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Violentos disturbios arruinaron el Día de la Juventud en Venezuela

A muchos jóvenes venezolanos se les acaba la paciencia.

El 12 de febrero, como todos los años, Venezuela debía estar de fiesta. Hace 70 años el ‘Día de la Juventud” fue consagrado como fiesta nacional en honor a los jóvenes que pelearon por su patria en la Batalla de la Victoria librada en 1814. Sin embargo, en esta ocasión, ya para las 9:00 p.m no había ningún motivo para celebrar. Tres hombres, dos de ellos estudiantes, fueron asesinados en mediode violentos enfrentamientos con  miembros de de la Guardia Nacional, cerca de 66 personas resultaron heridas y más de 30 arrestadas. Según las organizaciones locales de Derechos Humanos más de 90 manifestantes fueron detenidos mientras protestaban en las calles del país contra el gobierno actual.

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Cuatro patrullas de policía terminaron incendiadas y algunos edificios estatales fueron vandalizados, incluyendo la Fiscalía General en Caracas, donde miles de jóvenes se reunieron a protestar. Durante el día los estudiantes pusieron cadenas de metal alrededor del edificio para simbolizar la clausura del sistema judicial de Venezuela e hicieron graffitis en las paredes contiguas mientras cantaban el himno nacional y frases como “Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer” y “Sí se puede”.

Tengo temor porque Venezuela se ha convertido en un país sin ley”, me dijo Joel Osorio, un joven emprendedor que vende bicicletas. Luego explicó que no estaba ahí para apoyar a algún partido político sino para manifestarle al gobierno que ya estaba cansado de la injusticia. Cerca de las 2:00 pm, una de las principales líderes de los estudiantes, Gaby Arellano, se subió a un camión y con micrófono en mano exigió al gobierno liberar a tres de sus compañeros, quienes habían sido capturados en días anteriores en otras protestas. “Inepta, incapaz, cobarde y corrupta, eso es lo que eres”, le gritaba la estudiante a la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz. Los demás manifestantes la apoyaron con aplausos y gritos.

Minutos más tarde, Arellano le pidió a la gente que la acompañaba en la protesta que abandonara el lugar pacíficamente pero, como suele pasar en este tipo de eventos, no todo el mundo escuchó. Un pequeño grupo de estudiantes que vestía pañoletas y sombreros lanzó palos y piedras contra el edificio y se enfrentó a las autoridades. Denuncias e informes señalando que se habían realizado disparos contra los estudiantes circularon en Twitter, así como muchas fotos y videos de manifestantes que resultaron heridos en los disturbios en todo el país.

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Pandillas de motociclistas pro gobierno le disparan a algunos manifestantes. 

En la noche, el presidente Nicolás Maduro apareció en vivo por televisión durante la cobertura de un desfile militar. Declaró que los disturbios y enfrentamientos eran parte de un golpe de estado y que iría tras los que, según él, eran los principales conspiradores: los líderes de la oposición Leopoldo López y María Corina Machado.

López es exalcalde de un distrito de clase alta en Caracas y Machado tiene una curul en la Asamblea Nacional. Ambos fueron candidatos en las elecciones primarias en febrero de 2012, para escoger a un candidato presidencial entre los partidos de oposición.  Pero el ganador fue Henrique Capriles, el último líder político que enfrentó a Hugo Chávez antes de su muerte en marzo de 2013.

Chávez escogió a Maduro como su sucesor. El exconductor de buses se enfrentó a Capriles en las elecciones del 14 de abril del año pasado y ganó la presidencia por menos de dos puntos. Al día siguiente, los partidarios de Capriles se tomaron las calles y pidieron un recuento de votos alegando que había sido una elección fraudulenta. El gobierno acusó a Capriles de ser un fascista y de haber ordenado el asesinato de once personas que murieron esa semana en varias protestas. Pese al clamor público de sus partidarios, Capriles los instó a no tomar acción pues, según él, Maduro buscaba provocarlos para acto seguido cometer una masacre. Capriles insistió, en cambio, en sacar sus denuncias de la calle y llevarlas ante la justicia internacional.

