Ruzzi
Ruzzi, foto de Alejandro Ibarra

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Música

Ruzzi escapa del dolor en una 'Nave Especial'

En una charla sin tapujos, la de Chihuahua nos contó su historia y los entretelones de su excelente debut, con el que cierra una etapa compleja de su vida.

Cuando Marian Ruzzi publicó el pasado 11 de noviembre Nave Especial, su esperado disco debut, no solo estaba inaugurando su discografía en solitario sino que también clausuraba una etapa de su vida marcada por el dolor. Atrás quedaron años marcados por rechazos sentimentales, inseguridad, miedo a ser ella misma y la pérdida de seres queridos. Todas estas experiencias fueron el germen de inspiración para las canciones de Nave Especial, por lo que al publicar el álbum, más que satisfacción, Ruzzi se sintió liberada.

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Nacida en Chihuahua, esta multinstrumentista egresada de Berklee acumula pergaminos tan pomposos como haber sido pianista y acordeonista de Julieta Venegas por cinco años, acompañar a Café Tacvba durante la gira de los 25 años de Re, ser parte de la banda de León Larregui durante la gira de Voluma y participar de la grabación del disco Hasta la Raíz de Natalia Lafourcade como bajista, tecladista y corista, además de haber escrito junto a ella la canción "Te quiero ver".

A pesar de todos sus logros algo le faltaba a Ruzzi. Necesitaba hacer su propio disco, un proceso que comenzó hace siete años cuando empezó a componer las canciones, que hace tres años la llevó a Londres para empezar a preproducirlas y que finalmente este año vio culminado con la publicación de Nave Especial, un disco de un altísimo nivel lleno de grandes canciones, condimentado con colaboraciones de artistas de la talla de Gepe, Alex Anwandter, Natalia Lafourcade, Javiera Mena, Vanessa Zamora y Meme de Café Tacvba, y que termina mostrando a Ruzzi como una auténtica bestia pop.

La llamé para conocerla un poco más y descubrir la historia detrás de su Nave Especial. “Mucho gusto venezolano. Me caen bien los venezolanos” fue lo primero que me dijo con su inconfundible acento norteño ni bien atendió el teléfono y escuchó mi saludo. Ruzzi es cálida, simpática y no duda en tocar melodías en su piano a modo de ilustración de las cosas que me iba contando. Sin pelos en la lengua y con muchas ganas de hablar de su música, así fue nuestra conversación.

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NOISEY: ¿Qué música se escuchaba en tu casa cuando eras pequeña?
Ruzzi: Fíjate que se escuchaba muchisisímo Queen y los Beatles, que eran las bandas favoritas de mi papá. Éñ era muy ecléctico y también escuchaba mucha música disco, música clásica, y de repente hasta ponía a Los Tigres del Norte. A mi mamá le gustaba más onda Emmanuel y esas cosas que le gustan a las señoras. Con mi hermano escuchábamos de chiquitititos Cri-Cri, pero lo que más me gustaba y que más me volaba la cabeza, era cuando mi papá ponía a los Beatles y a Queen. A mi hermano y a mí nos encantaba también.

¿Y ya cantabas en esa época?
No, yo empecé a cantar en sexto de primaria que entré a un concurso de canto y gané. No era nada profesional, nada como que “Voy a cantar chingón”, ni voy a tomar clases. Como que empecé a tocar el piano y luego a cantar arriba de eso. Se dio muy natural junto con el piano.

¿Y con qué canción ganaste ese concurso?
¡Ja Ja Ja! Una canción que se llama “Esos fueron los días” de The Rocking Devils. Es como de rock de ese de los años 60 que le encanta a los señores. Una canción que cantaba una morra y el coro decía “Fueron los días de amor en que cantábamos, todos los días salimos a bailar”… ese trip.

Entonces el primer instrumento que tocaste fue el piano.
Así es. A los 10 años mi mamá me empezó a enseñar a tocar piano porque ella lo tocaba muy bonito; tocaba ondas clásicas de Bethoven, Chopin y de Mozart, sobre todo. Yo hacía la tarea mientras ella tocaba y un día me preguntó “¿Quieres aprender?”, y yo “¡¿Cómo no?!”. Entonces me enseñó mi primera cancioncita, que era un vals que no sé cómo se llama. Luego me enseñó “Los Changuitos”, jeje, y después ya me puse a tratar de sacar canciones de oído. Más que nada así fue mi formación, sacando rolas de oído.

