FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Traté de encontrar el amor en Tastebuds.fm, el Tinder para los amantes de la música

Trágate esto, San Valentín.
Heme aquí.

Tastebuds.fm es un servicio de citas diseñado para millennials. Luego de preguntarle a sus usuarios una serie de preguntas para construir sus perfiles, algorítmicamente te conecta con usuarios similares del género deseado. Al contrario de sus servicios competidores como OK Cupid o Tinder, se separa al enfocarse en una característica de fondo en sus usuarios: su gusto musical. Desde el momento en que te registras, eres bombardeado con preguntas en torno a tu afinidad. Preguntas acerca de tus canciones favoritas, conciertos menos favoritos, y por qué o no te gusta bailar.  (Respuesta: No.)

Publicidad

Como todos los servicios dirigidos hacia los millenials, esto parece una gran idea a primera vista. ¿Por qué no querría enviarle un mensaje a una chica de 23 años en Leicester que también disfrutó de un concierto de Metronomy en 2012? Seguramente, la gente con gusto musical similar compartirá otros atributos conmigo, como mi amor por pedir canciones en los clubes y mi desconfianza por la gente que le utiliza limpiezas con jugos.

Con un optimismo precavido, decidí intentarlo. El día de San Valentín se acerca rápidamente, después de todo. Cree un perfil, cuidadosamente seleccioné el nombre de usuario ("futurebass69"), y comencé a buscar el amor.

Disfruten lo deprimente que es mi perfil en Tastebuds.fm 

Contesto el cuestionario de ingreso sin tomar muy en cuenta la opinión pública. Si tuviera un millón de dólares … compraría un montón de discos de Skrillex y luego los devolvería. La canción que tocaría en mi funeral sería … "Levels" de Avicii.

Puedo revisar muchos otros perfiles para comparar respuestas: hay una chica de 18 años de Bristol que piensa que es importante saber cual es su banda favorita; un hombre de Berlín que rompe todas la barreras ("Busco a una chica con mucha energía"); una enfermera de 35 años en Londres diciendo "estoy dándole una oportunidad a esto" quien cree firmemente que Tastebuds podría salvarla del exilio social. Con un suspiro profundo, publico un estado en la pared global de Tastebuds – el propósito del mismo aún me confunde – y luego espero a que las mujeres se lancen a mis pies.

Publicidad

En cuestión de minutos, aparece una notificación en mi panel. Una fan de 21 años de Arcade Fire (del peor tipo) en Berlín vio mi perfil. Recorro su perfil emocionado; también le gustaron los Red Hot Chilli Peppers cuando tenía 13 años. Además de eso no tenemos nada en común, pero doy click en "Enviar Mensaje" sin importarme. Inmediatamente me encontré con una barrera de pago, y rápidamente me percato de que ésta es la manera en que Tastebud hace dinero. Para hablar con la gente que quieres, tienes que comprar la actualización llamada "backstage pass". Esto no es nada conductivo con el objetico de encontrar una pareja.

Momentos después recibo otra notificación. El primer mensaje en mi bandeja de entrada. Podría ser la fan de Arcade Fire, ¿o alguien más había visto mi perfil?

"Si pudieras viajar por el tiempo, ¿a dónde irías?" un hombre de 19 años en Iran, me pregunta. Me rasco el cerebro buscando una respuesta adecuada y responder con un entusiasmo palpable. "2005, para no ir a mi baile de graduación en la preparatoria", le digo. Salgo de la conversación y publico otra pregunta en el muro.

Existe una cantidad abrumadora de cosas que puedes hacer en Tastebuds. A la izquierda, existe una línea del tiempo actualizada en tiempo real con gente en línea. A su lado, una columna vertical con "preguntas rápidas" adicionales. Hay pestañas y pestañas con cosas. Tastebuds me pregunta qué tan seguido fumo marihuana, entonces decido que no me gustan las preguntas rápidas. Mi atención regresa al muro.

Publicidad

En este punto, debería dejarte a ti, el lector, enterarte qué tan abrumadora es la incertidumbre de Tastebud. Cuando nasaveg a través de sus diversas pestañas, te encuentras en medio de sus anchas y neutrales fronteras. El sentimiento es similar a ser sofocado con una almohada, pero sin la dulce liberación de la muerte. Sólo existe el color gris.

Mi página de inicio en Tastebuds.fm es una cura para el insomnio.

Una mujer llamada Bridget le pregunta a la gente qué artista les gustaría ver antes de morir. Respondo "Nelly", pero ella no me da ni la hora. Otra mujer, Squirtle, utiliza cinco palabras para describirse a í misma, en una pregunta que pedía únicamente tres. La corrijo, y ella devuelve el golpe, diciéndome con atrevimiento que "y" no es una palabra.

Luego de una hora de actualizar estados y hacer preguntas a la comunidad de Tastebuds, me queda muy claro que mi sentido del humor no es bienvenido. ¿Cómo puede un servicio tan íntimamente ligado a algo tan divertido faltarle tanta alma? Reviso mi carpeta de entrada de nuevo para encontrarme con otro mensaje del hombre iraní. Me responde que viajaría de regreso a 2012 para resolver as cosas con una aventura amorosa del pasado.

