FYI.

This story is over 5 years old.

nba

Manu Ginobili sigue entre nosotros, pero no por mucho tiempo

Toda una generación de jugadores de la NBA se está retirando o ha anunciado su retiro al final de la temporada. Pero Ginobili sigue sin darnos señales.
Kim Klement-USA TODAY Sports

Estéticamente hablando, Manu Ginobili dejó de ser una razón para ver jugar a los Spurs de San Antonio desde hace tiempo.

Por supuesto, sigue presente en la medida en que viste la misma playera, su rostro muestra la misma sonrisa, y su cabello sigue siendo escaso. Continúa presentándose en la duela durante 20 minutos cada noche, todo un tótem de la era original de los Tres Grandes de San Antonio. Lo podemos observar, lo podemos ver jugar, podemos recordarlo.

Publicidad

Leer más: Ray Allen y el arte de saber cuándo decir "hasta aquí"

Una de las tramas secundarias del sigiloso y devastador equipo de los Spurs del año pasado fue lo engañosa que puede llegar a ser la edad. A pesar de los años, Tim Duncan se acercó a su mejor nivel para cualquier jugador con 40 años desde Kareem Abdul-Jabbar. En contraste, Tony Parker, de 33 años, decayó de manera abrupta no necesariamente antes de tiempo —esto es lo que pasa con las piernas que han sido explotadas desde los 19 años—, pero de todas formas discordante.

Ginobili, a pesar de desempeñar el papel más secundario, es el jugador más cercano al nivel donde debería estar, rozando una ligera y venerable competencia. La temporada pasada logró su mejor marca de triples en mucho tiempo (39.1 por ciento) pero en general sus tiros fueron eficientes hasta cierto punto (45.3 por ciento), mientras que sus robos de balón (1.7 por partido) no estuvieron tan alejados de aquellos días cuando jugaba 10 minutos más. En su momento considerado uno de los anotadores más electrizantes de la NBA, Ginobili apenas logró 20 puntos en tres ocasiones la temporada pasada. En playoffs, acumuló dobles dígitos de nuevo. Pero ya no se puede depender de su producción todas las noches como antes, y San Antonio es consciente de ello; quien en su momento fue un as en el último cuarto es ahora el suplente de Danny Green. Pero sigue siendo los suficientemente útil por razones que trascienden breves momentos de nostalgia.

Publicidad

El meollo del asunto es cuánto tiempo más seguirá jugando y querrá seguir haciéndolo. Los héroes de la liga de la última década están despidiéndose, y de formas predecibles. Duncan dejó de ser relevante, exactamente como todos esperaban. Kobe Bryant dejó entrevisto su retiro con anticipación, y exprimió cada gota de buena voluntad que pudo. El retiro de Kevin Garnett titubeó en su momento, pero el resultado mayor fue obvio para todo aquel que lo vio desaparecer durante más de dos años. Paul Pierce anunció que pondría fin a su carrera al final de la temporada, mientras que se espera que Dirk Nowitzki aguante un año más.

Pero el futuro es menos claro para Ginobili. Después de verse afectado por una serie de lesiones que lo dejaron disputar sólo 70 partidos en la campaña 2014-15, se decepcionó tanto que anunció públicamente que no jugaría al año siguiente. Le esperaba una lesión aún peor, jugaría menos partidos, sólo para proclamarse un jugador rejuvenecido. "No fue tan difícil decidir que seguiré jugando", le comentó hace poco a Fran Blinebury de NBA.com. Utilizó palabras como "feliz", " a todo dar", y "entusiasmo" para describir su estado actual. Para este punto, se le ve contento por jugar año con año, pero lo que todos nos preguntamos es hasta cuándo esto puede durar —con "esto" nos referimos a su salud, efectividad, o deseo—.

Sabíamos que una postal así era inevitable. Foto por Soobum Im-USA TODAY Sports

Lo cual tiene sentido. Ginobili siempre fue el comodín de San Antonio. No sólo hacía las cosas bajo presión, también evitaba ser predecible. ¿Por qué habría de cambiar a su salida?

Siempre parece existir un elemento imperativo para poner atención a ciertos atletas en sus últimos momentos; una suerte de insistencia de que todos debemos ver sus últimas jugadas antes de que el reloj suene. El jugador que más disfrutamos ver de la dinastía de los Spurs también fue el que menos logros individuales acumuló, y por lo mismo nunca logró el atractivo de Duncan o, incluso, Parker. El retiro de Ginobili no tendrá tanto peso como el de Bryant, Garnett, Pierce o Nowitzki.

Leer más: El punto débil de Steph Curry: El tapón al contraataque

Y aún así existe algo en Ginobili que los separa de los demás. Terminará donde empezó, después de haber aprendido la transición de estrella a actor de reparto como pocos de sus contemporáneos. Hay que darle crédito por la manera en que uno de los jugadores menos ortodoxos se ha adaptado a un papel secundario en la banca. Nunca nos ha parecido extraño ver cómo su estatus ha sido reducido, acto que Gregg Popovich facilitó pero que se llevó a cabo sólo porque Ginobili así lo quiso. En la temporada baja, pudo haberse decantado por Filadelfia para jugar como titular. Pero prefirió quedarse para aportar poco hasta que ya no tenga qué ofrecer.

Ya sea que todo esto sea digno de ver o no, es una elección personal. Ginobili no estará sobre la duela por mucho tiempo, como sea que juegue, y vale la pena recordarlo de vez en cuando. En algún punto del camino, nos regalará destellos de magia. Manu Ginobili fue muchas cosas, pero nunca un jugador aburrido.