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Música

Spike Jonze dirigió un comercial para Kenzo que está mejor que el 94 % de los videos musicales que circulan

Margaret Qualley de 'The Leftovers' apenas y controla sus miembros en este clip con música de Sam Spiegel y Ape Drums. El resultado es glorioso.

¿Sorprende que el comercial que hizo Spike Jonze para la útlima fragancia de Kenzo, Kenzo World, sea mejor que el 94 % de los videos musicales del momento? Eh, no. El cerebro de este hombre es una maravilla moderna y ha dirigido algunos de los promos y comerciales definitorios de la cultura pop desde la década de los 90.

Hoy en día se trata menos de hacer videos musicales brillosos y espectaculares, y más sobre ser inventivos con un presupuesto muy limitado —la clave está en saberlo estirar como boligoma. Spike ha seguido su camino como artista, pero este comercial de modas es esencialmente un videoclip musical para Sam Spiegel & Ape Drums en colaboración con Assassin, para una canción que se llama "Mutant Brain". Como puedes estar o no al tanto, Sam hace música bajo el mote de N. A. S. A. y es el hermano de Spike, mientras que la mente creativa de Kenzo, Humberto Leon, es uno de los más cercanos amigos del director (Leon también es el co-fundador de Opening Ceremony y el par han sido frecuentes colaboradores a lo largo de los años).

En el clip, Margarte Qualley de 21 años, a quien tal vez reconozcan por The Leftovers, se ecuentra a sí misma escuchando cortésmente los discursos en la ceremonia de algunos premios súper serios, ataviada con un espectacular vestido largo colo verde, de la marca Kenzo. Cuando sale al vestíbulo del teatro y un par de lágrimas ruedan por sus aterciopeladas mejillas, este pedo se pone realmente interesante. La canción es agresiva, golpéandote los oídos con beats cortados y pegados en Pro-Tools y hechos con el fin de que tu cuerpo se mueva; y qué rico se convulsiona Qualley al ritmo de ese beat. Con una mezcla perfecta de elegancia, torpeza, y total posesión demoniaca —gracias a la coreografía de Ryan Heffington—, Qualley destruye el entorno imponente del teatro, con uno o tal vez tres dedos lazer y patadas y flips.

Míralo abajo.