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Cultură

Suecia legaliza los bailes espontáneos en la calle

Ahora los suecos pueden entregarse sin reparos al ritmo de la música.

Foto por usuario de Flickr Vladimir Pustovit.

¡Salgamos todos a las calles a cantar y bailar para celebrar que es legal hacerlo! El Gobierno sueco finalmente ha accedido a derogar una ley que obligaba a los lugares públicos a disponer de una licencia especial para que la gente pudiera bailar en ellos. Se acabaron los días en que el voguing, el daggering, el popping y el locking eran bailes clandestinos en espacios públicos de Suecia. Ahora los suecos pueden entregarse sin reparos al ritmo de la música. Sobre todo en Suecia, donde "seguir el ritmo de la música" prácticamente se reduce a seguir la cadencia de algún tema de ABBA golpeando el suelo con unos zuecos de madera. Pero bueno, hay libertad, que es lo que importa. De hecho, mientras escribo esto estoy bailando krumping.

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Los bailes espontáneos en lugares públicos de Suecia han estado prohibidos desde la década de 1970, cuando propietarios de bares, organizadores de festivales y otros responsables de lugares públicos exigieron que para poder llevar a cabo esta actividad era preciso obtener un permiso especial de la policía. No fue una de esas leyes raras que nunca llega a ejercerse: en 2015, los propietarios de dos restaurantes de Uppsala fueron multados por permitir que sus clientes bailaran en sus locales cuando no disponían del permiso correspondiente. Otro caso de baile ilícito se produjo el año pasado en Ockelbo. En esa ocasión, un organizador de mercados fue llevado a juicio porque una de las paradas tenía puesta "música disco que incitaba al baile", según la policía sueca. Sí, música disco que incitaba al baile. Como si hubiera música disco que no incitara al baile y que fuera apropiada para ponerla en una parada de mercado.

Los permisos de baile siempre han sido una herramienta con la que la policía sueca ha evitado disturbios, algo que cualquiera que haya visto Footloose sabe que no vale para nada. Finalmente, parece que el Gobierno sueco se ha dado cuenta de que un poco de bailoteo espontáneo no tiene que llevar necesariamente a la anarquía. Los suecos celebrarán este día tomando las calles y moviendo los pies al ritmo de la libertad. ¡Felicidades, Suecia!