Una tarde con la gente de la Milla de Oro, la zona más pija de Madrid

Hace un año publicábamos el mapa de las infidelidades en Madrid, y el Barrio de Salamanca salía como incontestable ganador. Pero no solo en esta categoría resulta vencedora esta exclusiva zona madrileña. También arrasa en cuanto al precio del metro cuadrado de la vivienda, número de restaurantes caros, porteros de fincas, gente por las calle, nobleza, coches caros, apariciones fugaces de celebrities -futbolistas, artistas, actores y modelos- y por tener la Milla de Oro. Es decir, la mayor concentración de tiendas de lujo: joyas, ropa, relojes muy caros y, prácticamente, todo lo que uno pueda comprar con mucha, mucha pasta.

Hemos decidido pasar un rato en esta zona madrileña, pasarnos por allí a la hora de la comida, cuando los trabajadores tienen un ratito para alimentarse y se juntan en la calle con los habitantes clásicos del barrio. Antes de empezar nuestra tourné por avenidas y calles nos paramos con un Testigo de Jehová, que tiene montado un pequeño chiringuito en el cruce de Goya y Alcalá, nuestro lugar de partida."Nosotros, por la Biblia, estamos obligados a llevar la palabra de Dios por todas las casas. Lo dice en bastantes sitios, entre otros en Mateo 24-14. Nos ponemos en la calle porque aquí es bastante difícil llegar hasta los domicilios. La gente está trabajando a estas horas y, si no, hay porteros y cámaras de seguridad que nos impiden pasar".

"Vivo en este barrio desde hace bastante tiempo, y me encanta, me parece como si fuera un poco un pueblo, aquí todo el mundo se conoce. También he vivido, por el trabajo que tenía mi marido, temporadas fuera de España, en Rusia, Alemania e Inglaterra. A lo largo de mi vida he tenido varios oficios, fui modelo, jefa de azafatas de Iberia y también tuve recientemente una inmobiliaria. En este barrio hay dinero, pero también hay mucho 'nuevo pobre'. Hay que adaptarse, mira yo llevo estos zapatos de Chanel que son de hace 25 años".

"Aquí tuvimos parte de la colección personal de pintura, mobiliario y decoración de Sara Montiel y lo que hizo Maruja Díaz al morir fue donar todo lo que tenía para que lo subastáramos con fines benéficos, incluidos 80 o 100 vestidos artísticos de los que ella usaba. Ahora mismo los estamos catalogando para hacer una exposición. En cuanto a el negocio, éste es un buen lugar para estar, aunque la crisis, sea real o no, claro que se nota, pero lo bueno siempre tiene venta, sea joyería, pintura o una inmobiliaria", nos cuenta el propietario del espacio, David Cuevas.

"Llevo tres años trabajando en esta casa, antes me había dedicado a montar muebles. La verdad es que es un barrio en el que se trabaja muy bien, yo estoy muy contento, me llevo bien con mis colegas de otras fincas. Se nota que la gente de por aquí tiene buen poder adquisitivo, a veces veo por la calle a artistas, algún político y futbolistas. Mira, la semana pasada ahí, en esa tienda de Claudio Coello estaban comprando ropa Keylor Navas y James Rodríguez".

"Aquí nuestros clientes son días como hoy, entre semana, casi todos ejecutivos, luego los fines de semana son más familias. En nuestro restaurante no tenemos menú del día, pero sí algunas sugerencias, pero la gente a diario prefiere picar algo rápido y seguir trabajando. Nuestros platos estrella son el pescaíto frito y el rabo de toro".

Uno de los camareros del bar

"Es un barrio bastante bueno para trabajar, porque tienes de todo. Si necesitas hacer la compra antes de ir a casa, puedes, y también tienes tiendas, y no todas son caras. Están también las otras cadenas. Respecto a comer, tampoco es una pasada de caro, entre 10 y 13 euros puedes conseguir menús del día buenos".

Vive en Nueva York, pero ahora está de paso por Madrid para un negocio inmobiliario. "Aunque soy de aquí, de Chamberí, me quedo siempre en un hotel en este barrio cuando vengo por motivos de trabajo".

Trabaja en la tienda de Valentino desde hace 12 años. "No soy del barrio, solo vengo por motivos de trabajo, pero esta zona me gusta. La mayoría de nuestras clientas son de aquí. La crisis en una tienda como la nuestra no se nota. En general, este barrio funciona bastante bien a nivel comercial, porque este tipo de negocios se mantiene gracias al turismo extranjero con dinero".

Es ecuatoriana, lleva cuatro años en Madrid, vive en la calle Princesa pero trabaja por la zona. "Me gusta el barrio. En general estoy muy contenta en Madrid. No me parece especialmente caro, es más barato que Ecuador en algunas cosas, por ejemplo en comer". En las dos horas libres que tiene en su trabajo, aprovecha para salir a recaudar dinero para los afectados por el terremoto que ha sufrido recientemente su país de origen.

De estas tres compañeras de trabajo (en una firma de moda) solo una, Margarita, vive en el barrio. A Margarita le gusta porque está céntrico y llega rápido a trabajar. "No me parece más caro que otros barrios, y 'el rollo' que puede haber en otros sitos no me compensa estar cerca de donde trabajo. Además, las tres destacan que aquí están las mejores tiendas.