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'El Icetex es malo e ineficiente': Fernando Calao

La semana pasada el sitio web icetextearruina.com, a cargo de la Asociación de Usuarios de Créditos Educativos, fue cerrado por petición del Icetex. Su director, Fernando Calao, nos habla de ese evento (y del Icetex).

"Icetex" es una palabra que puede provocar dolor de cabeza instantáneo en más de un colombiano. La entidad estatal, que ofrece programas de crédito en el país para financiar programas de educación superior, se ha vuelto una pesadilla para varios de los miles de estudiantes que han financiado sus estudios endeudándose con el Estado. Las quejas alrededor de los intereses de estos créditos y de las deudas que no parecen dejar de crecer.

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Por eso no sorprende que eventualmente surgiera una página de Internet llamada "Icetex te arruina", dedicada a brindar asesoría y a recoger testimonios de los estudiantes que, después de graduarse, se endeudan. Los creadores de la página son ACUPE (Asociación de Usuarios de Créditos Educativos), una organización que gestionan siete personas, lideradas por Fernando Calao González, un comunicador social y abogado.

La página salió al aire hace un mes y, después de aproximadamente 20 días de estar funcionando, fue clausurada por una petición que el mismo Icetex le hizo a GoDaddy, la compañía estadounidense que alojaba el dominio de icetextearruina.com. La petición que el Icetex le hizo a GoDaddy alegaba que la página de Internet hacía un uso indebido de su marca. Es decir, el nombre y el logotipo de la entidad. GoDaddy cerró la página y el debate empezó.

Para Pedro Vaca, director de la Flip (Fundación para la Libertad de Prensa en Colombia), el cierre de icetextearruina.com es un caso de censura que viola un principio constitucional. "El artículo 20 de la Constitución consagra la libertad de expresión y prohíbe la censura previa. La libertad de expresión tiene límites, pero esos límites sólo pueden ser impuestos después de que se haya hecho una publicación y respecto a una nota en particular. Es decir, uno puede rectificar una nota de El Tiempo pero no puede cerrar a El Tiempo", me dijo Pedro Vaca cuando hablamos por teléfono.

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Para Pedro, el caso constituye un precedente grave de censura en la historia del país. Según me explicó, la página de icetextearruina.com entra en la esfera del debate y la discusión pública, por lo que el cierre representa una violación a la libertad de expresión.

Me puse en contacto con Fernando Calao, director de ACUPE y de icetextearruina.com, para preguntarle más sobre la organización, sobre el sistema de créditos del Icetex y sobre el fatalismo que sienten sus usuarios y que él condensó en el nombre de su página web.

¿Cómo empieza ACUPE? ¿El inconformismo viene de una historia personal? ¿Tú tuviste un crédito con el Icetex?

Sí. Yo fui damnificado por los créditos del Icetex. A mí me prestaron, si no recuerdo mal, tres millones para hacer un pregrado y terminé pagando diez millones, que para mí es absurdo. Con ese sentimiento, y después de hacer una especialización en comunicación organizacional, me puse en contacto con un grupo de personas que estuvieran involucradas en estos temas para defender las causas de los estudiantes. Ahí nació ACUPE hace 14 años.

¿Y cuál es la queja de ACUPE y de las personas que acuden a la organización?

El crédito que ofrece el Icetex es un crédito lesivo para los profesionales y estudiantes porque es un sistema de financiación que se parece al antiguo UPAC. Es un crédito en el que se capitalizan los intereses. A ti te giran un capital, ese capital te genera unos intereses a los cinco años, después te ponen el capital y los intereses en un mismo paquete y se hace un total. Ese total te lo financian a cinco años, y entonces resultan cobrándote intereses sobre intereses. Eso ocasiona que se dispare el crédito y que, al final, cobren tres o cuatro veces el monto inicial.

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Y si eso es así y hay tantas irregularidades en el proceso, ¿por qué siguen existiendo estos créditos?

El gobierno no ha querido solucionar ese problema porque es un negocio que tienen con las empresas de cobranza, que ese es otro problema con el Icetex. Cuando tú acabas la carrera te dan un año de gracia que en realidad no es ningún año de gracia porque durante ese tiempo te siguen corriendo los intereses sobre el capital total, intereses que resultas pagando. Tener un año de gracia quiere decir que te deben congelar el crédito, pero ellos no lo hacen, te siguen corriendo los intereses, y cuando el estudiante va a pagar, la deuda se ha duplicado.

¿Es decir que no es el mismo Icetex el que hace los cobros sino las empresas de cobranza?

Las empresas de cobranza, que son unos terceros que contrata el Icetex, se encargan de hacer los cobros cuando el estudiante no puede pagar y entra en mora. Cada vez que tu caso pasa por la empresa de cobranza, la deuda se te incrementa en un 125%, porque te cobran honorarios, iva, una retención etc. Esas son cosas que no las paga el Icetex, sino que te las hacen pagar a ti, y eso incrementa el crédito. Es un negocio, las empresas de cobranza se han ganado 7.500 millones a costillas de las deudas de los estudiantes, eso lo dijo el mismo Icetex en una rueda de prensa.

Además de eso, otro problema con las empresas de cobranza es la forma en que hacen esos cobros, que es a través de constreñimiento ilegal y terrorismo telefónico. Empiezan a amenazar con embargar al codeudor, a la mamá, al abuelo, a la casa etc. Y esto también termina generando un problema social, porque muchas veces rompe la unidad familiar, y crea un montón de tensiones en la vida del que pidió el préstamo. Y para rematar, a muchos de esos profesionales, cuando se gradúan, les cuesta mucho encontrar empleo, por lo que pagar la deuda se va volviendo cada vez más difícil.

