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Comida

Podrían alterar la genética de las vacas para hacerlas resistentes al calor

Con suerte, echarán menos eructos y pedos.
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traducido por Elvira Rosales
Photo via Flickr user MICOLO J

Los científicos ya se encuentran trabajando para disminuir la cantidad de pedos vacunos que afectan el ambiente al explorar estrategias innovadoras que incluyen alimentarlas con orégano, intentar recolectar los pedos en mochilas adaptadas y hasta crear una vaca que no necesite comer.

Pero uno de los investigadores de ganado en Estados Unidos está convencido de que los genes son la esperanza para crear "vacas del futuro" que sean resistentes al calor y puedan soportar el impacto del cambio climático, causado en parte por los gases de las vacas.

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El Dr. Raluca Mateescu del Instituto de Ciencias de la Alimentación y Agricultura de la Universidad de Florida recibió hace poco un subsidio federal de $733.000 dólares para investigar la composición genética de las vacas brangus más tolerantes al calor. La raza brangus comparte 5/8 angus y 3/8 brahman y se desarrolla mejor en ambientes cálidos que otras razas.

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Debido a que más de la mitad del ganado mundial vive en ambientes húmedos y calientes, la brangus era particularmente interesante para Mateescu, quien realiza investigaciones en el área de genética molecular vacuna y, como muchos otros científicos, prevé un aumento de las temperaturas debido al cambio climático.

"La sobrecarga térmica es un factor esencial para limitar la producción de proteína animal y afecta negativamente la salud y el bienestar del ganado en regiones tropicales y subtropicales, además se espera que sus efectos se intensifiquen de manera dramática gracias al cambio climático", dijo Mateescu a MUNCHIES. "Un ejemplo rápido es la resistencia a las enfermedades: en ambientes calientes, los animales son más propensos a mostrar menor resistencia a enfermedades".

Al modificar los genes de las vacas brangus, Mateescu espera "aumentar la productividad del ganado en Estados Unidos y asegurar el suministro alimenticio mundial" con herramientas genómicas que ofrecen "un nuevo enfoque poderoso para abordar los desafíos que presenta el cambio climático y desarrollar un ganado productivo para un mundo más caliente".

Si todo ocurre de acuerdo a lo planeado, los genes descubiertos en las brangus podrían ser inyectados a razas termosensibles como las angus, simmental y holstein "para permitir a los productores explotar las líneas genéticas de cada ganado y así mejorar la productividad con alteraciones mínimas por el estrés calórico", y por tanto garantizar una carne de mejor calidad en tu plato.

Y, con suerte, las "vacas del futuro" echarán menos pedos. Éste es solo uno de muchos cambios que debemos implementar para reducir nuestro impacto agrícola, pero es un comienzo.