El arte digital se ha valido de la ciencia ficción y temáticas futuristas para llegar a un espacio más creativo donde ideas de mimesis, sinergia, distopía, transformación, mutación y deformación dan pie a que los artistas puedan llevar un proceso mucho más propositivo tanto en la obra como en las tecnologías usadas para mostrarla, y no sólo eso, pues la estética propuesta comienza a adquirir una relevancia que va más allá de una simple pieza o trabajo pasajero, y más bien comienza a delimitar un estilo propio que se diferencia de las estéticas propuestas con anterioridad en el arte, esto quiere decir que se forma una generación que comparte intereses y cualidades estéticas relevantes que formarán parte de la historia.
Publicidad
Sam Rolfes
Es un artista digital de Chicago que ha trabajado con Dave Gaham de Depeche Mode, la marca nicopanda de Nicola Formichetti, KENZO, videos para Danny L Harle, AS Chingy y Danny Brown, entre otros.Su trabajo ha representado desde un inicio el movimiento de arte digital contemporáneo que se desliga de la tendencia y estilo postinternet, empezando con la pintura para después dar un giro hacia los collages de imágenes 3D distorsionadas que se mezclan con frenetismo y violencia, generando una belleza bizarra, nada cómoda, pero que definitivamente es arte.
En sus creaciones se nota el interés por la transformación y la deformación, tanto del cuerpo humano como de la máquina y la naturaleza, que en ese eterno choque -que cada vez se convierte más en sinergia- se unen al intenso estrés creativo que dice tener Sam, quien además también es músico y escritor.
Es un artista que trabaja con realidad virtual, video, performance, instalación y 3D, utilizando temas como la mímesis entre la naturaleza, la tecnología y reflexiones futuras sobre cómo el humano se va comportar en ella.Temas como el cambio climático, el turismo, la ecología, el espacio se mezclan con un toque de melancolía de un futuro que el artista propone como un suceso virtual descorcentante por la experiencia profunda y el nivel gráfico de sus piezas, llegando en algunas ocasiones a ser muy difícil distinguir entre lo material y lo digital.
Publicidad
En la mayor parte de sus piezas te conviertes en un turista que ha pagado un tour bizarro a lugares deshabitados, inspirados en lugares existentes, pero solitarios en donde eres testigo de un futuro que parece no del todo prometedor para la humanidad y en donde esta soledad infringida en la inmersión deja más incógnitas que respuestas dadas.Aquaphobia:
Helin Sahin es una artista turca que por el momento se encuentra trabajando en Estados Unidos. Su trabajo se ve influenciado en la era digital, la fantasía virtual, los videojuegos y la cultura net, generando esculturas digitales, modelos 3D, animaciones y videos. Definiendo su trabajo como una cadena de experimentos esporádicos que van mutando pieza por pieza.
En su trabajo estas mutaciones tienen lugar en la naturaleza, en una que se está transformando mediante una mezcla de elementos que sugieren violencia y fluidez, como si estas nuevas formas que aparecen naturalmente en sus composiciones fueran a habitarla en un futuro no muy lejano, se convierten en organismos que modifican la estética y el paisaje. Nada se concluye, todo en las imágenes parece que se sigue transformando, como si se le hubiera sacado una foto a un proceso que aún tenía vida y sólo fuéramos testigos de un frame de ese acontecer extraño.
Carlos Saez
Artista español fundador, junto con Claudia Maté, de Cloaque.org, plataforma online que comparte el trabajo de diferentes artistas digitales alrededor del mundo y apoya la difusión y encuentro de muchos de ellos.Además de esto, Carlos tiene bastante obra que va desde la instalación, generación de software, hasta la gráfica diversa, tratando temas como el sexo y sus morfologías, generando hibridaciones entre animales no humanos y humanos, utilizando el erotismo explícito y orgiástico mezclado con ironía que podrá molestar un poco a los que son de moral “intachable”.
Publicidad
Además de esto trabaja con su propio cuerpo generando modificaciones digitalizadas dentro de situaciones convencionales que publica en redes sociales, jugando un poco con la idea de “lo real” dentro de estas redes.
Alejandra Muñoz es una artista mexicana que reside en Monterrey, México.Dicho por ella su trabajo es una mezcla de lo femenino con lo grotesco, haciendo referencia a los absurdos cánones de belleza en la mujer, poniendo en un pedestal lo amorfo y extraño de un ser. Con esta primicia no será raro sentir que hay una extraña atracción hacia las formas de la obra que realiza, generando cierta incomodidad en un inicio, para seguir con un morbo que te hace querer ver más y tratar de entender qué es lo que está pasando en su obra –en algunas ocasiones parece salida de la mente de Lovecraft, pero con un toque femenino que atrae de forma diferente–.
Al inscribirte en la newsletter de VICE, aceptas recibir comunicaciones electrónicas de VICE que en ocasiones pueden contener publicidad o contenido patrocinado.
