Y fueron infelices para siempre: Televisa y la eterna herencia de La Cenicienta

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Y fueron infelices para siempre: Televisa y la eterna herencia de La Cenicienta

Pasamos por el rasero uno de los arquetipos fundacionales de la idiosincrasia mental latinoamericana.

De acuerdo con la psicología, la introyección suele ser un mecanismo de defensa inmaduro mediante el cual las amenazas externas se internalizan, pudiendo neutralizarlas o aliviarlas. En ese sentido, la herencia de Televisa ha gestado por décadas el deseo oscuro de una vida feliz, en donde la promesa del amor y la familia son puestas en primer plano mediante argumentos simplistas y finales felices, todo bajo un fundacional e histórico halo de clasismo y racismo institucionalizados y arraigados en la psique colonizada.

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Si uno se pregunta por qué el grueso de la población en América Latina apela siempre a las mismas historias rosas de siempre, en casi todas las aristas de su vida, tal vez debería preguntarle a los argumentos del canal de las estrellas y sus casi de 800 telenovelas repetidas hasta el hartazgo desde 1958 y que son una de las grandes instituciones educativas de nuestras sociedades.

No sólo Walt Disney es la máxima fábrica de sueños facilones e idealizados, también Televisa es responsable de esas ganas de tener una casota así de grande, con perrhijos sonrientes y un sol brillante al máximo.

Si bien hoy Televisa atraviesa por una inminente crisis que terminó en la renuncia del chief Azcarra Jean como presidente de la televisora, y que en gran medida, tiene que ver con habernos dado a puntas de cucharada de ponche la historia de La Cenicienta ad nasueam, (y a que las nuevas generaciones viven con Internet y streaming desde la cuna), resulta indispensable revisitar las telenovelas que Televisa nos recetó una y otra vez, cautivando a millones de televidentes durante décadas.

Aquí les mostramos 25 ejemplos representativos que recorren más de 50 años de telenovela ramplona. Televisa presenta:

María Mercedes en pleno efecto

1. Elisa (1959)

También conocida como "Muchacha provinciana", la séptima telenovela de una incipiente Televisa plantea las bases de lo que sería su mina de oro durante más de cuatro décadas: un nombre común que generaba empatía con el televidente, la lucha avante a punta de esfuerzos y el cambio de suerte derivada de una extraña mezcla de ángel y destino.

2. Elena (1961)

Un bebé Eugenio Derbez en la foto

Silvia Derbez (sí, mamita de ese prócer de la comedia nacional que es Eugenio) interpreta a Elena (y también a la Elisa de la telenovela de arriba), una joven que fue separada de su padre desde muy pequeña, pero que encontrará el amor de un hombre llamado Jose Ignacio (interpretado por el gran Carlos López Moctezuma), quien tras obstáculos varios le hará olvidarse todos sus problemas.

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3. Marianela (1961)

Basada en el célebre libro de Benito Pérez Galdós del mismo nombre, el argumento de Marianela es sencillo aunque bien ponedor: Marianela es una joven pobre que tiene su rostro desfigurado, se enamora de Pablo, un joven ciego al que ella sirve de lazarillo. Él la cree hermosa, hasta que llega un doctor estadounidense, quien le propone operarlo de los ojos. Pablo le promete a Marianela casarse con ella, pero ella está preocupada por que Pablo la vea derrapada y fea. Al final, el amor, el destino llegan a buen puerto, porque el amor y la belleza interna lo pueden todo. Gran producción de Ernesto Alonso, el "hombre-telenovela".

4. María Mercedes (1992)

Un pequeño gran salto en el tiempo para ir de lleno a La Cenicienta mexicana por antonomasia, Thalía, quien despojada de su sexy look de cantante pop encarna a una suerte de Rosa Salvaje bien chambeadora, vendedora de billetes de lotería, quien al ritmo de un sabroso danzón logra sacar adelante a su pobre e ingrata familia y casarse con el gran galán de la historia.

5. María la del Barrio (1995)

Refrito de la anterior, pero en plan aún más pobre, basurero y simplón. Uno de los grandes hits de Televisa. Sabrosa rumba con una Itatí Cantoral en plan malévolo, que décadas después sería la delicia de los memes gandallones.

6. Marimar (1994)

Mismo plan ceniciento pero versión costeño, calentón con un Eduardo Capetillo en plan galán matón. La suerte viene en forma de San Martín de Porres y un perro mugroso que habla.

