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Cultură

Hablemos de autoedición

Este año llega la segunda edición del Gutter Fest, un encuentro de autores, editores, autores/editores y editores/autores. Allí podremos encontrar de todo: fanzines, cómics, compendios ilustrados, discos de vinilo, cassettes, carteles y camisetas...

Este año llega la segunda edición del Gutter Fest, un encuentro de autores, editores, autores/editores y editores/autores. Allí podremos encontrar de todo: fanzines, cómics, compendios ilustrados, discos de vinilo, cassettes, carteles y camisetas serigrafiadas, conciertos, mesas redondas entorno a la autoproducción e incluso cerveza. Los organizadores del tinglado se conocieron en el Tenderete de Valencia, otro encuentro de autoedición de reconocimiento estatal. Entonces estos tipos se dieron cuenta de que muchos de los allí presentes eran de Barcelona y, puesto que en ese momento no existía ningún festival de estas características en esa ciudad, decidieron montar algo. Ese algo fue el Gutter, que es algo más que una feria, es una oda a la libertad, a la autoedición, a la economización de recursos, a la exploración personal y al descubrimiento. El Gutter es, sin duda, un posicionamiento político y existencial. Bueno, quizás se me esté yendo de las manos.

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VICE: Últimamente han surgido muchos pequeños festivales de autoedición. ¿Qué pasa con las ferias habituales como el Saló del Còmic de Barcelona o el Expocómic de Madrid?

Gutter: Que las ferias grandes están más preocupadas por hacer dinero con el manga y los muñequitos, han perdido a los autores en pos de la mercantilización. Existe todo un mundo soterrado de autoediciones muy interesante que no encontraba sitio en estos eventos y suponemos que por esa falta de atención de los salones han surgido propuestas como el FLIA, el Graf o la nuestra, el Gutter, donde juntarnos todos los margis para hacer piña.

¿Es la autoedición un puente para llegar a editar en una editorial?

Cada uno tendrá sus pretensiones, si tu objetivo es llegar a editoriales grandes, puede ser una buena forma. Pero muchas de las personas que conocemos que se autoeditan no las vemos con esa fijación, incluso algunos crean su propio sello editorial más bien con la intención de compartir el material que hacen y pasarlo bien que con la de llegar a las editoriales grandes.

Menudas preguntas más de periódico, ¿no? En fin, ¿creéis que puede existir un exceso de material? Quiero decir, la autoedición es barata y por lo tanto cualquiera puede plasmar en papel, disco o cassette sus mierdas. Supongo que esto es positivo pero ¿alguna vez habéis pensado que algo no merece ser editado?

Eso se lo dejamos al visitante, que decida por sí mismo qué merece la pena y qué no. Por nuestra parte, sabiendo que España es uno de los países con mayor nivel de edición “profesional” (cada año se publican millones y millones de nuevos libros que tienen una media de vida de un mes o mes y medio en librerías), nos preguntamos: ¿por qué se tiene que dejar de autopublicar algo? ¿Por qué dejar de hacer un fanzine -aunque no valga la pena- si millones de personas en tres meses han convertido “Cincuenta sombras de Gray” en un fenómeno literario? Autoeditar mierda, como mínimo, es más honesto que editar mierda: al menos no hay nadie que venga a decirte que lo que vas a encontrar en su libro te va a cambiar tu vida social, sexual, emocional… Y si lo hace, no te fíes.

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Y al final el problema del exceso es un problema generalizado, no exclusivo del mundo cultural, hagan sus cuentas… ¿Qué vale la pena?

¿Qué opináis de ciertas revistas que se proclaman como “fanzines”  pero que están más cerca de la revista del quiosco de la Fnac que de la autoedición? ¿Qué es lo que hace que algo sea un fanzine?

Esto va a quedar raro, pero tú lo explicas muy bien en este artículo.

Imagen vía

Cada vez las ediciones autoeditadas están más elaboradas a nivel estético (cercanos a una edición editorial convencional). ¿Creéis que se está perdiendo la estética fanzinera?

Depende de lo que entiendas por estética fanzinera (que se trata de una carencia de recursos económicos no de una estética), pero sea como sea, “perder” no creemos que sea el verbo adecuado. Tal vez diríamos que está mutando o que está “en constante evolución”, que es más “respuesta de periódico”. La connotación de “perdiendo” no representa para nada el enorme crecimiento de publicaciones que se está dando. Eso es así porque los medios que tenemos a mano y el abaratamiento de los costes de impresión nos permiten trabajar en formatos que van más allá de lo que antes se entendía por “estética fanzinera”, con resultados muy variados.

¿Es aceptable la censura en estos mundos de la autoedición y la distribución alternativa?

Censura no sería la palabra adecuada. Más bien el criterio de cada autoeditor que a veces funciona como censura sin que nos demos cuenta. Autoeditarse es la libertad de chocar con tus propios límites. Pero si hablamos de censura externa, eso no puede existir. La censura solo puede darse cuando estás en una posición de dependencia hacia el otro (recibes empleo, recursos, logística, etc. a cambio de adaptarte a la “línea editorial”). Si bien es verdad que ahora por un tweet desacertado te meten en la cárcel, la difusión y la tirada que suele tener el material autoeditado y el público que se interesa por él hace que estas situaciones sean poco probables.

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Recomendadme algo de entre todo el material que podremos encontrar en el Gutter.

Recomendamos pasaros por el Gutter y recorrer todas las mesas para ojear, oler y preguntar por todo lo que veréis, contaremos con más de 100 expositores de lo más variado. Por destacar algo, este año tenemos una exposición de carteles serigrafiados de autores europeos que nos trae Mathieu Desjardins desde Francia con su sello Meconium Editions. Y como no, tendremos a la venta el producto estrella que nos ayuda a financiar el Gutter: Birra.

Joder, quería hablar de la riso. ¿De qué va todo esto? ¿Qué es? ¿Hay cada vez más revistas impresas con risografía? ¿Es más barato? ¿Qué coño?

Podríamos decir que la risografía es el hijo bastardo de la fotocopia y la serigrafía (un hijo muy bastardo) ya que la máquina parece una fotocopiadora, pero por dentro es totalmente diferente. En su día fue creada para la producción industrial, como una fotocopiadora para encargos inmensos, ya que imprime a toda hostia y los gastos son mínimos. Es un proceso en el que se utilizan plantillas, como en la serigrafía, lo que significa que para hacer una impresión donde hay más de un color, el papel pasará de nuevo por la máquina, tantas veces como colores haya. Esto hace que el resultado sea diferente cada vez, es decir, que las tintas nunca estarán “cuadradas” exactamente. Por otro lado, la tinta que suele utilizarse es con base de soja, lo que hace que tenga un impacto medioambiental mucho menor. Y para que engañarnos, el resultado es una pasada, si no echarle un vistazo a los carteles que hemos impreso para el Gutter!

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Bueno, muchas gracias camaradas. Nos vemos en el Gutter, espero que no se me vaya de las manos esto de la cerveza. ¿A vosotros os gusta beber, chicos?

¡Todo este tinglado es una excusa para acabar borrachos perdidos en el after de la fiesta final!

El Gutter Fest se celebra el 9 y 10 de mayo en el Hangar, Barcelona. La entrada es gratuita.

Aquí está su Tumblr: http://gutterfest.tumblr.com

Y aquí el evento de Facebook: https://www.facebook.com/events/756807534359773/