FYI.

This story is over 5 years old.

USWNT

Una modesta proposición para reemplazar a la escuadra varonil de los EE.UU por el equipo femenil | ES | Translation

Esta semana se dio a conocer que la selección femenil de EE.UU gana menos dinero que la escuadra varonil, a pesar de ser mucho más exitosa. Existe una pronta solución para el problema.
Photo by Soobum Im-USA TODAY Sports

La selección nacional varonil de los Estados Unidos es, y siempre ha sido, una recopilación de decepciones que son consideradas ampliamente como la vergüenza más grande de dicha nación. El país más rico del mundo, con suficientes recursos para producir obscenas cantidades de actividades para la gente en su tiempo libre, debería ser capaz de mantener un mejor porcentaje de victorias por encima del .521. Las opiniones de sus jugadores en torno al salario de su contraparte más exitosa objetivamente hablando y moralmente superior, la selección femenil, deberían ser depositadas en el bausero y prenderles fuego. Que sea un fuego no tan caliente para derretir el bote de basura, pero sí uno que logre terminar con las simplistas y débiles opiniones que de alguna forma infecta su discurso.

Publicidad

La sociedad estadounidense ama arrodillarse ante la idea del capital porque existe debilidad en el corazón de los hombres. Dichos hombres se creen lo que les han dicho: que el dinero es la fuente de la gloria. Definitivamente no lo es. La fuente de toda gloria es el honor, como siempre ha sido. Existen varias formas de obtener el honor, y en todas las facetas el hombre estadounidense está abandonado hasta el punto de ser avergonzado en las arenas. ¿La victoria en la batalla? Los Estados Unidos solo ofrece situaciones problemáticas atrevidas. ¿La producción de grandes obras? Nuestros puentes y túneles se están colapsando porque hemos decidido que no nos importan. ¿El dominio en el deporte? Desde luego, pero solo en los deportes que los estadounidenses inventaron. Los hombres estadounidenses ni siquiera tienen un dominio en el hockey.

Leer más: Equipo alemán combate el racismo pintando a sus jugadores de negro

Esta reciente ola de patético respaldo por una institución vacía y sin esperanza como la selección varonil de EE.UU es un ejemplo de ello. Nuestra pésima escuadra, la cual es odiada hasta por los fans más devotos, no se merece la atención y el desgaste emocional que ha recibido en años recientes. Cada cántico "I Believe" está plagado por la incertidumbre.

Jürgen Klinsman ha hecho lo que puede al importar una generación de hombres ligeramente mejor para intentar sostener, temporalmente, esta casa de papel hasta que colapse por el peso de la debilidad y estupidez de este equipo. Todo lo que ha recibido por su esfuerzo son quejas por parte los malhumorados seguidores. Amigos, todo esta mal, todo.

Publicidad

Por el contrario, el equipo femenil de los Estados Unidos se ha conducido con honor y ha sido recompensado con la gloria en el proceso. Son modelos de un mejor futuro estadounidense, un futuro donde a los hombres se les permita realizar el trabajo fácil, donde discutan incesantemente cosas como "códigos de hermanos", donde debatan las cualidades relativas de las cintas de Quentin Tarantino, y que dejen las tareas más difíciles para las mujeres.

Sin embargo, por el momento, al equipo femenil se le está pagando mucho menos que su contraparte buena para nada. Esta semana, presentaron una demanda para volver a abordar el tema.

Cuando sonríes porque sabes que son las mejores del mundo en lo que hacen. Foto por Mark Konezny-USA TODAY Sports

Mientras los procesos legales se desarrollan, existe una solución para este problema: la selección varonil de EE.UU no debería tener permitido jugar contra el resto del mundo. El gobierno estadounidense, con el respaldo total de nuestra clase política, debería ponerlos en cuarentena bajo un domo gigantes con campos de futbol y otras cosas hasta que encuentren la manera de patear una maldita pelota. A los miembros de este equipo en cuarentena se les requeriría ir a cada uno de los partidos de la selección femenil, cargar con las maletas de su contraparte, pagar su comida, lavar sus autos, y permanecer en absoluto silencio hasta que aprendan cómo comportarse apropiadamente. Hasta podrían aprender otra actividad en sus ratos libres, como por ejemplo jugar con ladrillos.

Por supuesto, vivimos en una sociedad civil, y una solución ideal como esta se encuentra, legalmente, fuera de nuestro alcance. Así que debemos empeñarnos en otro método. Si la escuadra nacional varonil continúa ganando más dinero que su contraparte intelectual y moralmente superior —el equipo que en realidad los fans estadounidenses del deporte reconocen—, entonces tendremos que darnos la vuelta hasta que la disputa se resuelva. La solución a considerar es clara, y también totalmente placentera: es tan simple como dejar de ver a esos perdedores por el televisor. No pagues por unos boletos para verlos perder. No hagas pancartas para celebrar sus logros inexistentes. Simplemente no lo hagas. Mejor ve los partidos de las mujeres. Son mucho mejores.

Para algunos será difícil. Nike ha tomado control de sus cerebros, y la única forma que los estadounidenses pueden demostrar su lealtad es gastando dinero y tiempo en cosas. Pero una vez que dejen esta casa de los horrores de la cual se han convencido es una lugar amigable. Cuando se saquen de la mente que la escuadra varonil no es, ni nunca será, buena para el futbol, entonces serán más felices y mentalmente más saludables como nunca antes.

El futbol varonil en Estados Unidos morirá, lo cual es triste. Pero la gloriosa selección femenil tomará el lugar que le pertenece en los corredores del honor. Pronto, el recuerdo del futbol varonil será solo un chiste. Abracen al futuro. Se aproxima, y disfrutaremos formar parte de él.