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Cultură

La guía VICE para largarse del país

Con el paro al 25%, quizás toca hablar con el señor Easyjet.

Como tu madre lleva diciéndote todos los días desde hace 30 años, tú estás destinado a hacer grandes cosas. Eres un dotado y especial copo de nieve, guapo además, y tu chorboagenda, más que una tarjeta SIM, prácticamente requiere tener su propio servidor en California.

Pero, por culpa de esos gordos bastardos que son los políticos (¡buuuu, capitalismo!), el futuro parece en España un poco negro. Hay más posibilidades de que mañana amanezcas con una cola prensil que de que encuentres un curro que se ajuste a tu cualificación, y es bastante improbable que tu proyecto de grupo musical/cómic/arte llegue alguna vez a despegar del suelo por muy de la hostia que sea. Sinceramente, amigo, ha llevado el momento de levantar las velas y poner dirección a costas más benignas. ¿Pero dónde? Aquí tenéis nuestra práctica guía a LACL [Largarse de Aquí Cagando Leches]. Europa del Este Darle portazo a tu curro ha sido lo mejor que hayas hecho jamás. Sentarse en ese escritorio día tras día, contando los minutos que faltan para poder irte pitando al bar a atiborrarte de carbohidratos para que la tarde se te pase inmerso en un brumoso coma alimentario, te está matando. El “de 9 a 5” es para esclavos. Tú eres un espíritu libre. Un bohemio. Un lobo solitario que merodea en los límites de la sociedad y trata a las estúpidas ovejas con el desdén que caracteriza a los depredadores. ¿Tu jefe? Que le den por culo. Ahora que ya le has dado una primera calada al bong de la libertad, tienes que llevar las cosas tan lejos como puedas. Es el momento de tener un completo affaire amoroso con la libertad por vía intravenosa, y en ningún sitio suena tan fuerte su sirena que en las estepas y estados hundidos de la ex-Unión Soviética. Recuerda, eso sí, que hay un número limitado de modelos y gimnastas a las que te puedes follar antes de darte cuenta de que estás en un país con un masivo desempleo y nada de judíos. Más o menos como España. Londres La próxima vez que oigas a alguien quejarse de la cantidad de españoles que se están mudando a Londres, sacúdele un buen soplamocos en plena jeta. Cualquier que piense que la inmigración es un problema en la ciudad más multicultural de Europa es un puto gilipollas. ¿Qué más da que dos terceras partes de la gente que a cualquier hora va en el autobús 55 sea de Valladolid? Seguro, puede que hayan más españoles en Hackney que aspirantes a raperos con gorras New Era, pero recuerda que antes de 2005 era virtualmente imposible encontrar buen speed en el East London. No, el verdadero problema de Londres no es cultural, sino económico. Si estás en quiebra, la lluvia constante, las colosales distancias y el exorbitado precio del transporte público, al borde de la extorsión, implican que vivirás como si fueras un paria desclasado sin el componente romántico de ser un pujante escritor que empieza en el París de los años 20. A menos que papi y mami te financien la estancia, asume que vas a tirarte cinco años sobreviviendo a base de tostadas y Red Stripe, comiendo fuera una vez al mes y aguantando a un inagotable flujo de amigos de facebook ocupándote el sofá. Ah, y hay más posibilidades de aprender inglés en Arganda del Rey que de trabajar en la cocina de un bar de tapas en Winchmore Hill. Berlín

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¿Alguna vez te has preguntado por qué al cabo de seis meses nunca vuelves a saber de los amigos que se mudaron allí? Quieren que pienses que estar rodeados de estimulantes artistas e intelectuales ha permitido que aflorara su talento en ciernes, elevándolos a un nuevo nivel social en el cual, lo siento colega, tú no encajas ni de coña. La realidad es que, después de gastarse en verano toda la pasta en tiendas de ropa de segunda mano, pastel de chocolate vegano y MDMA, al llegar el invierno no podían pagar la factura de la calefacción y han muerto por congelación en esa buhardilla estilo soviético en Neukoln que tanto les molaba en julio. París

Podrías pensar que París es un ridículamente caro, patológicamente esnob, institucionalmente xenófobo patio de recreo para niños de papá millonarios y criminales de guerra, pero… No, espera: ¡París es EXACTAMENTE así! No vayas. La única forma concebible de sobrevivir en París es tener el metabolismo de un oso y sobrevivir seis meses seguidos a base de los canapés y el champán de las fiestas de la Semana de la Moda. Aunque, en realidad, eso tampoco debe resultar tan difícil. ¿No es lo que hacen siempre las modelos? España

Sí, ya sé, se supone que esto es la guía VICE para LACL, pero puede que sea suficiente con que te levantes del puto sofá. Tu madre nunca va a hacer realidad su sueño de empezar un negocio vendiendo juguetes sexuales a las vecinas si además tiene que mantenerte a ti. Además, si te has tirado todo el año pasado tratando de prender la llama de la revolución retuiteando actualizaciones del 15-M y ondeando las manos en la Plaza del Sol, lo vas a tener más chungo para pirártelas cuando las cosas empiecen a ponerse duras de verdad. No es que la Lucha Campesina de la Andalucía de los años 20 no vaya a poder tener lugar porque todo cristo en Dublín “aprendiendo un idioma extranjero”.