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¿Qué le pasa a tu cuerpo y a tu mente cuando te drogas para follar?

"Las drogas pueden influir de tres maneras en tu actividad sexual: afectan el deseo, la excitación o el orgasmo".
Ilustración por Le Curse.

La revolución sexual del siglo pasado llegó con los métodos anticonceptivos, el feminismo, la desnudez, la igualdad de géneros, la promiscuidad, la ruptura de tabús, la moda y obviamente las drogas. Aunque si nos ponemos a ver, el uso de drogas a la hora de tener sexo no es explícitamente de la época moderna; desde hace siglos la sociedad ha buscado empujoncitos de todo tipo para poder rendir o sentir mucho más a la hora de follar.

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Y con la popularidad de algunas sustancias se generan las leyendas, que vuelven a algunas drogas una especie de elíxir (o al menos placebos), y de ahí, grandes mitos comienzan a surgir. Por ejemplo, que el popper es lo mejor para el sexo anal y que si los tipos se ponen cocaína en la punta del pene no va a haber quién los pare. Para tristeza de muchos, y alivio de otros, la mayoría de estos mitos son mentira, y pueden ser perjudiciales no solo para nuestro deseo y rendimiento sexual, sino para nuestra salud.

Al menos así lo afirma la investigación "Drogas y Sexualidad: grandes enemigos"de Teresa González, Elisa Gálvez, Neiza Álvarez, Flora Susana Cobas y Natalia Cabrera, especialistas en inmunología, medicina legal y medicina general, que generaron un documento publicado en la Biblioteca Virtual en Salud de Cuba, motivadas por ese imaginario que ganamos en la adolescencia de que las drogas psicoactivas nos excitan o nos hacen durar más durante el sexo. Las investigadoras encontraron que en la mayoría de casos, este imaginario es falso, tanto para mujeres como para hombres.


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"Se encontró que los principales efectos de las drogas en la sexualidad femenina constituyen la alteración del ciclo menstrual, y por tanto, trastornos en la ovulación, la disminución del deseo sexual, la anorgasmia, la disminución de la lubricación vaginal, el bloqueo de la respuesta sexual, la disfunción sexual y la infertilidad", afirman las investigadoras. "En el caso del sexo masculino se identificó como principales efectos de las drogas: la disminución de las hormonas masculinas (testosterona), la disminución en la producción de espermatozoides, la disfunción eréctil, la disminución del deseo sexual, la impotencia, la infertilidad, el aumento del tamaño de la próstata (en el caso del uso de esteroides), el retraso en la eyaculación y la disfunción sexual".

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Sí, sabemos que las drogas nos cambian la percepción, la sensación de realidad y nos meten en fantasías por algunos pares de horas, pero eso no quiere decir que a nivel sexual siempre modifiquen para bien nuestras ganas o nuestro desempeño. De hecho al estar drogados, nuestra actividad sexual puede verse afectada de tres maneras: en nuestros orgasmos, en nuestros signos de excitación o nuestra líbido. Algunas drogas pueden aumentar el deseo sexual o hacernos pensar que estamos más arrechos, pero es importante señalar que el hecho de que nos aumente el deseo sexual no quiere decir que mejore nuestro desempeño. De nada nos va a servir estar muy calientes y que a los hombres no se les pare por haber olido cocaína, o que las mujeres no lubriquemos por haber fumado marihuana toda la noche.

Con un ánimo pedagógico, quisimos ahondar en varias drogas y sus efectos sobre nuestros penes, nuestras vaginas y nuestras mentes. Recorrimos un amplio espectro, desde las psiquiátricas hasta las opioides, para determinar cuáles son sus pros y sus contras a la hora de tener sexo.

Alcohol

Puede que muchos nunca hayan siquiera probado nada de lo que está en esta lista, pero como mínimo habrán follado alguna vez medio prendos. Sí, es cierto que el alcohol nos hace sentirnos un poco más liberados y con menos pena, pero en últimas son más los efectos negativos que los positivos. Aparte del mareo, en dosis altas el alcohol "retarda el proceso de excitación, ocasiona pérdida de coordinación, y en consumo frecuente bloquea la respuesta sexual y provoca impotencia", afirman las investigadoras.

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Tabaco

Aún no está muy claro si fumar afecta el desempeño sexual. En varios casos, los consumidores habituales han reportado problemas para lograr erecciones, que se han solucionado al dejar de fumar. Hay un efecto que influye mucho en el deseo sexual de la pareja de la persona que fuma y es el mal aliento que causa el cigarrillo. "Es bien sabido que la nicotina reduce el flujo de la sangre a través de las arterias", afirma la investigación, "lo que puede dificultar en cierta medida alguna de las manifestaciones de la respuesta sexual del organismo, como producir un número mayor de espermatozoides anormales en el semen".

Tranquilizantes y somníferos

Básicamente, las personas que consumen somníferos y tranquilizantes lo hacen para calmarse y dormir. Estas sustancias actúan directamente sobre el sistema nervioso central, brindando un efecto sedante.

"Ocasionalmente los problemas sexuales suelen ser el resultado de la ansiedad o la tensión que pueden bloquear la excitación o el orgasmo, y bajo estas circunstancias algunas personas han descubierto que una pequeña dosis de benzodiacepinas les ayuda a reducir el estrés y pueden mejorar la respuesta sexual", afirman las cuatro especialistas en su investigación. Sin embargo el consumo de tranquilizantes no tiene un efecto directo en el desempeño de la persona durante el sexo, solo si consume grandes dosis: ahí el interés sexual va a disminuir inmediatamente.