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El líder opositor fue fuertemente criticado por algunos partidarios quienes consideraron que con eso había arruinado cualquier impulso que había conseguido la oposición. Aunque Capriles apoya el derecho de los ciudadanos a marchar y protestar, no ha promovido estas tácticas con tanta fuerza como López y Machado, quienes las han promocionado como una vía para presionar la salida del gobierno actual. No obstante, el miércoles 12 de febrero los tres líderes políticos de la oposición estuvieron presentes en la marcha estudiantil en el centro de Caracas. Todos partieron antes de que la situación se complicara y estallara la violencia..

El jueves por la mañana, agentes de inteligencia llegaron a las oficinas del partido de López preguntando por uno de sus ayudantes. Los agentes anunciaron que el gobierno había emitido órdenes de detención contra él y otros líderes de la oposición que seguían promoviendo las protestas en el país. Durante el día, los estudiantes continuaron tomándose las calles de diferentes ciudades. En Caracas, algunas personas se acercaron con posters y flores al lugar donde uno de los estudiantes había recibido un disparo, pintaron su silueta donde cayó su cuerpo y luego escribieron: “Esta es la sangre de un héroe venezolano”.

En la tarde, los estudiantes se tomaron una de las calles principales de la capital, la Avenida Francisco de Miranda, y se sentaron en el suelo formando un signo de la paz gigante. Julixa Méndez, una manifestante de 24 años que estaba ahí con sus amigos y que hace  parte del movimiento estudiantil desde el 2007, comparó la situación de entonces y la de ahora y concluyó que la principal diferencia radica en que antes los medios de comunicación informaban al público sobre lo que verdaderamente estaba ocurriendo, mientras que hoy los venezolanos se enfrentan a la censura.

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El miércoles por la tarde el gobierno ordenó al canal de noticias NTN24 interrumpir su transmisión bajo el argumento de que estaba generando más caos. Maduro también criticó la cobertura que la Agence France Press había realizado de las protestas y ordenó ala Ministra de Información tomar medidas en su contra. No es la primera vez que el gobierno venezolano ataca a los medios: varios canales de televisión y periódicos han sido multados en otras ocasiones por publicar fotos o información clasificada que es considerada perjudicial para la reputación del gobierno. Desde que Maduro subió al poder ha dicho que los medios de comunicación, especialmente los periódicos, están haciendo campaña contra él y a menudo tilda los artículos de ser sencionalistas y de estar plagados de mentiras.

El martes de la misma semana la prensa local y los periodistas venezolanos marcharon para protestar por la falta de papel. Los defensores de la libertad de expresión sostienen que al menos diez periódicos están sufriendo; ya algunos pararon de circular y la mayoría tiene fondos que apenas son suficientes para ser impresos por un periodo de máximo tres meses. Esto se debe a que el gobierno tiene estricto control de la moneda desde 2003 y decide quién puede tener dólares para importar lo necesario. Uno de los ministros que integran la viceprsidencia económica del gobierno expresó que los periódicos no son una prioridad en el país.

Según el Observatorio de Violencia Venezolano, más de 24.000 personas fueron asesinadas el año pasado, lo cual equivale a una tasa de homicidios de 79 muertes por 100.000 habitantes. Las cifras oficiales dicen que son la mitad.  Sin embargo, en Caracas, Mérida y otras ciudades venezolanas la gente no está protestando solamente contra la violencia, también está molesta por la escasez de alimentos y el aumento en el gasto público que ha dejado al país con una tasa de inflación de 56% y deudas crecientes.

Una vez más la posición del gobierno es que la crisis económica actual es parte de una conspiración más grande contra Maduro. El gobierno anunció nuevas leyes para frenar los precios y ha amenazado a los dueños de negocios con la expropiación. La necesidad de moverse hacia un modelo económico más socialista está en el corazón de todos sus argumentos. De otra parte, figuras de la oposición afirman que Maduro está fuertemente influenciado por los hermanos Castro en Cuba.

“Para marchar en este país usted necesita permiso”, dijo Maduro el miércoles en la noche. Evidentemente hay una multitud en Venezuela que no está de acuerdo con él.