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7. Rosalinda (1999)

Quien creía que soplarnos a Thalía tres veces en plan Cenicienta no era suficiente es porque seguro no vio Rosalinda. Rosalinda es una joven linda de buenos sentimientos que trabaja como dependienta en el puesto de flores del abuelo Florentino Rosas, pues su madre está muy enferma y tiene que ayudar con los gastos de la casa a su padre, el bondadoso Xavier, junto con sus hermanas, la engreída Fedra y la cariñosa Lucy.

8. Guadalupe (1984)

Producida por uno de los reyes Midas de la telenovela, el chileno Valentín Pimstein, Guadalupe es una joven provinciana, humilde aunque vivaracha, quien tras el fallecimiento de su madre se traslada a la Ciudad de México en busca de trabajo. El resto es historia. María, Guadalupe, el catolicismo.

9. María Isabel (1966)

Regresamos a la década de los sesenta, en donde parecía otro México pero que para Televisa fue el mismo por años. Aquí, María Isabel es una indígena que vive con su padre y su cruel madrastra en un jacal. Conoce a Graciela, hija del patriarca Félix Pereyra, tirano que quiere casar a su hija con un rico, ella se enamora de un hombre que la deja embarazada, pero el buen corazón tiene una grata recompensa.

10. Lola, érase una vez (2007)

Copia casi al calca de la telenovela argentina Floriscienta (cualquier parecido con Cenicienta…), en la que una muy jóven Eiza González interpreta a Lola, una chica noble y soñadora que un día se encuentra con Alexander (Aarón Díaz), cabeza de la familia Von Ferdinand, que le ofrece trabajo como ayudante de la institutriz en la mansión Von Ferdinand. Von Ferdinand, háganme el favor.

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11. La Tormenta (1967)

Qué historia es La Cenicienta en los anales mexicanos si no la biografía del gran benemérito de Las Américas. En el México de 1857 vive Gabriel Paredes, un indio pobre originario de Oaxaca, analfabeto que nunca pudo recibir educación por su condición social. Pero todo eso cambia cuando aparece Lorenza, una maestra rural que le enseña al indiecito a leer y a escribir. La verdad histórica le aguarda grandes sorpresas.

12. Cruz de amor (1968)

Del gran Antulio Jiménez Pons llega Cruz de Amor, historia en la que Doña Cruz es una humilde viuda que trabaja como sirviente y se sacrifica para dar una mejor vida a su hija a quien adora, Marisol, chica presumida y tonta que no aprecia estos sacrificios, pero se avergüenza de sus orígenes. ¿Les suena?

13. Rubí (1968)

Rubí es una muchacha pobre que vive con su madre y su hermana Cristina en una vecindad, quien paga sus estudios universitarios. Su mejor amiga es Maribel, su compañera de estudios, quien tiene un lesión en su pierna derecha al padecer de polio cuando era niña, vive con su padre que es un hombre muy rico. Los astros ponen todo en orden por arte de magia para que el destino coloque las cosas en su lugar.

14. La Cruz de Marisa Cruces (1970)

De Raúl Araiza llega al inicio de la década de los setenta La Cruz de Marisa Cruces, telenovela en donde una provinciana, Marisa Cruces, es secretaria y se marcha a la capital en busca de trabajo. Se instala en un residencial, en donde conoce a Alfredo Roldán, estudiante de arquitectura que se enamora de ella, pero éste desconoce que Marisa sostiene una relación amorosa con su jefe Guillermo Chávez. Ricos contra pobres y desgracias con recompensas.

15. La Recogida (1971)

Qué mayor insulto para las familias que ser la recogida, con Verónica Castro como uno de los personajes más notables aunque no protagónicos. Alejandra es una niña huérfana que es adoptada por una pareja de millonarios, al morir en un terrible accidente vuelve a quedar huérfana y su malvado tío y ambicioso y la amante de este la encierra en un internado donde es maltratada por una perversa institutriz, en el lugar conocerá a una noble y dulce mujer que se encariña con ella.

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16. Ha llegado una intrusa (1974)

Alicia Bernal es una joven honesta y buena que ha vivido toda su vida en un internado para señoritas en la Ciudad de México. Ella ha estudiado gracias a una misteriosa persona quien paga sus estudios, pero Alicia nunca ha sabido de quién se trata, ya que ella es huérfana y a la única persona a la que tiene es a su amiga Hilda Moreno Sáinz. Otra chulada de Pimstein y una Jaqueline Andere bien chavalona.

