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Los días en el Manchester United para el chico malo del futbol inglés están contados. Wayne Rooney tiene 16 meses restantes en su contrato con los Red Devils y todo indica que este verano se despedirá del Teatro de los Sueños.Con la supuesta renovación de Zlatan Ibrahimovic, quien se quedaría dos años más, y el interés del club por hacerse de los servicios de la estrella del Atlético de Madrid, Antoine Griezmann, Rooney perdería minutos y protagonismo en el equipo de Mourinho; tenemos suficientes pruebas para afirmar que el portugués no se tentaría el corazón para dejar a la ex estrella del United en la banca.Si a este mar de rumores le sumamos los recientes guiños que Ronald Koeman, actual entrenador del Everton, le lanzó al delantero del United, todo podría reducirse a una simple espera para ver al hijo pródigo de Merseyside regresar a sus orígenes. En entrevista para Sky Sports News, Koeman mencionó que a Rooney "todavía le quedan dos o tres años para jugar a su máximo nivel. Lo que pasará al final de la temporada no lo sé. En mi opinión es uno de los jugadores que puede hacer a este equipo [Everton] más fuerte de lo que es".
Sin embargo, si el Everton quiere ver a Rooney vestido de azul para la próxima temporada tendrá que preparar una oferta sustanciosa, ya que se dice que clubes de la MLS y la Super Liga china están interesados en el máximo goleador de la selección inglesa. Aunque conociendo el carácter de Rooney, quizá su amor por el club que lo vio debutar a los 16 sería más que suficiente para aceptar un contrato decente.Para ser francos, las palabras de Koeman son un poco demasiado optimistas, ya que Rooney ha demostrado un evidente bajón en su nivel de juego, lo cual es normal, y no lo vemos jugando a su máximo nivel tres años más. Lo mejor para el atacante del United sería tomar un "descanso" de uno o dos años, como todos su compañeros veteranos lo han hecho luego de firmar un contrato millonario en Estados Unidos y China, para después regresar al lugar donde todo empezó, disputar una temporada, y retirarse como los grandes. Un trofeo de copa con los Toffees no le haría mal para consagrarse aún más. Veremos qué sucede en el verano.