Registros gráficos de la intimidad: fantasía y existencialismo en tiempos modernos

Propuesta intimista, colmada de curiosidad e inquietud, mezcla de color, pero también, espacios en blanco donde surge una narrativa singular cuya inspiración es la convergencia de la literatura, el cine, la música y el arte. La diseñadora e ilustradora española, Helena Pérez García, nos adentra en una exploración personal a través de imágenes surrealistas y poéticas. Su vasta obra interdisciplinar traza una travesía a dimensiones fantásticas, donde las imágenes toman como medio la ilustración, creando una nueva interpretación de los cuentos clásicos adaptados a situaciones y entornos actuales.

En el umbral de lo real, cuando toda forma habitual se ha desvanecido, aparecen fantasmagorías producto de una maquinación imaginaria. Las ilustraciones desprenden el doble inquietante, mezcla de ilusión y alucinación; ese otro lado donde convergen el miedo y la angustia, también, lo onírico y lo surreal. Helena es una artista alquímica que recrea mundos imaginarios como efectos del libre flujo de trazos, formas y colores vibrantes. Sus ilustraciones surgen a partir de recorridos en el subconsciente, que conducen al espectador a vivir una experiencia interior a través de un estilo misterioso y conceptual colmado de detalles.

Constructiva y creadora, su obra esta impregnada de una atmósfera mística, mezclando realidad y fantasía en formas humanas, animales y vegetales. Sus creaciones están puntualizadas por un marcado interés por la iconografía renacentista, la pintura surrealista, el modernismo literario, el existencialismo filosófico y el cine avant garde. No es de extrañar que al explorar sus ilustraciones, el espectador experimente cierta resonancia y vibración con Boticelli, Magritte, Virginia Woolf, Albert Camus o Jean Cocteau.

Creadas con la minuciosidad de un orfebre, las ilustraciones de Helena reflejan una dimensión cósmica donde se interconectan diferentes ficciones. Ejemplo de ello, lo podemos apreciar en su serie Al otro lado, donde la artista plasma un espacio impregnado por escenas con tintes surrealistas que retratan mujeres atrapadas en travesías introspectivas, suspendidas en instantes mágicos que evaden lo habitual evocando una realidad diferente.

La colorida paleta de tonalidades, el uso de una perspectiva irreal y la expresión ausente de protagonistas son elementos que caracterizan la obra de Helena, logrando la mayor expresividad posible en cada composición. Uno de sus trabajos más singulares es Clásicos modernos, idea que nació con la intención de darle una interpretación actual a estos relatos. Cada ilustración puede transmitir una sutil crítica social y a la vez irónica, abriendo una realidad artificial donde la imaginación expresa su poder creador de imágenes libres.

Para conocer más sobre el trabajo de Helena visita su sitio.

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