17. Chispita (1982-1983)

Más de ese maldito genio llamado Valentín Pimstein, en donde Lucerito saltaría a la fama, a través de su personaje, Isabel, conocida como "Chispita", quien fue separada de su madre cuando ésta perdió la memoria en un accidente. Tras criarse en un orfanato, Isabel es adoptada por un empresario viudo, don Alejandro (Enrique Lizalde), con la idea de que Isabel alegre la vida de su hija, Lili (Usi Velasco), quien desde la muerte de su madre se ha vuelto triste y de mal carácter, sobre todo debido a la influencia de su maestra, la malvada señorita Irene (Renata Flores).

18. Principessa (1984-1986)

De nombre cotorro y argumento ceniciento a partida triple. La telenovela trata las aventuras y desventuras de un grupo de amigas Paola, Fernanda, Marisela y Adriana, quienes trabajan como dependientas en una exclusiva boutique de Polanco en Ciudad de México de nombre "Principessa".

19. Juana Iris (1985)

Eran mediados de los ochenta y las telenovelas con nombre de mujer mexicana seguían pegando con tubo. Aquí, Juana Iris es una mujer provinciana, criada por su tía Raquel, relación de amor maternal que a la postre se convierte en odio. Juana Iris viaja a la ciudad en busca de su madre verdadera, sin saber que es prostituta (qué fuerte). Pero ahí conoce a Bernardo, un hombre rico que cambiará su suerte. Una vez más, la lana entra al quite para introyectar nuestros temores de carestía.

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20. La Pícara Soñadora (1991)

¿Hay algo mejor que ser una chica pícara y soñadora? Según Televisa, pocas cosas realmente. Al más puro estilo de "Érase una vez…", esta telenovela narra la historia de Lupita López, guapa y joven que estudia derecho. Aunque tiene un futuro muy prometedor, por ahora ella no tiene dinero y por eso vive en secreto en los almacenes Sares Rochild (es decir, Sears), donde trabaja de día como vendedora en el departamento de juguetería y su tío trabaja de noche como velador. Todo lo que "toma prestado" (ladrona con causa) de los almacenes para vivir, lo apunta en su libretita para poder pagarlo cuando ella termine sus estudios. Un día, algo increíble sucede. Todo mal.

21. María José (1995)

El nombre de María debe ser el sinónimo de Cenicienta en el inconsciente mexicano. María José es una bella y humilde joven que ha tenido que trabajar realizando labores domésticas. Su padre Serafín está muy enfermo y su madre Rosario, falleció tiempo atrás. Carlos Alberto es el hijo único de Raúl Almazán y Piedad y siempre ha sido un hijo consentido. Todo difícil, pero con el amor a Dios y la honestidad, la recompensa llega porque llega.

22. Marisol (1996)

María, Marimar…Marisol. Producida por el oscuro Juan Osorio, esta telenovela nos cuenta la historia de la chica con este nombre (Erika Buenfil), quien tiene una vida dura y una cicatriz en su rostro, ya que cuando era niña cayó en un espejo quebrado. Todo parece horroroso, hasta que conozca a José Andrés, un joven rico, del cual se enamorará perdidamente.

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23. María Isabel (1997)

Más marías que sufren. María Isabel (Adela Noriega) es una inocente indígena que vive en un pueblo del estado de Nayarit con su tata Pedro y con Chona, su madrastra, quien siempre la ha odiado y maltratado. Cuando era niña, María Isabel jugaba con Graciela Pereyra, la hija de don Félix Pereyra, un poderoso hacendado de la región. Graciela es enviada a un internado en la Ciudad de México y le regala a María Isabel la muñeca con la que jugaban y a la que nombraron como Rosa Isela. El tiempo cobra las cuentas, al igual que Dios y el destino… o los capítulos con rating, lo que pase primero.

24. Rubí (2004)

De corte más caliente y sugerente, Rubí cuenta la historia de una suerte de Cenicienta más malévola y socialmente resentida. Una bella joven universitaria que vive junto con su madre Doña Refugio y su hermana Cristina en una pobre vecindad. Viniendo de una familia humilde, Rubí no deja de lamentar el declive económico que ha tenido su familia a partir de la muerte de su padre, siendo Cristina el sostén del hogar. El rencor no olvida, carnal.

25. Mar de Amor (2009-2010)

Con la soga financiera y la crisis de historias a cuestas, a Televisa le valió sorbete y en pleno principio de la década sugiere una María más (ok, un mar de amor) para azotarnos una vez más el pan con lo mismo, aunque en plan más sórdido. Para Estrella Marina, la vida es como el mar, llena de peligros y maldad, pero también es luchar y salir adelante, por lo que sus sueños y el amor por los suyos la mantienen fuerte ante cualquier marea que quiera derrumbarla. ¡Ay wey!

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