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Cultură

Cómo seguir con el sexo duro cuando ya tienes hijos

Porque tener un hijo lo cambia todo, incluso la manera en la que practicas BDSM.

Tener hijos te cambia la vida, así de simple. La recién adquirida responsabilidad de cuidar a un bebé se filtrará en todos los aspectos de tu existencia, desde tu trabajo y vida social hasta tu hogar y vida personal. Probablemente huelga decir que tu vida sexual se verá tan afectada como tu horario de sueño durante los primeros años de maternidad.

A medida que los hijos crecen, con suerte recuperas una parte de tu estilo de vida anterior. ¿Pero qué pasa si algunos aspectos de tu identidad no compaginan con lo que la gente tiende a considerar un "entorno favorable para los niños"? Para los padres que disfrutan una variedad de actividades sexuales y que consideran el BDSM un aspecto central de su identidad y sexualidad, ¿hasta dónde deben llegar, en todo caso, para ocultar sus intereses de los hijos?

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"El sexo, así como los juguetes sexuales, es para las personas mayores de edad; no deben estar cerca de los niños. Ya sea que las cosas tengan o no un carácter sexual, no importa", explica la psicóloga sexual radicada en Nueva York Dulcinea Pitagora.

Los padres que disfrutan las relaciones en las que se trata el sexo de una manera abierta y positiva pueden crear un entorno más abierto y saludable para los niños. El BDSM requiere un cierto nivel de apertura y sinceridad, y la práctica de esta actividad incluso podría ayudar a los padres a enseñarles a sus hijos la importancia de temas como el consentimiento, mantener una mente abierta ante los gustos no normativos y a no avergonzarse de las preferencias personales. "No es que [los niños] necesiten estar al tanto de los detalles de lo que se está negociando o consintiendo, pero el tipo de relación que puedan tener los padres abiertos al sexo podría ser un gran modelo para la comunicación y para fijar límites", dice Pitagora.

VICE habló con varios padres entusiastas de la diversidad de actividades sexuales y el BDSM. Aunque tenían diferentes interpretaciones sobre los límites de la privacidad, la actitud más consistente fue que llevar vidas sexuales honestas es clave para mantener la felicidad de la pareja, y por lo tanto de la familia.

James, de Wisconsin
31 años
Dos hijos de 2 años y 7 meses respectivamente

VICE: ¿Podrías presentarte y hablarme un poco sobre tu sexualidad y preferencias?
James: Me identifico como heterosexual, pero la verdad es que soy heteroflexible. Me gustan las personas que son femeninas, sin importar qué genitales tienen. Soy un macho dominante, con algunos matices sádicos, pero paso el 99 por ciento de mi tiempo como un padre y esposo convencional.

¿Tienes alguna historia sobre la mezcla de estos dos mundos?
Mi hijo mayor está en su etapa de exploración. Una vez encontró el tapón anal de acero de mi esposa, y le faltó tiempo para enseñárselo a una invitada. Mi esposa se dio cuenta y con un brillo en los ojos, le explicó a nuestro hijo que era el juguete de mamá y que lo devolviera. Nuestra invitada se puso roja de la vergüenza y mostró un obvio interés por el tapón, pero quiso dejar claro que nunca había probado uno.

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Pasamos mucho tiempo desnudos delante de nuestros hijos. Nuestro hijo ha visto las marcas de su madre y las señala y dice, "¡Au!" Nosotros asentimos y le decimos: "Sí, pequeñín, es un au de mamá". El asunto no pasa a mayores. Estoy seguro de que una vez que alcance la edad escolar seremos más discretos con nuestros cuerpos, pero, sinceramente, sería más por hacerle saber que no puede correr desnudo frente a los invitados. Queremos que nuestros hijos estén cómodos con sus cuerpos: que sepan que son hermosos y que no deben dejarse guiar por un estándar creado por puritanos hace cientos de años que serían capaces de apedrearnos por disfrutar del sexo.

