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Este cortometraje alucinatorio se hizo sin recurrir a los efectos especiales

Calvin Frederick nos guía por los significados ocultos en su cortometraje lo-fi, 'Agrabagrabah.'
Capturas de pantalla via

Un carrusel reflejado, un ejército de cajas de luz, y un cofre del tesoro de películas se usaron para crear la vívida atmósfera de la más reciente producción experimental de Calvin FrederickAgrabagrabah. Aunque pueda lucir como el alucinante resultado de imágenes generadas por computadora y técnicas de composición, los abstractos visuales de este filme están ampliamente basados en la realidad. Podría sorprenderte, de hecho, que la pieza fue inspirada por los eventos del 11 de septiembre de 2001 (9/11).

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Agrabagrabah se divide en tres partes: la primera es una columna de colores fracturados y sonidos agudos, creada al proyectar una cinta casera que data de 1991 sobre un carnaval desde un vuelo en helicóptero dentro de un cilindro rotatorio cubierto con cinta reflejante. "Seguí mirando el material y tuve una de esas experiencias de las que todos hemos tenido donde no puedes definir si recuerdas algo que sucedió en tu cabeza, o simplemente lo recuerdas porque has visto el material a lo largo de tu vida", dice Frederick a The Creators Project. Esta sensación, agrega, hicieron eco en sus sentimientos cuando trató de recordar los hechos del 9/11.

En la segunda parte del filme, los espectadores ven en zoom torres rectangulares de colores verde, amarillo, azul y rojo mientras que un "maravillosamente ansioso" paisaje sonoro se reproduce. Antes de los eventos del 9/11, Frederick explica que su familia recibió noticias negativas sobre la salud de su abuelo. Luego, ocurrieron los ataques, "completamente todo se estaba desenlazando". Para replicar ese torrente de emociones, el diseñador sonoro Daniel Eaton tomó clips vocales de la infancia de Frederick y los juntó para que todo fuera un hablar al mismo tiempo.

"De niño siempre tuve la idea de que moriría en el año 2057", continúa Frederick, explicando la escena final de Agrabagrabah. Filmada dentro de una escultura híbrida de una pecera y luces, la escena consiste en burbujas doradas flotantes y una vista simétrica del prisma, dándo una vibra de 2001: Odisea del Espacio. "Al pensar en el 9/11 es casi imposible no imaginarte en los edificios durante el evento", señala. "A veces estoy corriendo hacia arrriba del edificio, a veces estoy corriendo hacia abajo. Esta sección del filme era sobre intentar capturar ambas sensaciones en una sola toma".

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El nuevo trabajo de Frederick es más introspectivo que el colorido show de luz de su cortometraje previo, Bermuda. Finalmente, Agrabagrabah es una impresionante reflexión sobre la infancia, mortalidad y la naturaleza fluida de la memoria, traída a la vida en el plano físico. Chécalo a continuación:

Mira más del trabajo de Calvin Frederick en su página en Vimeo.

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Este cortometraje se hizo con una compilación de Vines