Arte en miniatura de porros y pipas

Para la mayoría de los fumadores, mientras más grande sea el cogollo, mejor será la noche. Pero según la artista de 24 años Megh McCalla, los buenos viajes vienen en paquetes pequeños. Probablemente se deba a que la artista con sede en Kansas, conocida como Level Heady, se especializa en hacer arte en miniatura de parafernalia canábica.

A muchos nos encanta el delicado y diminuto mundo del arte en miniatura. Desde excéntricas computadoras Apple hasta diminutas herramientas que realmente funcionan, tendemos a gravitar hacia los mundos compactos que se observan mejor con lupa.

En un nivel básico, esto podría deberse al simple hecho de que las maquetas y las casas de muñecas son adorables. Pero la ciencia dice que también podría deberse a nuestro deseo más profundo y oscuro de tener un control psicológico sobre los objetos pequeños que se convierten en un espacio seguro al evocar un mundo nuevo y diminuto que actúa según nuestros caprichos y fantasías. Aún así, el arte en miniatura tiene la capacidad de agregarle una dimensión completamente nueva al arte normal, sobre todo cuando se cruza con el mundo surrealista de la marihuana.

Pero a excepción del arte relacionado con la marihuana que generalmente suele estar lleno de humor pacheco o hecho de cannabis, el trabajo de Level Heady surge de la lucha de la joven artista con su salud mental y el desempleo en un mundo asolado por la pandemia.

“Me diagnosticaron ansiedad y TOC cuando era adolescente, así que comencé a fumar marihuana medicinal para sobrellevar eso”, le dijo McCalla a VICE. Para McCalla, la marihuana no era solo un medio para drogarse y reírse de tonterías; era más una vía para recuperar la sensación de calma y control. Una desertora de la universidad a la que le costaba trabajo concentrarse en las clases y hacía arte mientras estaba drogada: así se sentía cómoda consigo misma. 

“Cuando comencé a hacer arte en resina y arcilla en 2018, quería hacer algo para expresarme, pero que también tuviera esa energía positiva. Ver versiones en miniatura de [parafernalia] canábica me hace sentir feliz, y a la vez me permite expresar mi estilo personal".

Sus sesiones de arte en marihuana pronto se convirtieron en una colección exitosa de porros diminutos, papel de fumar, extractos de cannabis, toques, bandejas de liar, encendedores e incluso vaporizadores, todo tallado en arcilla, resina y pintura. Luego, el año pasado, en medio de lo peor de la pandemia, McCalla fue despedida de su trabajo como mesera, lo que le permitió centrar toda su atención en su arte. 

Y así, el arte de McCalla resonó instantáneamente entre los pachecos de todo el mundo, incluso cree que algunos posiblemente hayan comprado su material porque estaban demasiado drogados y pensaron que estaban comprando hierba real. "Mis productos no tienen marihuana, y definitivamente no deberías fumarla", explicó con una sonrisa, admitiendo que actualmente está investigando una forma de hacer que sus pipas y vaporizadores en miniatura sean utilizables.

“La mayoría de mis clientes fuman marihuana, pero también hay algunos que compran mis productos para regalárselos a sus amigos", dijo. Para McCalla, los extractos de cannabis, los papeles de fumar y las variedades que lanza seguirán siendo puramente artísticas. Mientras tanto, planea usar su gama de joyas y llaveros con temática canábica, que incluye un set completo para liar porros con forma de collar, para hacer una declaración. También colabora regularmente con pequeñas empresas locales que fabrican parafernalia canábica, haciendo versiones en miniatura de puros y papel de fumar.

“Cuando era niña, solía ir a ver casas en miniatura de estilo colonial en Memphis Toy House. Entonces, cuando miro mi arte en miniatura, para mí es una forma de sentir esa profunda sensación de conexión con mi niña interior".

Si bien la mayoría de la gente asume que imprime su arte en 3D sin esfuerzo, el proceso de McCalla toma desde un par de horas hasta varios días. Una vez que mide el objeto real, recrea un dibujo plano en una hoja de papel y luego comienza imitando el diseño con arcilla.

Para algunos productos, como un vaporizador que hizo para una marca llamada Puffco, usa moldes de silicona para dar forma a sus pipas. Luego echa una capa de resina al producto final para darle brillo y luego lo pinta y pega con cinta adhesiva para perfeccionarlo. “Mis favoritos son los concentrados, especialmente la colofonia (un extracto de cannabis que eventualmente se convierte en aceite de hachís). Cada variedad de cannabis puede ser muy diferente y única como un copo de nieve, así que disfruto del desafío que supone recrearlas".

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