¿Cómo les explicáis las cosas a vuestros niños cuando encuentran algún juguete?
Nuestro hijo está en una edad en la que está muy curioso y lo encuentra todo, pese a que intentamos desesperadamente esconderlo. De esta manera, muchas veces encuentra cosas que no son suyas, pero sabe que cuando le decimos que algo es de papá o mamá tiene que dejarlo. Mi mujer y yo siempre hemos dicho que nuestro hogar es positivo en temas sexuales. Incluso cuando nuestros hijos aprendan qué es un vibrador y que esas tiras de velcro en nuestra cama son para su madre. Nunca tuvimos la intención de ocultarlos, sino que queríamos mantenerlos fuera de la vista por un tema de responsabilidad, aunque sin una actitud que indicara que tales juguetes son vergonzosos.

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¿Qué consejo les darías a otros padres de sexualidad abierta?
Que sean sinceros con ellos mismos. Que sus preferencias en las actividades sexuales (legales) no son algo de lo que haya que avergonzarse, y sus hijos respetarán la honestidad más que a una persona que tiene miedo de sí misma y de sus necesidades.

Jay, de Texas
45 años
Cuatro hijos de 13, 16, 19, y 21 años respectivamente

VICE: Háblame un poco sobre tus gustos sexuales. Eres switch (dominante y pasiva en el BDSM), ¿verdad?
Jay: No empecé de switch, pero eso le sucede mucho a la gente en el mundo de los fetiches: comienzas como una cosa y luego evolucionas. [Mi marido y yo] evolucionamos juntos; somos compañeros en casi todo. Vivimos en una pequeña ciudad y mi marido tiene una posición muy prominente, por lo que nuestra vida sexual no es algo abierto. Él es la fuente de ingresos en nuestro hogar. Después de ocho años de casados, pasé de tener un rol de sumisión a uno de dominante. En cuanto a los fetiches, jugamos con temperaturas, texturas y usamos alimentos. Cuando tuvimos nuestros hijos, empezamos a practicar lactancia para adultos en el dormitorio. Estoy dispuesta a intentar cualquier cosa. Ha funcionado durante los 23 años que hemos estado juntos.

¿Te preocupas por ocultar los juguetes sexuales de tus hijos?
Nos gustan los azotes en las nalgas, pero con cinturones y objetos que son parte habitual de nuestro hogar. Nunca uso correas para el cuello, nunca lo he hecho. El pelo me llega hasta la cintura. Mi marido no necesita que use correa; para eso uso el pelo. Tengo un baúl lleno de juguetes como ataduras de seda, vendas para los ojos, velas y otros juguetes de BDSM. Nuestros hijos se han dado cuenta desde hace mucho tiempo de sus padres tienen una vida sexual. Siempre quise que mis hijos vieran una buena relación física. Es algo que no escondemos de nuestros hijos. Tengo la impresión de que se sienten un poco avergonzados, pero les gusta también. Hay familias que se encuentran en crisis, y yo les digo a mis hijos: "Esto también es para ti, así que puedes ver que todo está bien". Creo que nuestra apertura con nuestros hijos realmente se desarrolló a partir de eso. Soy la madre loca que sale y le compra mis hijo de 16 años condones, anillos para el pene y lubricante. Si van a explorar este territorio, quiero que lo hagan de forma segura y que se piensen bien lo que van a hacer.

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¿Les has hablado sobre la diversidad de actividades sexuales?
A mi hija mayor, que tiene 21 años, sin duda le gusta experimentar. Pero no lo manifestó hasta que fue a la universidad y y vivió una experiencia en la que alguien sobrepasó su límite de consentimiento, por lo que empezamos a tener ese tipo de conversación. Creo que si hubiéramos hablado con ella antes tal vez no hubiera acabado en esa relación, pero cuando mi hija necesitó apoyo, supo que podía hablar con nosotros porque sabía que nos gustaba la exploración sexual. No sabía concretamente qué hacíamos, pero nos quedó claro que algo sabía.

¿Qué sucedió después de hablar? ¿Comentaste con tus otros hijos vuestras actividades?
Supe que a ella le gustaba bastante la asfixia, que para mí no es un límite tan marcado porque lo hacemos algunas veces, sino que es un límite suave. A mi terapeuta le gustaban los fetiches, y murió durante un encuentro porque su tráquea quedó aplastada. Mientras más lo haces, más suave se vuelve tu tráquea. La suya colapsó, y su pareja no pudo evitar que falleciera. Así que hablamos de ese hecho y de la asfixia, y de los diferentes tipos de técnicas.

