Obras que iluminan el año: los 5 mejores discos venezolanos del 2016

FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Obras que iluminan el año: los 5 mejores discos venezolanos del 2016

Hacer rock en 2016 en Venezuela es un acto de heroísmo.

Primero, quiero que sepan unas ciertas cosas sobre Venezuela. En el país, nada más por el 2016, ha habido una inflación del 600% y, según predicen, para el 2017 se va a duplicar y Venezuela vivirá la peor inflación de su historia. La escasez de alimentos y medicinas es brutal, hay gente que muere a diario por no conseguir medicinas necesarias para tratamientos médicos. Incluso, una persona se suicidó para no tener que pasar por el calvario que significa padecer de cáncer en la Venezuela de hoy. La inseguridad está desbordada, es casi imposible encontrar un venezolano al que no hayan asaltado en el país, al cerrar el 2015 las cifras estaban en 90 asesinatos por cada 100.000 habitantes. El salario mínimo del venezolano se encuentra en alrededor de $24 USD.

Publicidad

La migración de venezolanos ha sido increíble y, se dice que ya van más de 1.500.000 venezolanos –en su mayoría millennials– que han dejado el país. Obviamente, la escena musical venezolana se vio afectadísima por esto. En el 2013 Venezuela vivió uno de sus mejores años en cuanto a edición de discos se trata y, este fenómeno del éxodo golpeó brutalmente a la escena local. Incluso, la CDMX ha sido una de las ciudades que más músicos venezolanos ha recibido recientemente.

Explico todo esto ya que es sumamente necesario, para entender el contexto en el que vive el músico venezolano y así saber la dificultad que tiene para poder editar una rola.

Incontables cantidades de proyectos musicales han tenido que parar debido a que algún integrante se muda del país, o todos se mudan pero a lugares distintos. Es sumamente difícil encontrar un punto en común entre las personas de la banda y decidir seguir con ella en otro país, donde lo más probable es que nadie te conozca y tengas que empezar de cero, volviendo a tocar en un bar de mala muerte frente a 4 personas.

Sin embargo, varios han seguido haciendo música, ya sea dentro del país –lo más probable es que la minoría que queda en el país huya para el 2017– o fuera del mismo. Quedarse en Venezuela o, mejor dicho, tener como centro de operaciones a Venezuela, es quemar tu carrera musical. El precio de boletos aéreos para el exterior se disparó sin frenos y hace que los costos de la logística para cualquier evento se vuelvan impagables.

Publicidad

La música ha sido para muchos un medio de catarsis ante tanto desastre que ocurre en el país, ya que podrán salir los integrantes de las bandas o músicos pero sus familias siguen viviendo las mismas penas que ellos vivían hace nada. La música independiente venezolana ha vivido una década muy buena, la cual seguirá dando sus frutos en varios rincones del mundo. Vendrán tiempos mejores, la camada de músicos que salió del país debería influenciar a una generación relevo para que llene el vació actual que hay en la escena venezolana, la cual, actualmente está muerta.

Así que, acá te damos nuestra selección de los cinco mejores discos venezolanos del 2016.

El Conjunto - Antología 2

Estos dos tipos son conocidos por ser ''músicos de músicos''. Cuando digo eso digo que son los músicos que más admiran otros músicos. Sé que dije muchas veces la palabra músico pero bueno, ustedes entendieron. Ellos son Augusto Bracho –guitarra de Natalia Lafourcade– y Martín Bruhn. Este es un disco de folklore que se agradece, ya que toma lo más nuestro y lo trae al día de hoy. Bachata, bolero, cumbia, chacarera, merengue, son etc.

Antología 2 logra un sonido que me gustaría bautizar como folclor Lo-Fi y se nota que fue adrede. Es una buena manera de jugar con los fantasmas del pasado de nuestra historia musical. Cuando haces un disco de folclor con covers, estás corriendo el riesgo de que tu versión sea muchísimo peor que la original y, afortunadamente este no es ni de cerca el caso. Versiones del gran bolero "Llévatela" demuestran esto.

