En el pueblo de Louka, República Checa, existe una señora de casi noventa años que lleva cuatro décadas decorando las paredes del pueblo con flores azules características del arte tradicional moravo de la región checa.Comenzó trabajando en el campo de la agricultura, pero ahora su atención está en mantener viva la tradición de los decorados antiguos de esta región que poco a poco van extinguiéndose por las nuevas propuestas arquitectónicas.A su edad ella hace lo que la hace feliz y lo que quiere, no se considera una artista pero el mundo piensa lo contrario. Esta mujer no pinta todos los días, lo hace cada verano y regresa cada año para retocar los diseño previos para que prevalezcan por mucho tiempo.Esta actividad puede resultar incómoda y cansada, incluso para artistas jóvenes, ya que es necesario estar muchas horas expuesto al sol, parado o en posiciones incómodas. Esto no detiene a esta viejita y ya con casi 90 años de edad ella seguirá convirtiendo a su pueblo en una galería de arte hasta el fin de los tiempos.Relacionados:Este puercoespín acampando es lo más tierno que verás en tu vidaEste fotógrafo une las obras de los museos con sus visitantesAhora sabemos cómo gira un fidget spinner en el espacio
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