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Dinero

Conseguir el milagro: cómo ahorrar aunque ganes una mierda

No hace falta esperar a ganar la lotería para tener un dinero extra en el bolsillo. Con unos pequeños cambios puedes lograr ahorrar mucho.
MA
traducido por Mario Abad
un monedero abierto con dinero
Ilustración por Lia Kantrowitz 

Si tienes dificultades para ahorrar un poco a final de mes, has de saber que no eres la única persona. Según un estudio de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, en España ahorramos el 5,1 por ciento de la renta disponible, lo que representa la mitad de lo que se ahorra en Europa. Y es que entre alquileres, facturas y algún que otro gasto, ahorrar para cosas como un piso de propiedad parece más bien una fantasía irrealizable.

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Pero no tires la toalla todavía. El truco para empezar es centrarte en lo que puedes hacer, no en lo que no. “La idea de ahorrar, aunque sea unos pocos euros al mes, es la de empezar a crear el hábito”, señala Erin Lowry, experta en economía personal para Broke Millennial. Quizá este año no puedas ahorrar 10 000 euros, por ejemplo, pero seguramente podrás ahorrar 100 o incluso 1000.


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A pesar de todos los gastos que puedas tener, hay formas de empezar a guardar un poco de dinero poco a poco. La clave es empezar a tener muy claros tus gastos, voluntad de cambiar y entender que ahorrar va en tu propio beneficio.

A continuación te explicamos cómo hacerlo:

Marca una cantidad, por pequeña que sea

No hace falta tener un sueldo considerable ni llevar una vida austera para empezar a ahorrar. “Primero págate a ti mismo. Da igual lo arruinado o arruinada que estés… Da igual las deudas que tengas”, señala Frank Byrd, jefe de inversiones de Fielder Capital, en Nueva York.

¿Y cómo se hace eso? Empieza con algo ínfimo, como 5 euros a la semana, y mételo en una cuenta de ahorros que te genere intereses y separada de la que usas para pagar los gastos. Tener los ahorros aparte ayuda a motivarte porque ves el resultado de tus esfuerzos.

Convierte el ahorrar en un desafío creativo

Una vez tengas el hábito del ahorro, busca otras maneras de apartar dinero cada mes. Si vives en una ciudad, utiliza los servicios de bicicletas que se ofrecen, si los hay. De esta forma podrías ahorrarte unos 10 euros por semana, por ejemplo. Procura llevarte la comida de casa al menos tres veces por semana, lo que supondría un ahorro de otros 30 euros. Cancela una suscripción a alguna revista, de un servicio de streaming o de ese gimnasio al que nunca vas para ahorrarte entre 50 y 80 euros más al mes.

Desde la crisis de 2008 y sus años en que tuvo que pagarse la carrera, Jade Liou, empleada de banca de Nueva York, sabe bien que por mínimo que sea, cada dólar o euro de ahorro cuenta. “Yo iba a tres tiendas distintas a hacer la compra y así me ahorraba unos dólares a la semana”, recuerda. En lo que respecta al transporte, “si podía, iba caminando a todas partes, en lugar de coger el metro. En aquella época no solía coger demasiados taxis. Puede parecer todo muy complicado, pero me ahorraba mucho dinero”.

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Tampoco hace falta que desaparezca tu vida social, sino que evolucione. La bloguera de economía personal Zina Kumok recuerda que, durante la crisis, “intentaba no salir a cenar ni a bares y cosas así. Lo que hacíamos era quedar en casa de alguien y llevarnos unas latas de cerveza o algo”.

¿Que tus amigos quieren un brunch? Celebra en tu casa una reunión en la que cada uno traiga algo de comer, en lugar de gastarte 20 euros o más en unos huevos a la benedictina. Si tus amigos insisten en ir a un bar, procura ir cuando haya happy hour.

Automatiza el ahorro mensual

Una forma de asegurarte de que ahorras es diciendo a tu banco que cada mes aparten automáticamente la cantidad que hayas decidido. Hay aplicaciones como Acorns que te ayudan con este proceso retirando una cantidad fijada cada semana e invirtiéndola en fondos de inversión, acciones u otro producto de tu elección.

Aborda tus gastos con sinceridad

Si quieres tomarte en serio esto de los ahorros, vas a tener que examinar tus gastos más detenidamente. Esto implica anotar todo lo que gastas cada día. Puedes hacerlo usando una plantilla de Google Sheets o similar o con la aplicación de notas de tu móvil. Si necesitas ayuda, aplicaciones como Mint, Personal Capital y You Need a Budget te pueden facilitar la tarea de controlar los gastos vinculándolas a tus tarjetas de crédito y cuentas bancarias.

Una vez veas cuánto te gastas en ropa un mes normal, por ejemplo, podrías decidir recortar esos gastos un 25 por ciento. O tal vez podrías mudarte a un piso más económico para ahorrar en alquiler. No hay una única forma de hacer las cosas bien. Eres tú quien debe establecer las prioridades y decidir dónde quieres recortar.

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Afronta tus deudas

Una de las principales razones por las que la gente no puede ahorrar es porque debe pagar sus deudas. Si bien hay deudas inevitables, otras deberían ser prioritarias, como la de la tarjeta de crédito por la que tantos intereses te cobran. El promedio de interés ronda el 17 por ciento anual, lo que implica que podrías llegar a pagar casi 1000 euros anuales solo en intereses.

Sacarte de encima la deuda, o al menos una pequeña parte, te permitiría poner el dinero que estás pagando en intereses en una cuenta de ahorros. Roger Ma, especialista en planificación financiera, recomienda destinar cualquier extra de dinero a rebajar la deuda de las tarjetas que más interés te cobren. Pero si crees que te va a dar más satisfacción deshacerte por completo de al menos una deuda, usa el dinero que has ahorrado llevándote la comida al trabajo y cancelando la suscripción al gimnasio para pagar la deuda de la tarjeta con el balance más bajo y empezar así un efecto bola de nieve.

Prueba a establecer un ‘mes sin gastos’

Es momento de dar un paso decisivo: “Intenta pasar 30 días gastando solo dinero en facturas y cosas de primera necesidad (de verdad)”, recomienda J. Money, experto en economía personal y autor del blog Budgets Are Sexy.

Entender la diferencia entre querer y necesitar es una forma tremendamente útil de controlar tus gastos. No se trata de negarte a ti mismo todo mes sí y mes no, sino de saber dónde puedes recortar si tienes un objetivo económico en mente, como saldar la deuda de la tarjeta de crédito o ahorrar para un viaje.

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Guarda tu dinero en un lugar seguro

Respecto a dónde poner todo el dinero que has empezado a ahorrar, tienes varias buenas opciones, como una cuenta de ahorros que genere intereses o un plan de pensiones. La cuenta de ahorro es la mejor opción para el corto plazo y para disponer de fondos de emergencia con los que cubrir gastos inesperados. Infórmate bien sobre qué bancos ofrecen los mejores tipos de interés.

Por último, recuerda que cada euro que ahorres cuando te traes la comida de casa al trabajo o esperas una semana para comprarte un vestido en rebajas es un regalo que le estás haciendo a tu yo futuro. “Todo suma”, señala Liou.

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