Reporte de drogas: ¡Por una cocaína legal!

La mefedrona es una droga que sólo puedes comprar por internet, y ha sido descrita como una combinación entre coca y MDMA. Se ha consumido durante algún tiempo en los bares y antros gay, pero recientemente está ampliando sus horizontes. Aún no ha sido ilegalizada y como sólo cuesta diez libras (unos 200 pesos) el gramo, fuimos con un amigo a conseguir un poco para cómo se la metía y cómo le ponía. La entrevista que leerás a continuación fue hecha dos días después de la primera línea y conducida tres horas después de que los ataques de pánico y las alucinaciones cesaron.

¿De dónde la sacaste?
El güey que la probó: De una página en internet que distribuye en festivales raros en los que venden sombreros, poppers y aliens que brillan en la oscuridad. Fueron 60 libras por seis gramos en una bolsita de plástico bien bonita, no se veía tan malo la verdad.

¿Cómo fue tu experiencia en comparación con la coca?
Te pica un poco la nariz, no está tan mal, pero es bastante grueso así que se te atora en la nariz y cuando hablas con la gente te sientes como Ringo, así todo mormado, cosa que está bien gacha porque yo hablaba un chingo.

Entonces, ¿es como la coca, solo que te pones mormado y hablas un chingo? Algo así, pero no tanto. Tiene cualidades alucinógenas. Hizo que mis ojos se movieran como los de un camaleón,  las cosas se pusieron flácidas, no podía dejar de parpadear y de repente podía notar las vibraciones y las ondas de calor que emanaban de las cosas. No se compara con las alucinaciones del éxtasis o el MDMA. La última vez que hice MDMA escupí un gargajo de un muy buen tamaño,  hasta hizo un charcote y se fusionó con el pavimento, de hecho mi novia tuvo que venir a recogerme.

¿Dónde estabas cuando te drogaste con mefedrona?
En un lugar típico para drogarte, un desfile de modas bien pinche, con pisto gratis y un chingo de gente insoportable.

Genial, entonces estabas ahí hablando como Ringo y viendo ondas de calor. Sí, además les contaba a todos lo increíble que  se sentía, pero bueno, eso era porque apenas era la primera hora después de haberla inhalado. Se me hace chiquito de solo pensar en eso.

No mames.
Sí pero esa fue la parte chida de la experiencia.

¿Cuál fue la parte mala?
Me dio para abajo después del primer pegue, porque tenía esta madre en la bolsa y me sentía obligado a dárselo a gente que ni conocía  y a ponerme hasta la madre, y de repente andas bien loco y terminas en lugares y con gente con las que normalmente no irías a ningún lado.

¿De esos seis gramos cuántos inhalaste?
Todos, lo inhalé todo, todo el tiempo hablaba como Ringo y después hice eso que hacen todos los borrachos, cuando están muy borrachos: beber cualquier cosa con alcohol. Recuerdo que tomé un tarro de vino blanco mezclado con vino tinto, después vodka con refresco de limonada de dieta caliente en un vasito de papel. También recuerdo haber tomado un traguito de whisky puro de un vaso con un poco de cenizas de cigarro.

Mmmm.
Me terminé los seis gramos para las 6AM del día siguiente. Además me metí un gramo de coca que se sintió increíble en comparación con la mefedrona.

¿Cómo se sintieron tú y tu nariz al día siguiente?
Muy, pero muy jodidos. Era la clásica combinación entre tristeza y miedo, pero sintiéndote más barato y sucio que después de meterte coca normal. Creo que es el precio de la coca: un raro sentimiento de depresión suicida y vergüenza. Todavía tengo un pedazo de esa madre metida en la nariz, eso mezclado con un desmadroso dolor de oído, nariz y garganta. Mi boca me está matando.

Tengo que decir que no suena tan mal.
También tenía una total e incontrolable manía. Me sentía completamente loco, recuerdo haber estado parado frente a mis cortinas observando los espacios entre ellas. Después veía las ondas de calor salir de ellas y era de miedo ver cada carro que pasaba por enfrente, cada uno era como si viniera un chingo de gente a visitarme y decirme todas las cosas malas que había hecho con mi vida, o simplemente a matarme o algo.

Estar en tu casa solo intensifica todas las cosas malas. Y se puso peor cuando me metí a Wikipedia. Había un chingo de información bien aburrida sobre los componentes químicos de los que está hecha la mefedrona, pero lo que neta se me quedó en la cabeza fue que todo lo que leía acerca de la droga decía  “MUERTE” y cosas como “El chico de 18 años y unos amigos tomaron la sustancia combinada con cannabis, el viernes 12 de febrero. Una ambulancia fue llamada después de unas horas, después de que una joven comenzara a convulsionarse y se pusiera azul”.

Imagina que te estés muriendo y te dejen allí tirado, cual pitufo asfixiado. ¿Qué efecto tuvo en ti lo que leíste en Wikipedia?
Pánico, arrepentimiento, vergüenza, miedo. Fumé un chingo, uno tras otro y normalmente no fumo. También tuve un sentimiento de miedo a la muerte, pero la tristeza que sentía era demasiado intensa que espantó al miedo.

¿Qué aprendiste de tu experiencia con la mefedrona?
No había tomado drogas hace unos  cuatro meses porque había tenido un par de problemas unos años atrás. Y creo que estos seis gramos fueron un recordatorio sobre el duro mundo de la bebida gratis, las drogas jodidas y la gente mala. Esa fue una de las razones por las que me hice drogadicto en un principio. Nunca voy a regresar. Al menos esa es mi excusa. ¿Ya puedo irme a casa?