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Atômica

Atomic Blonde es el nuevo ícono de espionaje femenino

David Leitch y Charlize Theron se unen para personificar a un nuevo personaje que une dos géneros comunes y con fuerza de atracción: mujeres y acción.
Still vía Youtube. 

Un espía ideal sería alguien "con recursos, iniciativa y creatividad para hallar soluciones a problemas bajo circunstancias difíciles", dice un artículo del Financial Times a propósito del tema. Aparte, necesitaría tener un cierto número de habilidades para ser aceptado en una agencia de inteligencia especial: alta inteligencia emocional, habilidad para percibir, interpretar y dosificar las emociones propias y las ajenas, saber comunicarse con todo tipo de personas y hasta descifrar criptogramas. En otras palabras, tener una mente brillante.

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Charlize Theron, interpretando a Lorraine Broughton, en Atomic Blonde (la primera película de David Leitch), intensifica todas estas cualidades en su personaje, y le da vida a una nueva representación de John Wick o James Bond, esta vez en versión femenina, cosa que hacía falta. No hay nada más femenino que Charlize Theron en este papel, quien además de mostrar su vulnerabilidad como mujer, reafirma su inteligencia y fortaleza en cada escena de acción, donde según notas de producción de la película no usaron dobles en la mayoría de los actos físicos realizados por ella.

Esta historia, desarrollada en la Alemania dividida entre el bloque comunista y la República Democrática, se sumerge en una misión secreta en la que Lorrain, una agente del M16 (servicio británico de inteligencia exterior), es enviada a recuperar primero que sus enemigos un microchip que contiene "La lista": una lista secreta de dobles agentes que le incumbe a todo involucrado.


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Destinada a compartir la misión con otro agente asentado en Berlín, llamado Perceval ( James McAvoy) y el encuentro con una agente francesa que personifica Sofía Boutella, la lucha será contra trampas y secretos que poco a poco descubrirá en medio de una corriente de violencia y amor.

Basada en la novela gráfica de Anthony Johnson y Sam Hart , llamada The Coldest City, la película se sitúa en un mundo sombrío a blanco y negro, lleno de prejuicios y dudas, reflejando la vida en una Berlín de finales de los años ochenta, justo antes de la caída del Muro.

Una cadena de secretos interminables son los que determinan el misterio de Atomic Blonde: cuando se cree haber descubierto todo, aparecen más enigmas. Un viaje tenso y perspicaz en medio de la Guerra Fría es justamente lo que llena de energía a Lorraine Broughton, demostrando lo fuertes e imbatibles que pueden llegar a ser las mujeres en estos tiempos, en los que la feminidad toma un rol protagónico, distinto a como ha sido representado a lo largo de la historia.

Atomic Blonde estará en cartelera desde el próximo jueves 10 de agosto.