Refresco la página unas cuantas veces. Aún no pican los anzuelos. Trato de pasar el rato al explorar la programación de la radio de Tastebuds, pero no funciona. Aburrido y un poco molesto, comienzo a explorar los foros públicos para llegar a un thread llamado "Di algo Random". Escribo otra publicación, pero comienza a surgir mi desesperación.

Publicidad

Espero durante muchos minutos más por una respuesta antes de decir que cortejar a las mujeres con sarcasmo no está funcionando. Dejando atrás los foros, decido intentar de otra manera.

Como ya había descubierto anteriormente, los mensajes hacia las mujeres cuestan dinero. Sin embargo, existe una forma de mandar mensajes sin pagar hacia las parejas aleatorias que aparecen. Se llama "Bomba Mensaje" y hace exactamente lo que el nombre sugiere. Tú, el usuario, eliges una pregunta de un menú que aparece, la Bomba, envía esa pregunta a ocho parejas al azar sin ningún cargo. Le doy una oportunidad.

Otra notificación.

Una mujer llamada "circa 1995" ha visto mi perfil. Hago el cálculo mental y decido que es muy joven como para involucrarme con ella. Mi barra de tareas se ilumina de nuevo – alguien respondió a mi Bomba Mensaje.

Una fan de Chet Faker de 18 años, Tao, admite que nunca ha ido a un festival de música, pero que está segura que el pasillo de su residencia universitaria es algo parecido. DJs de Progressive House, gorras de animales, y las drogas son parte de su día a día. Conversamos durante varios minutos y le pregunté cómo eran los chicos en Tastebuds. "No creo que mucha gente logre acostarse con alguien de aquí", me dice. Estoy de acuerdo. Todos los hombres con los que me he cruzado han sido deprimente tímidos, y todas las mujeres se oponen a los ligues casuales. Tao me dice que se unió únicamente para escuchar lo que otras personas escuchan y entonces intercambiamos canciones. Le pregunté si ya había escuchado a djjdsports, pero se desconecta.

Publicidad

Mi barra de tareas tiene otra notificación con una respuesta fresca para mi Bomba Mensaje. Una nueva pareja (Quirky Kay), me dice que Outside Lands ha sido su festival favorito. Reviso su perfil: guácala, se refiere a Paul McCartney como "Sir Paul McCartney". Inmediatamente sé con qué tipo de persona estoy tratando. Le pregunté cuáles habían sido sus dos artistas favoritos, pero no respondió.

De regreso a la página de inicio, decido investigar cómo otros usuarios interactúan mutuamente. ¿Por qué no soy mejor que el resto de la comunidad de Tastebuds? Algunos minutos después, cierro Tastebuds.

Al día siguiente, ingreso de nuevo a mi cuenta. Siete notificaciones y dos mensajes en mi bandeja de entrada; soy más popular cuando estoy dormido. Hay algunas respuestas a mi más reciente solicitud para que la gente mencione a un músico bueno, algunas visitas a mi perfil, y respuestas de Tao y Quirky Kay. Al ver la respuesta de Tao, le pregunto si quiere ser mi pareja para San Valentín. "¿En serio?", me pregunta. Le respondo de inmediato, asegurándole que lo digo muy en serio. Pasaron cinco minutos, luego diez. Reviso si sigue conectada – lo está. Luego de 30 minutos, me doy por vencido con el amor.

Me levanto para tomarme un descanso de mi laptop, pienso acerca de mis 24 horas en Tastebuds. Como el helado de vainilla sin marca, es un poco hermoso con su incapacidad para ofender. No hay fotografías injustificadas de penes en mi línea del tiempo. Nadie me pide que lo siga en Kik (sea lo que sea Kik, creo que es algo que sólo Kendall Jenner sabe en verdad). Su único defecto es el muro de cobro que ofrece muy poco comparado con servicios de subscripción similares. Al contrario que en Ashley Madisson, no hay ninguna garantía de que voy a encontrar lo que busco. Al contrario que en Match.com, ciertamente no estoy en el mismo renglón que el resto de sus usuarios. Todos están en Tastebuds por un motivo distinto y nadie está buscando romance.

Piensa en Tastebuds, como un Ello que cuesta dinero: no estás seguro por qué estás ahí, y serás condenado si te descubren por ahí. La gente sigue frecuentando un Facebook que cada vez se pone peor, esperando que alguien llegue y logre encontrarle un sentido verdadero. ¿Pagarías por estar en Ello? Absolutamente no. El costo parece no valer la pena, y con eso, Tastebuds mismo. El fundador del sitio, Julian Keenaghan, dice que ya hay gente casada con parejas que conocieron en Tastebuds, pero eso no nos dice mucho. Conozco parejas que se conocieron en la fila para el baño portátil.

¿Estás sólo? Ve a un bar. ¿Te gusta la música? Ve a un show. El mundo real será inmediatamente más gratificante.

Ziad Ramley sigue soltero y está en Twitter.