Este artículo se publicó originalmente en VICE Dinamarca.De niña, la fotógrafa Julie Borgstrøm solía visitar con su padre el Acuario de Dinamarca, del que recuerda especialmente un pulpo enorme y las anguilas eléctricas. Hace poco, volvió al ahora abandonado recinto, ubicado en la localidad costera de Charluttenlund.Diseñado por el arquitecto C. O. Gjerløv-Knudsen, el Acuario de Dinamarca abrió sus puertas en 1939 y durante 73 años albergó una gran variedad de fauna marina. En 2012 fue trasladado a Kastrup, en las afueras de Copenhague, y rebautizado como el Acuario Nacional de Dinamarca — Den Blå Planet (El Planeta Azul). Desde entonces, el antiguo acuario de Charlottenlund ha permanecido en desuso. Su propietario planea renovar el espacio y convertirlo en un hotel de playa con restaurante, spa y centro deportivo.
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En su nueva visita al acuario, Julie encontró un lugar muy distinto al que recordaba. "Fue como estar en un túnel del tiempo. Reinaba un silencio sepulcral y una calma un poco sobrecogedora", explica. "Había muchos grafitis y se veía que habían celebrado alguna fiesta. Me gusta la idea de que la gente haya estado usando el edificio desde que se cerró. Este tipo de transiciones, con las que puedes ver cómo era algo antes de que se convierta en otra cosa diferente, me parecen fascinantes".A continuación puedes ver más fotos del antiguo acuario.