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¿Y esto no está estipulado en el contrato que la persona tiene que firmar cuando toma el crédito con el Icetex?

No, hay muchas cosas sobre las que no hay claridad. Por ejemplo, el estudiante, cuando solicita el crédito, firma un pagaré en blanco, y además de eso nunca es claro qué tasa de interés le van a cobrar. Tenemos casos en que han cobrado el 24%, a otros les han cobrado el 20%, o el 8%, o el 12%. Eso refleja una inestabilidad financiera por parte del Icetex, y también una inestabilidad jurídica.

¿Qué tipo de ayuda prestan ustedes a las personas que les llegan con todas estas quejas?

El apoyo que les damos es jurídico y financiero. Los asesoramos en cuanto a qué acciones legales hay que presentar. Principalmente, lo que hacemos es ayudarles a redactar y a pasar derechos de petición para que se les informe en qué estado está su crédito. Con cada estudiante preparamos varios oficios diferentes que pasamos a la Procuraduría General de la República, a la Defensoría del Pueblo, al Consejo Superior de la Judicatura, a la Superintendencia de Industrias, y al Icetex, con el fin de que nos informen la historia del crédito, por qué se incrementó, y que nos respondan frente a cobros que, pensamos, no le corresponden pagar al estudiante.

Y en todos estos años acompañando casos y pasando derechos de petición al Icetex, ¿qué han aprendido? ¿Cuáles son sus reflexiones?

En esto procesos que hemos acompañado nos hemos dado cuenta de la ineficiencia del Icetex. A veces, por ejemplo, a la gente le resultan cobrando más por errores administrativos. Hemos tenido estudiantes a los que no les empiezan a llegar las cuentas de cobro en el momento en que tienen que empezar a llegar. En esa espera, la deuda empieza a subir, y en el momento en que nosotros hacemos la liquidación nos damos cuenta de que les han cobrado tres o cinco millones de más. Y es el colmo que ese error administrativo del Icetex lo tenga que pagar el estudiante.

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Y hemos tenido casos que evidencian la ineficiencia y los errores del Icetex. Por ejemplo, tuvimos el de una chica que murió de cáncer y la empresa de cobranza, con el aval del Icetex, le hizo una retención salarial a la hermana de la chica. Solo hasta que hicimos un escándalo en prensa, y los medios empezaron a hablar del tema, Icetex salió a rectificar y a pedir disculpas.

Hasta ahora hemos acompañado más o menos unos 16 mil estudiantes en total. De esos casos hay algunos que, ante la presión, han tenido que ir a arreglar con los abogados del Icetex, otros que ya han pagado, otros que tienen deudas que están prescritas y de las que estamos solicitando la prescripción pero que por el cierre de los juzgados quedaron pendientes. Hay muchos problemas.

Hablemos de la página, icetextearruina.com. ¿Hace cuánto se creó?

La página se creó hace un mes con el fin de que los estudiantes tuvieran un espacio en el que pudieran denunciar sus casos y contactarse con nosotros más fácilmente. En menos de un mes la página recibió más o menos 60 mil usuarios que acudieron a nosotros buscando asesoría e información. Y el señor director del Icetex, al ver que la página cogió tanta fuerza, solicitó que nos suspendieran el sitio.

¿Cuándo se hizo esa suspensión?

La página estuvo 8 días fuera de servicio, toda la semana santa, y nos dimos cuenta el sábado 23 de marzo cuando recibimos el reporte (de la empresa estadounidense GoDaddy que alojaba el dominio web).

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La página sigue suspendida, ¿por qué? ¿No han intentado volverla a activar?

Por ahora decidimos dejar la página cerrada para que quede la evidencia del atropello que hizo el Icetex con nosotros frente al derecho a refutar y a crear diálogo. Además que esta no es la primera vez que algo así nos pasa.

¿Cómo así?

Antes de todo esto, el Icetex le solicitó a la Alcaldía Mayor de Bogotá que nos suspendiera la personería jurídica. Eso lo han hecho dos veces en los últimos dos años. Nosotros le demostramos a la Alcaldía que lo que hacíamos era una labor social y que no cobramos nada, ni es un situación de plata, y la Alcaldía nos sostuvo la personería jurídica. Eso fue una persecución muy brava, en la que el Icetex nos trató como delincuentes por ser la voz de los inconformes del sistema de financiación de crédito del Estado. Yo incluso he llegado a recibir amenazas.

¿Qué tipo de amenazas?

He recibido llamadas de números privados, en las que me han dicho que me cuide con lo del Icetex. Eso viene pasando desde hace unos cinco años. Pero hasta ahora he sido muy cuidadoso con eso, no he denunciado ni nada, lo único que les digo es que nos veamos en el Icetex. De alguna forma me toca bravearlos.

¿Y ahora en qué va el debate con la página? ¿Denunciaron la situación?

Ya pasamos una queja ante la Procuraduría y ante la Defensoría del Pueblo, estamos esperando sus respuestas. Lo que el Icetex dice es que estamos de alguna forma violando su marca, pero nosotros de ninguna manera estamos haciendo eso, lo que se ha demostrado con esto, y con otro tipo de acciones del Icetex, es la persecución que han emprendido contra nosotros, por las denuncias que hemos hecho. En medio de todo esto lo que nos interesa es que no sigan violando el derecho a la libre expresión y que dejen de atropellar a los estudiantes.

¿Piensan volver a abrir la página?

Sí, la vamos a abrir y vamos a seguir con esa pelea.