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Un campesino peruano se enfrenta a uno de los contaminadores más grandes el mundo

una empresa alemana de servicios públicos, ha demostrado ser una de las más grandes emisoras de carbón en el mundo, la cual debe de pagar por su responsabilidad con respecto al cambio climático que ha provocado el aumento cuádruple antinatural del...

Saúl Luciano Lluiya cultiva maíz y otras especies en su tierra en Huaraz, un pequeño pueblo que se encuentra entre las montañas de la Cordillera Blanca del Perú. Para su mala suerte, Lluiya vive río abajo del Lago Palcacocha, un lago glaciar que está sobrepasando rápidamente sus límites naturales, su nivel se ha incrementado cuatro estadios en los últimos seis añosa causa del derretimiento de los glaciares circundantes. En cualquier momento, el agua puede inundar y destruir su milpa y su casa, dice él mismo y las organizaciones que lo representan. Como respuesta a esta amenaza, Lluiya acusa a una empresa alemana de servicios públicos, que ha demostrado ser una de las más grandes emisoras de carbón en el mundo, para que pague por su responsabilidad con respecto al cambio climático que ha provocado el aumento cuádruple antinatural del lago.

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Ayer, The Guardian, reportó la medida sin precedentes que tomó Lluiya para enfrentarse al gigantesco RWE, la cual genera la mayor parte de la energía eléctrica en Alemania a partir de una mezcla de carbón, gas y plantas nucleares. De acuerdo con Germanwathch, una ONG que está ayudando a Lluiya con su caso, RWE es la emisora individual europea más grande de gases de efecto invernadero; sólo en 2012, la empresa fue la responsable de la emisión de 157 toneladas métricas de dióxido de carbono. Por el papel de RWE en el cambio climático y, por extensión, su implicación en la inundación del Lago Palcacocha, el campesino peruano hizo una petición a la empresa alemana 20,ooo euros para ayudara pagar las medidas de seguridad que estabilicen el lago y prevengan inundaciones catastróficas que amenazan no sólo a Lluiya, sino también a los 55,000 habitantes de Huaraz. Esa suma se reduce a un .5% del costo total proyectado para el drenaje del lago, la construcción de diques y el refuerzo de las existentes; la cantidad de dinero no sería suficiente si se compara con las emisiones globales de las que ha sido responsable RWE desde 1751 hasta 2010, según un reporte de 2013. El Dr. Roda Verheyen, un notable abogado ambiental residente en Hamburgo, representa a Lluiya, quien planea demandar a RWE en una corte alemana si la compañía se rehúsa a pagar.

«Su meta [de Lluiya] era identificar una entidad corporativa grande que pueda ser responsable del cambio climático», Verheyen le dijo a MUNCHIES por teléfono. «Con la mediación de las ONGs que me han contactado, mi cliente ha decidido que RWE era la entidad».

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Aún cuando los litigios ambientales incrementan, usualmente las compañías o los gobiernos son los que demandan a los contaminadores, no los individuales.

«Está acción no tiene comparación en Europa», escribió Christoph Bals, el director legal de Germanwatch. «Los crecientes riesgos del derretimiento glaciar en esta región claramente llevan la firma del cambio climático. Saúl Luciano Lluiya se rehúsa a ser una mera víctima y se está apoderando de su propio destino».

Lluiya le dijo a The Guardian que mientras el gobierno peruano carezca de los fondos necesarios para pagar por las medidas de seguridad necesarias en Huaraz, RWE es una gran y rica empresa que puede mocharse.

«Por mucho tiempo he pensado que aquéllos que causan el cambio climático deben ayudar a solucionar los problemas que han provocado», dijo. «Perú es un país pobre y vulnerable. Los grandes contaminadores que han contribuido al cambio climático hasta deben contribuir con las soluciones a nuestros problemas».

Vienen tiempos difíciles para RWE. Sabine Jeschke, representante de la empresa, le dijo a MUNCHIES que el departamento legal de la compañía está esperando el reclamo de Lluiya. El mes pasado, las acciones de RWE se desplomaron luego de que un consejero de la corte de la Unión Europea rechazó la propuesta de impuesto alemán en combustible nuclear, y la compañía energética se está preparando para el cierre de todos los reactores nucleares alemanes en 2022. Un campesino andino que llama la atención referente a los abusos ambientales no puede ser bueno para RWE, empresa que ya sufre de imagen pública.