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Cómo el porno anarquista cambió Italia para siempre

La pornografía italiana de los años 80 no era necesariamente glamurosa, sino más bien un símbolo de la contracultura italiana y la liberación sexual.

Todas las imágenes son cortesía de Carmine Amoroso

El porno italiano ya no es lo que era; hoy en día es un último recurso común y deprimente que utilizan las personalidades de televisión fracasadas. No obstante, durante la segunda mitad de la década de 1980 fue una industria deslumbrante repleta de estrellas reconocidas internacionalmente como Moana Pozzi, Rocco Siffredi y Selen, que actuaron junto con personajes como Ron Jeremy.

Hacia finales de los 80, la industria del porno ya era un negocio bien establecido, pero la visión detrás de ella era una completamente diferente. En esa época, se catapultó como un fenómeno cultural. La pornografía no era necesariamente glamurosa, sino más bien un símbolo de la contracultura italiana y la liberación sexual.

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El director Carmine Amoroso pasó su últimos años en la industria trabajando en un documental independiente sobre los "pioneros [italianos] que pelearon por la libertad de expresión y la libertad sexual a través del derecho a hacer pornografía", como Lasse Braun, Riccardo Schicchi, Ilona Staller (Ciccolina) y Giulia Gamba.

De ahí nació Porn to Be Free, que se estrenó en enero en el Festival Internacional de Cine de Rotterdam. Hablé con Carmine Amoroso sobre la génesis del porno italiano, su impacto político y cómo ha evolucionado en años recientes.

VICE: ¿Cómo y por qué decidiste hacer Porn to Be Free? Carmine Amoroso: Conocí a Ricardo Schicchi en el estreno de una película en 2011; allí empezó todo. Yo sabía quién era gracias a la televisión, pero nunca antes nos habíamos visto: esa noche descubrí que era un hombre extraordinario, muy culto. Quería hacer un documental que se centrara solo en él, pero más adelante descubrió que tenía una enfermedad debilitante, y hacer el documental que habíamos imaginado se volvió imposible. Entonces decidí expandir el proyecto e investigar qué impacto tuvo la industria porno en la contracultura y política italianas de 1960 a la década de 1980. Esos fueron los años "políticos" de la pornografía en Italia: alcanzó su máximo impacto en una época en que la Iglesia católica era muy poderosa.

¿Quiénes fueron las figuras centrales de esta revolución? El documental empieza con un personaje espléndido: Lasse Braun, uno de los primeros directores que filmaron y alcanzaron fama con lo que conocemos como "pornografía mainstream". Él aprendió a hacer cine leyendo manuales y los posproducía en su casa para que no lo arrestaran, también creó un sistema de distribución innovador, a través de revistas y apartados postales. Fue el primer director porno que presentó en Cannes.

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En esa época, la pornografía estaba estrictamente prohibida: era ilegal. Y no era como la "pornografía" ilegal que vemos hoy en día; las fotos de desnudos, por ejemplo, eran ilegales. En ese entonces, la sociedad estaba en crisis: había debates sobre el divorcio, la conducta sexual, todo. Braun sirvió como el catalizador que plasmó esa crisis en la pornografía. Era el Larry Flint de Italia.

Lasse Braun

Lasse Braun se dio cuenta de que para lograr que algo fuera mainstream tienes que convertirlo en un "producto" para asegurar su legalización. Si algo se convierte en una mercancía, el sistema o la sociedad terminará por asimilarlo. Si pienso en los vestigios del movimiento hippie, por ejemplo, lo primero que te viene a la mente son modelos con cabello largo y vaqueros rotos. Exacto, y lo mismo ocurrió con Schicchi. Fue el primero en llevar el porno a la televisión. Convirtió a Cicciolina y a Moana Pozzi en celebridades. Si llegaron a ser tan grandiosas fue porque eran mainstream y sabían cómo utilizar su popularidad. Antes de Braun, el porno era solo para los ricos; aquellos que tenían el dinero para comprar películas ilegales.

¿Qué opinas de las películas porno de los 70? Fueron emblemáticas y muy infravaloradas. Todavía no había "estrellas porno" como tal. Todo era más placentero y natural; en cuanto a lo estético, las películas porno estaba ligadas a la naturaleza. Además, era muy libre: Giulia Gambra, la primera directora porno italiana, recuerda en el documental que ese fue el sentimiento que inició todo.

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¿Quién fue el primer icono del porno italiano? Braun era un innovador pero no era tan famoso. El primer icono fue Ilona Staller, Cicciolina. En el documental hablamos en detalle de su rol: ella era un personaje muy sólido que salió directo de la mente de Schicchi. Era la personificación de su imaginación. Ella representaba todas las facetas y la complejidad del porno italiano. Cicciolina era el símbolo de la belleza natural del sexo.

Si Braun es el fundador del porno italiano, ¿entonces Riccardo Schicchi qué es? Schicchi convirtió la industria porno en lo que era. En verdad era el rey del porno italiano.

En tu documental presentas un montón de entrevistas con gente que no forma parte de la industria del porno directamente explicando lo que el porno significó para la contracultura italiana. ¿Cómo se convirtió el porno en su arma? La pornografía representó la liberación del cuerpo. El cuerpo tenía que desnudarse también desde un punto de vista conceptual. Considera, por ejemplo, los festivales hippies de Parco Lambro en Milán; hay docenas de personas que se desnudan en el parque público. El cuerpo desnudo representaba un elemento revolucionario.

¿Qué representaba el porno desde un punto de vista político? El porno se colocó en un contexto anarquista de izquierda libertaria: estaba íntimamente relacionado con el Partido Radical, que tuvo un papel importante en el debate sobre derechos civiles durante esos años. Ilona Straller se convirtió en miembro del parlamento italiano de ese partido en 1987.

La industria porno se encuentra estancada actualmente. ¿Cuándo crees que empezó su declive?

El porno italiano, político y conceptual del que hablo murió junto con Moana Pozzi en 1994. Ese fue un momento de grandes cambios. Pero el porno no es solamente un espectáculo, es un lenguaje de evolución constante. El porno siempre va por delante; el hecho de que ya no exista una industria verdadera no significa que esté muerto, simplemente significa que estamos avanzando y que ha cambiado nuestra manera de usarlo.