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¿Y cómo seguiste?
A los 15 años me castigaron un verano y estaba aburrida ya del piano y agarré la guitarra. A los 18 empecé a tocar la batería y luego los demás instrumentos se fueron presentando de diferentes maneras, pero más que nada soy pianista y siento que los pianistas tenemos esta habilidad. El piano es como una orquesta en la que tienes todas las notas a tu disposición con solo oprimirlas, entonces desarrollas un oído muy avanzado en cuanto a musicalidad y desarrollo de melodía. Como que si eres pianista es muy fácil que seas afinado aunque no cantes pero sabes afinar una nota, porque te va dando todos los armónicos y esos armónicos se van quedando como grabados en tu cerebro de alguna manera. Siento que el piano es una buena base para aprender cualquier otro instrumento.

Luego estudiaste en Berklee, ¿cierto?
Sí, de hecho por esa razón yo me vine a vivir al DF, porque yo estaba buscando una beca para irme a estudiar allá y acá había una escuela que estaba afiliada a Berklee. Me vine a estudiar a esa escuela pero no me gustó, me salí y entonces empecé a conocer a toda esta gente maravillosa como Juan Manuel Torreblanca, Natalia Lafourcade y Netito García. Esto fue antes de que Natalia sacara un disco que se llama Hu Hu Hu. Yo fui a un concierto de ella y recuerdo que le pregunté que hacer a Natalia que había estado en esta escuela que no quiero mencionar, y ella me dijo “Pues salte si no te gusta”, entonces me salí y empecé a buscar por mi lado una beca y la encontré. Yo tenía 21 años cuando entré a Berklee y al mismo tiempo estaba de gira con Julieta Venegas y estuve un semestre de gira con ella, luego entré mi primer semestre a Berklee, luego me fui un año de gira con Julieta, luego entré otro semestre a la escuela, luego otro semestre de gira y así estuve como por 4 años. En total estudié dos años en Berklee pero mientras hacía las giras.

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¿Y cómo se dio la relación con Julieta Venegas?
Super loco porque yo cuando me salgo de estudiar acá en el DF me dije “Uta, ¿qué voy a hacer?”, y me llevan a un concierto de Natalia. A mí siempre me ha gustado mucho su música, fui a verla y me encantó lo que hizo. Yo había conocido a Juan Manuel Torreblanca que tocaba con ella y me dice, “Voy a salirme de tocar con Nat porque quiero hacer mi proyecto”, y yo le dije, “Yo te quiero suplir”, porque yo quería tocar con ella. Nat como que me escuchó, le gusté, pero después como que se le fue el trip y metió a otro güey. Yo ya me había ilusionado y Juan Manuel me dice, “Me acabo de enterar que Julieta está buscando tecladista y acordeonista”, y yo, “¿Julieta Venegas? No güey, no creo que me escoja a mí. No tengo nada de experiencia, he agarrado dos veces un acordeón en mi vida”, y él me dijo “Pues yo te voy a recomendar con ella”. Entonces me recomienda, le mandó un video mío tocando el piano, ella me audicionó y quedé en su banda.

Ruzzi Nave Especial

Foto de Alejandro Ibarra

Debió ser tremenda universidad tocar con ella.
¡Uffffff! Muy cabrona, mucho más tremendo que cualquier otra universidad. Aprendí muchisisisisísimo. Unas bases muy fuertes desde cómo funciona un show pro, lo que es girar, hacer coros, amarrarme con una banda, tocar ciertas cosas, saber adaptarme a ciertos estilos. Fue una gran escuela de performamnce, de vida y de muchas cosas más.

¿Y cuándo empezaste a componer?
Como a los 15 años. Yo tocaba instrumentos pero no escribía canciones, la primera canción que escribí se llamó “Calcetines Blancos” y luego empecé a hacer otras rolas pero no fue sino hasta los 18 o 19 que ya me gustaba lo que hacía. De todas maneras nunca lo grabé como bien hasta que hace tres años decidí ya hacer un disco solista.

