​Brodinski nos habla acerca de la bulimia cultural, Kanye, y su nuevo álbum 'Brava'

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Música

​Brodinski nos habla acerca de la bulimia cultural, Kanye, y su nuevo álbum 'Brava'

"Aprendí a amar la música con las puertas abiertas. Este álbum no es un clímax, sino un nuevo comienzo". ​

Brodinski exuda encanto gálico mientras sale del Eurostar, coordinando un par de Nikes completamente negros recién salidos de su caja con una camiseta con cuello plegable Fila y un Rolex discretamente mostrado. Él es la representación del look cool parisino. Como DJ, productor, y director del sello discográfico Bromance, Brodinski ha fusionado la construcción del techno con un electro con la cerdez del Electro y el modus operandi del Hip Hop. El resultado, como se demostró con su próximo álbum Brava, es un emocionante recorrido a través de los elementos más bailables de los tres.

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Londres, nos dice Brodinski, es una ciudad que significa mucho para él. Durante su primera visita se unió a Andrew Weatherall en una fiesta de Bugged Out y ha mantenido sus apariciones desde entonces. "Toqué anoche ahí, en The End. He tocado en Durr algunas veces, XOYO, The NEst, Fire en Vauxhall también".

Brodinski también pasó algún tiempo en Reino Unido como uno de los conductores del emblemático show de Radio One para los talentos emergentes, " In New DJs We Trust". Eso no quiere decir que lo de por sentado, notando que aunque es sólo un recorrido de dos horas, a un salto de distancia, las diferencias entre Inglaterra y Francia son muchas "en la comida, comportamiento, la fiesta, clima, arquitectura". A veces se siente como salir de un avión luego de un viaje de doce horas hacia lo desconocido.

La alteridad, para mí al menos, parece como una manera necesaria de ver lo que ha Brodinski ha hecho a últimas fechas. Ignoren el acechante espectro del hip-house y no es tan seguido que el rap y el dance explícitamente se unen en el dancefloor. Hace unos cinco años, Brodinski decidió expandirse y explorar otros caminos musicales menos houseros, y saltarines. "Me encanta la música rap", dice. "La escena de Memphis especialmente, gente como Three 6 Mafia, Gangsta Boo, Project Pat. Houston fue importante también, y DJ Screw me interesó mucho al igual que el resto de Screwed Up Clique".

No estando contento con ser un escucha más, comenzó a viajar ahí. "Ahí pensé, 'Sí, quiero producir música para estos tipos' ". Así que eso fue lo que comenzó a hacer. Los ingleses, siente, "se enfoca más y más en lo que tienen desde el punto de vista musical, ya sea grime, dubstep, o incluso el new rave, lo cual pegó cuando comencé a producir música", dice. Este sentido de orgullo en la vieja y querida Britania podría parecer un poco extraño para alguien que creció bajo la sombra de una auto-borradura promovida pero a menudo en esta vida, se necesita de la perspectiva de otro para analizarse realmente a uno mismo.

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Brava vibra con una energía ilimitada. Es descarada y metálica, el tipo de disco que necesita ser escuchado a través de un sistema Funktion-One o a toda velocidad en la autopista. Es una propulsiva mezcla de percusiones alegres y trappy y el aporreo despiadado de un bajeos maximizados en el club. Con un reparto vocal que incluye a gente como el gorjeante ILoveMakonnen, Young Scooter afiliado a Brick Squad, y Peewee Longway, él no escatima en talento. Parte del interés en producir este disco, fue el hecho de que le permitió explorar algo que había notado cuando trabajó con Kanye West como parte de la unidad de producción all-star detrás de Yeezus. "Trabajar con Kanye me hizo darme cuenta de que a pesar de provenir de mundos distintos, yo sabía todo acerca de él, y él nada acerca de mí".

El mundo de Brodinski emergió del panorama marcado por los blogs post-Ed Banger en Francia a mediados y finales de los dosmiles. "Siento que tengo una historia muy especial con Ed Banger, especialmente con DJ Mehdi, Pedro, y Some, ellos, toda la gente que me ayudó cuando era joven". Esos no son nombres necesariamente familiares para los raperos jóvenes en Atlanta, pero fue parte de la diversión para él. "Ha habido muchas reuniones con los raperos, he pasado mucho tiempo en Atlanta, Washington y LA, viviendo con ellos, grabando con ellos, mostrándoles discos de Chris Liebing y todo eso", Brodinski recuerda. Fueron, nos dice, seducidos por el poder eterno de París dentro de la imaginación americana. Esto facilitó un poco, que accedieran a participar. Quien fuera con quien trabajara, era vital que llegaran a ese nivel humano fundamental.

Descrito por sí mismo como un "bulímico cultural", Brodinski sorprende siendo un hombre con intención de devorar cualquier cosa en la que esté interesado, pero, crucialmente, alguien con la capacidad de retroceder y evaluar lo que ha reunido. "

Brava no iba a ser un álbum conceptual donde tomabas dos géneros y pensar que iban a funcionar juntos", dice. "Eso nunca funciona. Nunca. Nunca. Elton John y Bob Marley no funcionarían". En vez, Brodinski apuntó hacia un disco que funcionó como una herramienta efectiva en el club además de una experiencia de escucha a largo plazo. "Aprendí a amar la música con las puertas abiertas. Este álbum no es un clímax, sino un nuevo comienzo".

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