¿Ya conocen las nuevas drogas que han llegado al mercado negro en Colombia?

Al menos una vez al año, en algún pasillo del Ministerio de Justicia, alguien abre la puerta de su despacho para correr la voz: "llegaron las nuevas drogas, muchachos". Y para los muchachos del Ministerio no es una buena nueva: se trata del boletín del Sistema de Alertas Tempranas del Observatorio de Drogas de Colombia. Un documento que presenta las nuevas drogas que la Policía y la Fiscalía encontraron el último año en sus operativos por todo el país y las cosas nuevas que los laboratorios de la Fiscalía y la Universidad Nacional han venido encontrando en las drogas de siempre.

Al igual que en la versión anterior del boletín, las grandes protagonistas de este informe son las "drogas de diseñador", sustancias con efectos muy similares a las sustancias prohibidas como el MDMA o el LSD pero que, al tener composiciones moleculares ligeramente alteradas, son legales en muchas partes del planeta y se consiguen en el mercado virtual presentadas como abono, ambientadores o sales de baño con cierta facilidad.

El problema con las drogas de diseñador es que, en la mayoría de casos, se trata de sustancias experimentales que, al ser moléculas, fueron alteradas para obtener versiones legales de otras moléculas, corren el riesgo de tener efectos y niveles de potencia impredecibles que se prestan para malas experiencias, daños en la salud y sobredosis.

Aquí lo último en drogas según las autoridades:

Las catinonas sintéticas, usualmente comercializadas como sales de baño, son una familia de estimulantes de diseñador que saltó a la fama en mayo de 2012, cuando un hombre que se presumía se encontraba bajo los efectos de estas "sales de baño" fue sorprendido por la policía de Miami mientras mordía la cara de un habitante de calle. El agresor fue dado de baja por la policía y las pruebas de toxicología realizadas solo dieron positivo para cannabis, pero el mito de las supuestas "sales de baño" que provocan ataques tipo zombie sigue ahí.

En realidad nadie ha logrado comprobar que las catinonas sintéticas hubieran provocado el ataque de 2012 en Miami. Lo que sí se sabe es que, por su efecto estimulante, suelen hacerse pasar por MDMA o encontrarse en pastillas de éxtasis. El problema radica en que las catinonas sintéticas son sustancias de las cuales aún sabemos muy poco y que varían mucho en su potencia lo cual hace que sus consumidores se expongan a taquicardia, ataques de pánico y sobredosis inesperadas. Según el Observatorio Europeo de drogas, en 2014 se presentaron 99 muertes en toda Europa por consumo de MDPV, una de las catinonas sintéticas.

En 2013 las autoridades colombianas frustraron un intento de importar varias catinonas sintéticas al país haciéndolas pasar por productos para destapar cañerías. Sin embargo, el año pasado el laboratorio forense de la Fiscalía encontró tres catinonas sintéticas (metilona, etilona y alfa-PVC) en varias muestras de pepas verdes con forma de granada que eran comercializadas como éxtasis y de polvos que se ofrecen en la calle como MDMA puro. Otra mala noticia: las catinonas sintéticas son imposibles de distinguir a simple vista, hace falta una prueba de laboratorio para detectarlas.

En diciembre de 2015 tuvimos la oportunidad de visitar un laboratorio en Suesca desde el que un estudiante de la Universidad Nacional preparaba y comercializaba un extracto de Salvia Divinorum. Según el boletín, esta sustancia fue encontrada en un grow shop de Cali en operativos adelantados por la policía y la fiscalía durante 2016.

Pero no son lo mismo. La muestra de salvia que fue encontrada en el grow shop de Cali corresponde a una marca estadounidense llamada Ecstasy y no al extracto que se prepara en Suesca. La diferencia radica en que las marcas estadounidenses suelen ofrecer extractos más fuertes, que usualmente expresan su potencia en términos de X. La muestra obtenida en Cali, por ejemplo, era de 30X, o una concentración 30 veces superior a la que normalmente se encuentra en una hoja de Salvia.

Cabe anotar también que la salvia solo es ilegal en una veintena de países entre los que no se encuentra Colombia.

En una pastilla blanca con grabado de estrella que era vendida como éxtasis en Manizales, el laboratorio de la Fiscalía encontró 2C-E, una sustancia prima del famoso y codiciado 2C-B, mejor conocido en la pistas de baile en Colombia como tusibí.

Aparte de tener efectos similares a los del 2C-B, nadie sabe mucho acerca del 2C-E hasta ahora. Su descubridor, el químico Alexander Shulgin, dice que "en dosis bajas (el 2C-E) puede ofrecer un efecto potenciador de la experiencia estética muy agradable". Pero advierte que "presenta una curva de dosis/respuesta muy pronunciada". Traducción: es muy fácil darse garra con el 2C-E así que tengan cuidado con esas pepas blancas de estrella.

En una pastilla rosada con forma de Hello Kitty encontrada en Bogotá, el laboratorio de la Fiscalía detectó la presencia del compuesto 5MEO-MIPT. Otro de los descubrimientos de Shulgin es una sustancia que se encuentra en la familia de las triptaminas, a la que también pertenecen el DMT el LSD y la psilocibina.

En el mundo de la fiesta se le conoce como MOXY y es célebre por su efecto táctil. Se sabe que es la primera vez que se detecta esta sustancia en Colombia, que no se han presentado casos de muerte por consumirla en ninguna parte del mundo y que en 2007 un hombre japonés fue admitido a una clínica por consumir una mezcla entre esta sustancia y metilona (que también se encuentra en este reporte). No mucho más.

El consumo de marihuana no tiene nada de nuevo. De hecho es, por mucho, la droga más consumida en el país según la última Encuesta Nacional de Sustancia Psicoactivas. Se encuentra en este informe debido a que por primera vez tenemos un estudio amplio acerca la marihuana que estamos fumando en Colombia.

Luego de analizar 314 muestras de marihuana recolectadas en 17 ciudades del país, sabemos que en promedio nuestra marihuana tiene un 8.6% de THC y que no suele pasar del 18.1%, que fue lo encontrado en la muestra más potente. También sabemos que el 70% de las muestras tienen una concentración de entre el 5 y el 15% de THC: estas probablemente son cripas; que un 24% tienen una concentración de menos de 5%: estas muestras probablemente correspondan a cafuchas, pangolas o corintos, como les digan en su ciudad. Lo que tienen en común todas es que tienen muy poco CBD, el principal compuesto medicinal de la marihuana. En promedio las muestras presentaron una concentración de 0,6% de este químico.

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Este artículo se publicó originalmente en Vice Colombia

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