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La Catrina y otras creaciones escondidas de José Guadalupe Posada

Buscamos un poco más de José Guadalupe Posada y encontramos ilustraciones que además de reflejar a la sociedad de esa época, están cargadas de obscuridad y terror.

El arte en muchas de sus facetas busca ser crítico, y en el siglo XIX y XX, bajo el poder de Benito Juárez y hasta parte del régimen porfirista, Jose Guadalupe Posada le dio vida a una ilustración que décadas después, se conservaría como un emblema que tendría más relación con las festividades de muertos, que con la realidad social que pretendía reflejar.

Es importante recalcar que el clima de violencia que se vivía en el país, comenzó a generar nuevas formas de adaptación a él, de la misma manera que en la actualidad se puede ver reflejada en los narco-corridos, comenzando a jugar con la idea de la muerte y dando cabida a nuevas expresiones que perdurarían en la cultura de la nación, sin embargo, antes de que la gran influencia visual de Diego Rivera comenzará a experimentar con la creación de las Calaveras Garbanceras, Posada realizó un gran trabajo visual con otros fines, creando ilustraciones para colecciones de canciones llamadas Cancioneros, un conjunto popular de creaciones musicales, relacionadas a momentos importantes que estaban sucediendo, publicadas por Antonio Vanegas Arroyo, el editor popular más importante de México en aquellas épocas, editando colecciones en colaboración con Jaime Nunó «compositor musical del Himno Nacional Mexicano» y Genaro Codina «compositor de la Marcha de Zacatecas».

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La Catrina surge a partir del reflejo de una clase social privilegiada— las publicaciones apegadas a la opinión de la clase media, eran una caricatura de la sociedad adinerada que procuraba tener una vida afrancesada que las otras clases consideraban ridícula y fuera de lugar. A partir de esta idea, Posada crea un personaje sin rasgos físicos aparentes, pero si de opulencia mestiza y kitsch, que criticaba los contrastes y a la burguesía pretenciosa, frívola y superficial de aquella época.

El nombre original de la Catrina no era ese, sino La Calavera Garbancera, término acuñado por Posada que surge a partir de los grupos dedicados a la venta de garbanzo, principalmente personas de origen indígena, que pretendiendo tener una vida burguesa y moderna, se olvidaban de sus orígenes, motivo por el cual Posada reflejaba con crítica y humor a la sociedad en sus calaveras, sin saber que tiempo después, sus creaciones gráficas de calcio y tinta, se convertirían en un personaje importante de la cultura popular mexicana, pintada y ensombrerada por Posada, y vestida y bautizada por Rivera.

La figura de la Catrina se ha visto reflejada no solo en la actualidad, la fuerza de la representación la llevó incluso a pararse al frente del mural de Diego Rivera, ‘Sueño de una Tarde Dominical en la Alameda Central,’ mural pensado para el Hotel del Prado, el más importante de la Ciudad de México, que abatido por el terremoto de 1985, imposibilitó lo previamente planeado, re-ubicando las 35 toneladas creativas de 1947, en el Museo Mural Diego Rivera.

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Posada sintetiza parte de sus ideas en relación a la Catrina cuando describe a la muerte como “…democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera,” una afirmación que fuera de mantenerse histórica, sigue hirviendo en las entrañas de muchos mexicanos que, en secreto y a escondidas, aun se reflejan en el mural de Rivera y en los grabados de Posada.

Mira otros trabajos de José Guadalupe Posada:

Fuentes literarias y fotográficas:

1.- Posada, "el artista que retrató a una época"

Rodriguez, Antonio

Editorial Domes, México (1977)

2.- José Guadalupe Posada, Ilustrador de Cuadernos Populares

López Casillas, Mercurio

Editorial RM, México (2003)

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