FYI.

This story is over 5 years old.

trotamundos

Conoce a Rohan Ricketts, el jugador de fútbol que más ha viajado del mundo

Rohan Ricketts ha jugado para clubes de Inglaterra, Canadá, Hungría, Moldavia, Alemania, Irlanda, Tailandia y Hong Kong: está claro que tiene algo que contar sobre viajes y fútbol.

Cuando hace diez años Rohan Ricketts jugó en Old Trafford frente al Manchester United de Roy Keane y Paul Scholes, el joven centrocampista inglés del Tottenham Hotspur se las prometía muy felices. El partido terminó empatado sin goles. Ricketts, producto de la prolífica academia del Arsenal londinense, fue sustituido en los segundos finales.

Poco podía imaginarse que sería uno de sus últimos partidos en la élite del fútbol mundial. Escasos meses después, Ricketts fue cedido al Wolverhapton Wanderers, que entonces disputaban la segunda división inglesa; no volvería a jugar nunca más para los Spurs.

Publicidad

Más fútbol: La inestabilidad de las divisas convierte el mercado de traspasos en una pesadilla

En su lugar, Ricketts terminó jugando al fútbol por todo el mundo. Por un momento, el Rohande hoy intenta imaginar qué habría pasado si alguien hubiese viajado al pasado para explicarle cómo se iba a desarrollar su vida en la pasada década —para decirle, en las propias palabras medio en broma de Rickett, que "le iban a joder".

"¡Probablemente habría pensado que era una pesadilla! Hace diez años jugaba para los Spurs, tenía amigos y un buen lugar en Essex; el paquete completo. Jugaba para la selección sub-21 de Inglaterra y estaba a punto de ser convocado para la absoluta; si me hubieran dicho que terminaría jugando en Goa y en todos esos lugares, te habría dicho que estabas loco".

Cuando Ricketts dice "esos lugares", se refiere a la formidablelista de países en los que ha jugado desde sus días en los Spurs: Canadá, Hungría, Moldavia, Alemania, Irlanda, India, Ecuador, Tailandia y Hong Kong, además de pruebas en Escocia y Bélgica.

Pensando en aquel partido en Old Trafford, Ricketts dice que es su favorito "porque jugué todo el partido, estaba motivadísimo". Hace una pausa antes de añadir: "¡Y ahora estoy en un Starbucks en Hong Kong, comiéndome una empanada de manzana!".

Ricketts estaba en Hong Kong porque había fichado recientemente para el Eastern SC, cuya temporada había terminado sin títulos a pesar de ser los favoritos para el título de la HK Liga Premier. El contrato de Rohan venció y ahora está buscando club sin saber dónde vivirá.

Publicidad

Rohan Ricketts cuando jugaba en el Toronto F.C. Foto de The Star-Ledger, USA Today.

"A pesar de todo, estoy tranquilo", asegura Ricketts sobre su búsqueda constante de un nuevo contrato.

La inestabilidad ha sido una constante en su carrera durante una década, y ello le ha dado una cierta perspectiva sobre los bajos fondos del agitado mercado del fútbol. Su periplo no está lejos del cliché del actor que trabaja aquí y allá, intentando llegar a Hollywood, rogando por un estrellato que nunca termina de llegar.

"En Tailandia hay montones de jugadores de todas partes del mundo. En época de traspasos, en las oficinas de los clubes encuentras a tres o cuatro futbolistas en cada habitación, esperando tener una oportunidad para obtener un contrato. Hay tantos futbolistas libres que no hay suficiente lugar para todos", explica.

"Aquí te encuentras a todos estos jugadores, algunos de nivel; hay alemanes que han jugado en la Bundesliga y cuyos equipos descienden por temas administrativos, por ejemplo, así que se van a Asia. Y allí resulta que no hay suficiente espacio porque tienen una cuota límite (para jugadores nacionales). Hay jugadores viajando a última hora, tirando de sus tarjetas de crédito; suceden cosas realmente raras", prosigue.

