Este es el origen de las barras más coreadas en los estadios de Colombia

Es dificil describirlo con palabras, pero los que hemos estado en una tribuna rodeados de amigos y desconocidos, viendo al equipo de nuestra vida jugar y gritando con toda nuestra fuerza las canciones futboleras que se nos han ido grabando con los años, entendemos que más allá de estar coreando simples melodías, lo que entonamos es la música que nos calienta la sangre, que nos incita a alentar con todas las ganas. Y no importa si uno es de Millonarios, Nacional, Santa Fe, Junior o cualquier otro equipo del FPC, el sentimiento siempre será el mismo cuando se va a la cancha con la intención de apoyar al equipo los noventa minutos y preparado para hacerse sentir como el jugador número 12 siempre que el balón esté rodando en la cancha.

Finalmente todo se trata de un sentimiento de unión entre los hinchas que van al estadio y por eso es que las barras son tan importantes en el fútbol. Son ese ingrediente necesario para prender la fiesta durante los partidos y ssus letras aprenden asistiendo juicioso a la tribuna y no buscándolas en Intenet. Y es que a pesar de que muchos de los equipos en nuestro país tienen sus canciones originales -grabadas específicamente para hacerle un homenaje al equipo- personalmente creo que las que tienen más valor son las que se inventan los hinchas, que a lo largo de los años han adaptado las letras de canciones famosas o barras inventadas en el sur del continente para inventarse sus propios himnos futboleros dedicados a sus equipos. Barras que sin grandes inversiones en producción musical, cantadas generalmente con acento argentino y sacadas del ingenio popular, retumban en los estadios y son cantadas por personas de todas las edades, que saltan y mueven los brazos descontrolados.

Este es un recorrido por el origen musical de esas barras futboleras que se cantan a grito herido semana tras semana en todos los estadios nuestro país.

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Amar Azul - "Yo me enamoré"

Esta cumbia villera inventada por los argentinos de Amar Azul es la inspiración para una de las barras más cantadas en El Campín. Un tema que, gracias a los hinchas, pasó de tener una letra rosa de un borrachín que se enamoró en un bar a contar la historia del fanático que desde pequeño lo llevaron al estadio hasta que se enamoró perdidamente del equipo.

"Boby mi buen amigo"

Y bueno, esta barra que practicamente todas las hinchadas sudamericanas cantan, terminó siendo una propaganda argentina de principios de los ochenta en el que un niño le canta a su perrito que no va a poder llevarlo de vacaciones. Así es el aguante.

Wilfrido Vargas - "Oye abre tus ojos"

La música popular y el fútbol se llevan muy bien y esta unión entre el merengue de Wilfrido Vargas y la barra verdolaga lo demuestra. Pura sabrosura bailable en forma de una canción coreable -y obviamente más lenta que la original- que le hace homenaje al último ganador de la Copa Libertadores.

Armando Hernández - “Loquito por ti”

A los santafereños les fascina corear esta canción de Armando Hernández, el 'Rey de la Música Trópical'. Un tema con aires decembrinos que originalmente estaba dedicado a una señorita bien agraciada y que los hinchas del equipo rojo capitalino convirtieron en un himno de lealtad a su equipo.

Hugo Blanco - “Moliendo Café”

La Rexixtenxia -si, así se llama la barra del Medellín- es otra de las tantas barras que versionan este clásico del arpista venezolano Hugo Blanco para cantar ese: "¡Y vamo vamo vamo vamo!" que pone a la gente a saltar enloquecida.

Los Naufragos - “Zapato roto”

Esta canción de la agrupación setentera argentina Los Naufragos, es el himno de los perdedores en el fútbol, de los que se llevan una goleada, quedan eliminados o en el caso del América, se van a jugar a la B, donde ya llevan un buen rato. Lo positivo es que esta barra por lo menos le mete optimismo a esos malos momentos en los que es fácil perderle toda la fe al equipo y ponerse a ver fútbol extranjero.

Grupo Niche - “Cali pachanguero”

Obviamente los del Cali tenían que coger la canción más emblemática de su ciudad y convertirla en uno de sus himnos futboleros. Una dedicación a la ciudad y a los fanáticos del único equipo caleño que todavía juega en la primera división.

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