Publicidad

La gran ejecución de los instrumentos típicos latinos se nota a leguas y, habla muy bien de las habilidades de Augusto y Martín como músicos.

Es una obra que todo latino fuera y dentro de su país de origen debería escuchar: toca fibras sensibles y te hace sentir orgulloso de la música que bailaban tus abuelitos mientras tú te quejabas de ella. Así estemos hablando de géneros que son más viejos que el pan, Antología 2 se siente más fresco que una lechuga –terrible, terrible broma, lo sé–.

Te reto a ti, amigo rocker, a que escuches "Jota Carupanera" o "Merengue Sin Letra" sin bailar. Déjate de prejuicios y de playeras de Metallica todos los días y siéntete orgulloso de tus raíces con esta obra de arte de El Conjunto.

Vargas - Radiocassette

Vargas lleva más de una década en la música venezolana entre bandas y proyecto solista, con el que lleva 3 discos. Radiocassette es un álbum sumamente nostálgico y de calle. Acá no hay una producción gigante si no una maquinita de beats, junto a su gran voz y un teclado barato que tiene como resultado más importante, quizás haberse reencontrado como persona y artista. Es un back to basics, un "dale a la maquinita y vemos qué pasa".

Las melodías de este disco tocan fibras, "Lista De Deseos" es la mejor rola de amor de la música venezolana del 2016. La unión de Vargas –un músico muy a lo Charly y Fito–  en este disco y, específicamente en rolas como "La Ventana" con dos raperos muy importantes en la música venezolana, Gona y Psycho, fue uno de las mejores cosas de este LP. Le dieron un toque callejero a la música de Vargas que quizás ni el mismo sabía que podía darle.

Publicidad

Es un disco muy completo que demuestra la madurez de un artista que lleva buscándose mucho rato y, quizás sea una búsqueda interminable. Vargas se va reinventando en cada producción, muy a lo Charly de los 80 –salvando las gigantes diferencias–. Ya hizo el primer disco que todos amaron, ya hizo el segundo disco con una grandísima producción y, ahora mandó a todos a la mierda y editó un tercer disco con una maquinita de beats, dos raperos, mucha mariguana y un tecladito de menos de $150.

Radiocasette tiene la rola que puede sonar en la radio –Mala Señal–, la rola para llorar mientras la oyes –Lista De Deseos–, la joyita del disco –La Ventana–, y temas para escuchar bien pedo –Manzanas Borrachas–.

Quizás es su mejor disco de los tres y ni él mismo lo sabe. A veces, menos es más y definitivamente aquí aplica.

Rawayana - Trippy Caribbean

Rawayana quizás se ha convertido en la banda a la que nadie quiere darle algún elogio musical. Las razones son estúpidas, desde a que su estilo no es "original" o que se volvieron un cliché ambulante. Puedo entender la raíz de esos comentarios y quizás tengan una base lógica, pero que una banda se haya convertido en un fenómeno de masas en el país no es algo negativo en lo absoluto.

En Trippy Caribbean, su tercera producción, mandan a la mierda todos estos comentarios y juegan con reagge, pop, funk, folclor venezolano, bolero, para hacer su mejor disco hasta la fecha. Además de que estos chicos suenan mejor que la mayoría de las bandas venezolanas en tarima, agregaron una calidad musical a sus rolas que los distancia de la gran mayoría y los pone en la palestra internacional.

Publicidad

"Funky Fiesta", con el master DJ Afro, ex guitarra de Los Amigos Invisibles, nos da una muestra de lo que es Rawayana como compositores hoy en día. Esta rola te lleva a la mejor época disco funky de los 70 pero, en español bebé.

En "Volero", mi favorita del disco, nos acarician los oídos sin olvidarse de darnos besitos entre acordes con un aire a los años 80 en el DF. Esta es una rola sabrosa, que al oír te vas a poner feliz de una.