"Es difícil porque esta es su vida. Esto es todo lo que sabes hacer, es un sueño que casi realizas, que probaste. Pero entonces los agentes te mienten. La gente paga 400 dólares (365 euros) solo para hacer pruebas. Tengo un amigo que no tiene nada que ver con Guam, pero tiene un pasaporte de ese país porque quiere ser asiático y evitar la cuota. Hay mucha gente tratando de cambiar sus pasaportes, tratando de encontrar alternativas".

Publicidad

Lo que parece un viaje sin preocupaciones alrededor del mundo en realidad ha sido de todo menos eso. Ricketts ha tenido muchos problemas con los pagos y muchas veces ha firmado contratos que resultaron diferentes a lo que parecían. Rohan describe Moldavia como una "pesadilla" e India como una "mini pesadilla", y dice esto en referencia a Hungría: "Tuve tres entrenadores en tres meses, no me pagaron todo mi dinero y viví en un puto basurero".

Sobre sus recientes paradas en el sureste de Asia, Ricketts dice lo siguiente: "El nivel técnico está bien. No hay juego físico, no el nivel al que estoy acostumbrado. Pero a veces es bueno para mí, porque ya estoy algo viejo y las cosas son más tranquilas. He jugado en países como India o Tailandia; Ecuador en cambio es distinto, ahí el juego es muy intenso. En los países asiáticos, a ese nivel de intensidad, la mentalidad es completamente diferente porque el fútbol no es algo a lo que jueguen los niños desde pequeños".

Para Ricketts, nunca fue una decisión consciente el viajar por todo el mundo. Además de llenar su pasaporte de información falsa y aprender groserías en decenas de idiomas, los viajes le han dado otros beneficios: conoció a su novia en Toronto, aprendió español en Ecuador, y calcula que ha ganado más dinero que si se hubiera quedado en el Reino Unido.

"En Inglaterra los impuestos son más altos", explica Rohan. "Así que cuando la gente te dice que vas a ganar cinco mil a la semana, realmente no son cinco mil. Y además tienes que pagar la renta, la televisión por cable, tus propios gastos, el coche. Todas estas cosas, en los lugares que he jugado, te las dan gratis, y eso que he vivido en países que son baratos. Pienso que en su mayoría esta carrera ha sido mejor".

Publicidad

Rohan Ricketts conoce a unos niños en alguno de los 500 países que ha visitado. Imagen vía EPA.

Pero la mejor explicación de por qué este inglés nacido en Stockwell, en el sur de Londres, ha abandonado la liga de su país tiene que ver con el fútbol. Ricketts es, según su propia descripción, un mediocampista creativo dotado de esfuerzo y unos cuantos trucos; a lo largo de su carrera ha sentido claramente que su juego no es bienvenido en una estructura futbolística inglesa muy conservadora —y, a veces, enfocada directamente a la defensa.

"Algunos entrenadores no saben cómo meterme en sus sistemas, que suelen ser muy conservadores. Para ellos [mi juego] es un lujo. Muchos jugadores como yo, los jugadores técnicos, son vistos como joyas porque el futbol inglés es diferente. Así que un chico como Josh McEachran [prometedor centrocampista, ex del Chelsea y actualmente traspasado al Brentford], ¿dónde está? Todos hablan de él, pero nunca jugará en Chelsea. Jack Wilshere es muy afortunado de haberlo logrado en el Arsenal, porque puede jugar ese estilo. Pero si no estuviera ahí, no sería capaz de jugar en ningún club de la Premier".

Lo que por momentos parece ser ira hacia la mentalidad de su propio país parece haberse convertido en indiferencia. También se detecta algo de decepción por haber jugado en la MLS justo antes de que su competitividad empezara a subir en los últimos años.

"A decir verdad, no me importa, porque a ellos tampoco. Jugué para el Arsenal, los Spurs, los Wolves y el Barnsley, algunos grandes clubes. Después me fui a jugar a la MLS. Antes, cuando [los mánagers ingleses] preguntaban: '¿Dónde ha estado este tipo?' y les contestaban que la MLS, muchos respondían: 'Ah, no, no, mejor fichemos a fulanito de la Conference [la quinta división inglesa]'. Ahora todos dicen 'Ah, la MLS' y ponen buena cara. Están empezando a fichar futbolistas de allá", concluye, no sin cierta amargura.