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Munchies

Mira el video de un cangrejo comiendo mientras lo cocinan vivo

Es tan horrible que me voy a hacer vegetariano.
ER
traducido por Elvira Rosales
Foto vía usuario de Flickr Naotake Murayama

El jueves pasado, el medio China Global Television Network transmitió un video que garantiza revolver estómagos y hacer estremecer a los amantes de los animales. Es un video casero grabado con un celular, en el cual se aprecia a un cangrejo vivo nadando en aceite dentro de una sartén, utilizando sus tenazas para llegar hasta las hojuelas de chile y poros mientras lo cocinan vivo, arañando el alimento en sus últimos momentos.

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Existen ciertas objeciones éticas válidas sobre la acción de colocar a un crustáceo vivo en una sartén caliente y cocinarlo lentamente hasta su muerte, como muchos usuarios de Twitter señalaron luego de ver el video, mismo que se encuentra libre de cualquier contexto. Lo único que queda claro es el hecho de que fue filmado en Changsha, una ciudad en la provincia de Yunan, a finales del mes pasado. Y dura apenas unos cinco segundos.

El video es simplemente la más nueva adquisición de lo que se ha convertido casi en un género en años recientes: criaturas marinas que resisten su destino ante el consumismo humano retorciéndose tétricamente. Por desgracia es muy similar a otro video que se hizo famoso a principios del mes pasado, grabado en Lianyungang, provincia de Jiangsu. En este otro video se aprecian cuatro cangrejos vivos cocinándose en un wok caliente. Uno de ellos, logra hacer un valiente esfuerzo por desafiar la muerte, subiendo directamente por los bordes del wok y, de alguna manera, consigue apagar la parrilla eléctrica. Tristemente, ahí termina el video; no hay forma de saber qué sucedió con ese cangrejo (pero es casi seguro que no fue liberado en el océano, ni sus amigos).

Tienes que ver también: un atún aleta amarilla, o sólo parte de él, saltando como en un concierto de rock después de haber sido cortado. La boca del pez contrayéndose y expandiéndose sobre el plato y servido a la mesa. Y la aleta temblando mientras los comensales miran llenos de terror.

Después de ver estas grabaciones, nunca me había sentido tan feliz de ser alérgico a los mariscos.