Rawayana mezcla demasiadas influencias y estilos musicales para crear lo mejor de sus carreras hasta la fecha. Trippy Caribbean es un disco delicioso, digno del trópico y con necesidad de mostrar en varios rincones del mundo.

Tomates Fritos - Tomates Fritos

Tomates Fritos es una de las bandas más importantes de la historia joven del rock venezolano. Tienen casi 20 años en la carretera y han rodado por más tarimas que nadie. Lo cual dice mucho más del gigante riesgo que tomaron al cambiar la propuesta sonora de su música. Su disco homónimo, es un cambio radical del sonido de la banda, alejándose de lo que habían sido hasta el día que decidieron editar este disco. Sonido con el cual habían coqueteado en su última placa Hotel Miramar.

Quizás lo mejor de hacer este tipo de discos que rompen con quién eras como artista, es que ya estás libre, ya no estás preso a ningún prejuicio o sonido antiguo. Puedes renacer o cambiar de piel con cada producción y eso está más que bien.

Publicidad

Un disco en el que se siente que la estética del sonido superó al esqueleto de las canciones. Nunca me había pasado, casi siempre es al contrario. Eso habla muy bien del trabajo de la banda en la producción del disco, quizás lograron darle a la escena venezolana un sonido que la música independiente del país ve muy poco, con excepción de la banda –TLX–, por supuesto.

"Calma", mi favorita del disco, es un buen resumen. Los teclados y riffs quizás nos llevan a The War On Drugs y Ben Folds Five. Los sintetizadores análogos son una constante en el disco y se podría decir que, casi en su totalidad, Tomates Fritos es un viaje en ácido mientras juegas con un Korg Poly 800 análogo. En "Hospital" hablan de la situación del país unido a acordes dominantes y riffs que vienen del inicio más bien western de la banda.

Luego de casi dos décadas los Tomates Fritos tienen un disco que quebró su sonido y veremos hasta dónde los lleva esta ruptura análoga.

Irán - La Metamorfosis

Tener un hijo te cambia, no vuelves a ser la misma persona. Como artista, ese cambio siempre es interesante: hay muchísimos casos en los que tener un hijo cambia la manera de hacer arte para el artista. Cambia la perspectiva que tenían sobre la vida, muchas veces dejan de ser esa persona desenfrenada que se droga todos los días mientras compone, para convertirse en un ser humano que toca la guitarra para también darle de comer a sus hijos.

Irán abre su disco con un manifiesto del cambio en su vida, la rola "La familia, la fauna, y la convivencia" habla de esto. Recuerdo haber leído que este tema lo compuso luego de escuchar a su esposa decir que en su casa había un insecto gigante y que él tenía que hacerse cargo. Curiosa revelación, ¿no? Vamos, hasta la portada del disco es una polaroid de su pequeño, es una obra sumamente influenciada por ser padre.

En esta metamorfosis no kafkiana, Irán también recuerda tiempos mejores de su país natal, Venezuela, en la rola "Maiquetía". La situación actual del país lo obligó a componer esta rola, así que es algo natural que este tema exista. Creo que la frase de "Dime si te vas mañana, dime si regresarás" es algo con lo que todos los venezolanos se relacionan en este momento.

Musicalmente es un disco muy bien producido y muy bien ejecutado, quizás esto llegando a su climax en "Laberintos" con las mejores guitarras de la obra, además de dejar en evidencia la clara influencia Beatle en Irán.

Es un disco confesional, en el que un artista se abre a viva voz sobre el cambio por el que está pasando como persona que vive en Venezuela y tiene que ajustarse a todo lo que significa vivir en ella y, además, ser padre. Una de las mejores obras del 2016 en Venezuela con la cual conectó mucha gente y, demuestra de nuevo, que la honestidad siempre es la mejor manera de llegarle a los demás seres humanos.

Sigue a Diego en Instagram.