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Antidepresivos

Las personas que están realmente deprimidas van a perder el interés en todo, incluido el sexo. Es por esto que los tratamientos con antidepresivos, aparte de reducir la depresión, pueden aumentar el deseo sexual. Sin embargo cuando se consume en grandes dosis, se puede anular la excitación y se puede generar incapacidad para lograr una erección, en el caso de los hombres.

Heroína y otros opiáceos

Existe data histórica de que el opio y sus efectos fueron descubiertos por la humanidad desde el tercer milenio antes de Cristo. Sustancia analgésica, droga para inducir el sueño o droga de disfrute o para "hacer que los bebés lloren más pasito", el opio ha tenido muchísimos usos con el pasar de los años, incluidos el del desempeño sexual.

En la modernidad, de hecho, cada vez es más aceptada la creencia de que estas sustancias generan efectos positivos en el sexo o en el rendimiento de la persona, cosa que no podría ser menos cierta. ¿Y por qué? "Los efectos de los opiáceos en el hombre son: las alteraciones del interés sexual, el retraso en la eyaculación y el fracaso en la erección; y en la mujer: la alteración en el interés sexual", afirma la investigación. Estas sustancias también podrían afectar nuestras hormonas, lo cual, sí o sí, va a tener repercusiones en nuestra vida sexual. La investigación mencionada pone el ejemplo: en algunos estudios han encontrado niveles de testosterona bajos en los hombres adictos a los opioides.

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Con el deseo sexual ocurre algo aún más grave. "Algunos autores comentan cómo el propio efecto de la acción de la heroína, que los adictos señalan que es mucho más placentero, intenso y fácil de obtener que un orgasmo, sustituye en los adictos la propia respuesta sexual".

Marihuana

La marihuana se parece al alcohol en que también desinhibe y da una sensación de que que todo está bien, algo que puede ser muy útil cuando llega la acción para los que están nerviosos o les da pena. Otro beneficio de fumar es que aumenta la sensibilidad al tacto, por lo que se puede sentir más rico, pero fumar también desconcentra y descoordina, por lo que no va a ser posible una faena llena de poses estrambóticas.

Cuando uno es baretero, los niveles de testosterona pueden disminuir a largo plazo en los hombres, así como la producción de espermatozoides. "Igualmente disminuye el deseo sexual y provoca disfunción eréctil", afirma la investigación. En el caso de las mujeres, la marihuana puede hacer que lubriquen menos, lo cual puede volver mucho más incómodo y doloroso todo. Esta es una de las sustancias que más aumenta la probabilidad de aborto espontáneo, por lo tanto si quieren tener hijos, dejen de fumar marihuana por favor.

Cocaína

La cocaína estimula el sistema nervioso central a punta de adrenalina, noradrenalina, dopamina y serotonina, por lo que es una de las sustancias más famosas para ponernos "arrechos", pero también es una de las que más provoca disfunción eréctil. Existe el mito urbano de que hay hombres que se ponen cocaína en la punta del pene para estimular el clítoris de la mujer, y si alguien realmente ha intentado esto, es la persona más estúpida del planeta tierra. Primero porque la cocaína tendría un efecto sedante sobre el pene y la vagina, y segundo porque el PH vaginal de la mujer quedaría demasiado afectado: es decir, te estarías metiendo ácido sulfúrico, acetona y gasolina, no suena tan chévere.

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Por qué algunos hombres no hacen sexo oral

MDMA y otras drogas de diseño

Es bien conocido que las anfetaminas pueden producir un efecto de exaltación, por lo que muchas personas afirman tener un incremento en su deseo sexual, sobre todo las mujeres, pero "tomadas en dosis mayores o si se ingieren normalmente, las anfetaminas reducen la excitación y disminuyen la respuesta sexual", advierten las especialistas.

Con el speed, si se usa frecuentemente, disminuye la líbido, provoca problemas de eyaculación precoz en los hombres y anorgasmia en las mujeres, así que pilas. En el caso del MDMA, aunque sí es cierto que aumenta la conexión interpersonal, la droga no es afrodisíaca ni aumenta el deseo sexual. Al contrario, en los hombres puede hacer más difícil el orgasmo y las erecciones.

Popper

El nitrito de Amilo, más conocido como popper, es quizá una de las drogas más populares a la hora de tener sexo. La sustancia se popularizó entre la comunidad gay en los años setenta, básicamente porque relaja la musculatura del ano, haciendo más fácil la penetración, "pero esta droga no puede considerarse afrodisíaca y su uso puede ser muy peligroso", advierte la investigación. "En algunos casos ha provocado ataques cardiacos, y como efectos secundarios más comunes se incluyen los desvanecimientos, los ataques de migrañas, las náuseas y la debilidad muscular".

LSD

Esta droga es casi en su totalidad alucinógena. Y debido a los delirios que produce, puede hacer que el sexo se vuelva una experiencia extraterrenal, pero también algo difusa, mucho más si en medio del ajetreo nos da un malviaje. Si la idea es procrear, no consuman esta droga por nada del mundo, pues aumenta el riesgo de malformaciones congénitas en el feto.

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