Diez canciones increíbles dedicadas al Ford Mustang

Cualquier mortal se ha imaginado manejando un Ford Mustang a 180 kilómetros por hora en una carretera desolada, mientras el sol cae, el viento va desapareciendo a su paso, las preocupaciones que se acentúan con la quietud y el sedentarismo.

Si nunca se habían imaginado en esas, pues bueno: lo acaban de hacer.

El Ford Mustang entró al mercado en 1964, una época donde la industria automovilística de Europa estaba por el piso y los gringos marcaban la parada en el mundo de la tecnología. Fue ahí, en medio de los revoltosos años sesenta, donde surgió un carro que hoy, 50 años después de su creación, sigue siendo un referente del buen vivir.

Ahora, retomemos: ir a 180 km en una carretera requiere, sí o sí, de buena música para sonorizar esa ilusión de perderse en un camino infinito de cemento acompañado de un cielo despejado, un tanque lleno y contando con el tiempo como aliado.

Es por ese sueño tan mundano que hoy les traemos diez canciones dedicadas al protagonista de una experiencia que todos deberíamos poder satisfacer una vez en la vida de la mano de unos músicos con buen gusto para el arte y para los carros.

El rock n’ roll es vital para moverse en un Ford Mustang o en el escenario. Es por eso que el pionero del género musical más emblemático del siglo pasado le rindió homenaje a su Mustang del ‘66 con un tema perfecto para emprender un road-trip sin rumbo fijo.

La banda Tyrannosaurus Rex —que pasaría a llamarse T. Rex más adelante— incluyó este modelo dentro de su disco debut del 68. Durante los setenta incursionaron en lo que se conocería como glam rock, no sin antes dedicarle una canción al Mustang y a lo importante que era ese carro en la época.

Esta canción es un clásico. Nuestros papás seguramente la cantaron a grito herido en alguna fiesta o mientras iban camino a Melgar. Apareció como el tema oficial del tráiler de Baby Driver y es una oda al placer de subirse a un carro con el que se puede llegar a cualquier destino.

White Zombie junto a Iggy Pop es igual a 400 caballos de fuerza. Vean el video, detallen la parte lateral del Mustang que aparece al principio, déjense llevar por la sugestiva voz de Iggy Pop y pregúntense: “¿A qué otro carro el Iggy le dedicaría una estrofa como la que está al principio de este artículo?"

Esta canción fue compuesta por Mack Rice en 1965, pero fue Wilson Pickett quien la popularizó un año después. La letra gira en torno a este carro, que con sólo llevar un par de años en el mercado ya había logrado ser el protagonista de una de los temas más sonados de mediados de los sesenta.

Gainsbourg fue el rey de la música popular en Francia, y dentro de la infinidad de discos que produjo se encuentra la misteriosa “Ford Mustang”. Imagínense en un Mustang a eso de las 2:00 de la mañana mientras se fuman un cigarrillo y deambulan por una ciudad fría y enigmática. A eso suena esta canción.

Bueno, el hecho de que David Bowie mencione al Mustang en una de sus canciones lo dice todo. Aquí el carro no es protagonista, pero le da el tinte perfecto a una de los sencillos más emblemáticos del Camaleón del Rock.

Esta es una de esas joyas escondidas dentro de la discografía de Elton John que merece ser más conocida. Como suele suceder en sus canciones, John cuenta una historia en particular. En esta nos habla de Dolly Summers, una mujer que tiene todo lo que una persona podría querer, incluso un Mustang propio, pero sale en busca de alguien a quien ha perdido, alguien a quien necesita para sentirse completa.

No podía faltar algo de hip-hop en esta lista. En esta ocasión los vieja escuela de Power Supply nos dan una canción pegajosa, donde el motor de un Mustang le da paso al bajo fiestero característico de los noventa.

Para terminar la lista, otro clásico. Dick Dale, el creador del surf, le dedicó al Mustang un ritmo fácil de bailar y el cual fue la banda sonora de varias fiestas durante los sesenta. Aquí Dale proclamaba al modelo de Ford como “The King of the Road” (el rey de la carretera).

Si Dick Dale volviera a componer esa canción, de seguro no le cambiaría nada.