Mi hijo de 16 años y yo somos muy cercanos. Él es un hombre sumiso y le gustan las chicas corpulentas. Le pregunto, "¿Tus amigos se burlan de ti?". Y me contesta, "No mamá, ¡yo me burlo de ellos por las chicas delgadas con las que salen!". También hemos hablado sobre la sumisión masculina y de hacerlo de una manera saludable.

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Nuestra hija de 19 años es más conservadora en sus opiniones sobre sexo. No tenemos ningún problema con eso. En mi hogar somos tolerantes con los intereses sexuales de cada cual. Siempre y cuando no te escondas de ti mismo.

Chris, de New Jersey
35 años
Dos niños de 3 años y 19 meses respectivamente

VICE: Tú y tu mujer fuisteis novios durante el instituto. ¿Descubristeis vuestros intereses sexuales juntos?
Chris: Me gusta la diversidad de actividades sexuales por naturaleza. Tenía estos impulsos antes de saber lo que eran. El proceso de irlos aceptando me llevó mucho tiempo porque crecí en una familia bastante conservadora. A los 20 años ya había aceptado quién era, pero ahora es cuando me siento verdaderamente orgulloso. Mi mujer, irónicamente, proviene de un hogar bastante abierto y tolerante, pero no sabía casi nada del mundo de los fetiches hasta que me conoció.

¿Cuáles son algunos de tus intereses?
Soy bisexual, pero en realidad no he tenido relaciones sexuales con otro hombre. Me encantaría hacerlo. Soy pasivo, y el mejor término que uso para describir mi sexualidad es que soy una "zorra que busca sensaciones". Me gusta estar en el extremo receptor de las cosas y no ser capaz de controlarlo. Me gusta llevarme al límite de las sensaciones que recibo, buenas o malas.

¿Qué equipo tienes en tu casa?
Vivimos en una casa victoriana de tres pisos. Por el momento, todas nuestras actividades ocurren en nuestro dormitorio. Tenemos un baúl grande de plástico en nuestro armario donde guardamos todos nuestros juguetes. Hace poco gasté cerca de 200 dólares (180 euros) en equipos eléctricos eStem, lo cual ha sido un acierto. Finalmente conseguí una mordaza después de todo este tiempo porque soy muy ruidoso. Elegí una nueva capucha, un par de calzoncillos de látex con un tapón anal integrado, una barra separadora, y un par de látigos diferentes.

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¿Tus hijos han visto alguna vez tus juguetes?
Mi hijo tuvo una cita con el dentista el miércoles y recibió un juguete; un guante de látex inflado como globo. Él pensó que era la cosa más maravillosa del mundo entero. Desgraciadamente, se le rompió el guante una vez en casa y se quedó muy triste. Fui arriba, y él me siguió al baúl de las cosas innombrables. Cogí otro guante de látex, ya que nosotros también los usamos. Volví a la planta baja y entonces le di a mi hijo otro guante para jugar. Mi mujer me miró y me dijo, "Dime que no le has enseñado lo que había dentro… Nuestro hijo va a recordar que ese objeto provino de ese sitio, y en tres meses vamos a estar en ese cuarto, y va a pedir que le demos un globo".

¿Serías abierto con ellos sobre tus intereses sexuales si te lo preguntaran?
Dios, uno tiene tres y el otro un año y medio. Dentro de diez años, tendré que hablar con ellos y tener un conversación mucho más seria. Espero ser tan honesto como pueda, sin referirme a detalles específicos.

¿Algún consejo para alguien que es atrevido sexualmente y que está considerando tener hijos?
Solo por tener hijos no significa que se haya extinguido la llama de la pasión. Puede que tengas que bajar el ritmo un tiempo; es posible que tengas que dejarlo de lado, pero no tienes por qué renunciar a ello. A veces una inocente maleta negra con un candado es el mejor lugar para esconder las cosas, porque a nadie se le ocurriría mirar ahí.

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Visita el sitio web de Heather para ver más de su trabajo de ilustración.