gritos de mi familia. Culparon del terrible asesinato a mi gata Tabby, a la que le encantaba llevar a mi madre ardillas y pájaros muertos. —Sherge, 31

Nunca llegué a sacarme la carrera. Estuve en la ciudad donde estudiaba cinco años pero me quedé a medio camino el cuarto año después de no haber ido a ninguna de las clases el año anterior. Cuando se suponía que tenía que empezar el curso siguiente, me fui de viaje y mis padres no me sacaron el tema hasta después de llevar años trabajando de camarero. Yo les decía que trabajaba de eso para poder abrir mi propio bar algún día. Mike, 33

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Mis padres siguen pensando que soy virgen con 31 años. Creen que mi novio y yo solo nos damos la mano y tomamos té. Jess, 31

Yo llevo cuatro años con el tatuaje de un triángulo en el tobillo. —Sierra, 22

Lo que no saben mis padres es que hace años que vivo con mi novio. Rebecca*, 26

Yo nunca les he confesado que bebo. Mi padre sospecha, y a veces me ofrecen un vaso de vino o cerveza, pero no saben nada de las fiestas y las turcas que me cojo. En el primer año de bachillerato mi madre me advirtió, antes de irme de camping con los de clase, de que seguramente mis amigos hablarán de beber "un sorbito de cerveza" porque estaban en la edad. Lo que mi madre no sabía es que yo ya llevaba años pillándola. Sarah*, 31


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Soy prostituta. Cuando lo descubrieron les hice creer que lo había dejado. Me he inventado que trabajo en algo de fitness y parece que se lo han creído. —Claire, 27

Fumo. El año pasado me puse a fumar en la segunda planta y oí a mi madre subir por las escaleras. Entonces lo tiré por la ventana pero se cayó en el canalón. Casi me muero intentando sacarlo de allí. Jade, 29

Yo soy poliamorosa, y es realmente incómodo cada vez que vuelvo a casa y me siento en la mesa con una pareja distinta, y mi familia sin tener ni idea de toda la gente con la que tanto mi pareja como yo nos acostamos. Brock, 36

Mi padre no sabe que poso desnuda. No se lo he contado nunca porque tiene muchos prejuicios sobre la gente que trabaja en el mundo del sexo. Si se enterara, estoy segura de que me gritaría, luego me ignoraría, y supongo que no podría mirarme a la cara. Me imagino que estaría decepcionado con él mismo por no ser capaz de darme lo suficiente. Se sentiría mal porque creería que tengo la necesidad de trabajar de eso para ganar dinero, y no se pararía a pensar que quizás me gusta este trabajo y por eso lo hago. —Fae, 26

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Yo sigo ocultando a mi madre que esnifé cocaína. Además, tampoco sabe que cuando iba al instituto, muchas noches salía por ahí y me quedaba en "casa de una amiga". —Alice, 24

Me hice un piercing en el ombligo a los 15 y nunca se lo he contado a mis padres. Sigo con el agujero, que no se curará nunca, según me dijo el médico, pero lo tapo cuando estoy en biquini. Llevo ya diez años con el agujero pero sin pendiente. Bethany*, 26

El aborto que tuve. He crecido siendo muy católica y aunque mis padres se han ido volviendo más permisivos con el paso de los años, estoy segura de que saber esto les destrozaría. Ashley, 30

De lo que no hablaré es de mi vida sexual. Mis padres tienen un restaurante y me he acostado con varias de las chicas que trabajan para ellos. Tenemos una cena familiar en el restaurante y una de las trabajadoras está invitada. Mi amigo, ella y yo hemos hecho tríos alguna vez. —Taylor, 28

*Los nombres se han cambiado para proteger la privacidad de los entrevistados.

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