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Pero antes de eso también tocaste con otros músicos como León Larregui y Café Tacvba
Con Café Tacvba hice la gira de los 25 años del disco Re, también hice la de Voluma con León Larregui. Cada artista con los que toqué fue una escuela diferente, cada uno te enseña cosas diferentes muy interesantes y divertidas a la vez.

¿Y cuando te empezó a picar el bicho de hacer algo sola?
Desde la mitad de mi etapa con Julieta. Yo duré con ella unos cinco años y como a los dos años me empezó a picar ese bicho pero no sé por qué no lo hacía, no me atrevía y cuando fui con Natalia a grabar en Sonic Ranch su disco Hasta la Raíz, ahí fue cuando me llegó la oferta de tocar con los tacvbos y obviamente dije “A mí me encantaría”, Meme fue el que me invitó y ahí me dije, “Si se da lo de Café Tacvba, ¿ya que sigue? Ya no tengo pretexto para no hacer mi disco”, se confirmó y dije “Listo, después hago el disco”.

¿Cuanto tiempo te llevó hacerlo?
Algunas de las canciones las empecé a escribir hace casi siete años y la preproducción la empecé a hacer con Netito García hace tres años. Yo tenía el ahorro de la gira con Café Tacvba y quería ir a grabar a Sonic Ranch porque me encantó la experiencia de grabar ahí cuando fui con Nat, entonces le dije a Netito, “Tengo esta lana y nada más tengo como para irme yo y otra persona. Obviamente me encantaría que fueras tú, me encantaría grabar el disco contigo”, y él me dijo “Pues sí claro, yo te ayudo. Fíjate que acabo de conocer a estas personas que viven en Londres y me están ofreciendo su estudio gratis, sería increíble grabar allá porque además no conozco Londres. ¿Tú qué opinas? ¿Quieres ir a grabar a Sonic Ranch o a Londres?”, le digo a Londres y nos fuimos para allá, ahí empezamos la preproducción. Yo como bien ingenuamente nunca había hecho un disco y pensé que íbamos a grabar todo allá en dos semanas pero no, allá fuimos a hacer preproducción de cuatro canciones que eran Nave Especial, Divertir, En Construcción y Nada, ya teníamos los demos pero en Londres fuimos a desarrollarlas más.

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Luego me vine para el DF y una amiga argentina que se llama Rosario Ortega me invita a Buenos Aires a ayudarle a coproducir unas rolas. Allá compuse y grabé el demo de la canción Cuando con Ale Sergi, el vocalista de Miranda. También escribí otra canción estando allá que se llama Todo Fine, recuerdo que yo estaba cortando mi relación, estaba lloviendo y como que la vomité esa canción.

Después regresé a México y me pidieron el departamento en el que vivía y me quedé sin casa como por seis meses mientras encontraba otro depa, y en ese lapso como que me alejé de trabajar el disco y cuando regresé a hacerlo grabé en varios estudios del DF, fue un proceso larguísimo que no recuerdo bien como fue todo… muchos estudios, muchos lugares en los que se grabó. En Chihuahua compuse y grabé la de Dime, varias cosas quedaron grabadas desde allá de donde yo soy.

Luego fuimos al proceso de mezcla, cada canción la mezclé con diferentes mixers y tuvieron diferentes coproducers, por eso también como que cada rola tiene un sonido muy diferente la una a la otra pero siento que cada una tiene su esencia que se conectan de una manera que no sé como explicarlo. No fue un disco hecho teóricamente como se debería hacer profesionalmente un disco, tal vez en el mismo estudio, en la misma computadora, yo tenía un manejo de información super desordenado en donde de repente no me acordaba donde estaban las cuerdas de esta canción, no me acordaba donde había dejado el disco duro donde estaba la sesión de la voz, hubo muchos invitados. Fue un desmadre hacerlo pero ya está, entonces me siento como liberada.

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Es como si Nave Especial fuera una postal de una etapa de tu vida: Ciudad de México, Buenos Aires, Londres, Chihuahua, colaboraciones con amigos, rupturas sentimentales. ¿No te producía ansiedad no terminarlo?
Fueron tres años de ansiedad interna y confusión.

Debió significar también mucho trabajo mantenerte firme en la decisión de terminarlo.
Totalmente. Muchas veces me preguntaba “¿Qué estoy haciendo? ¿Voy por el buen camino?”, o me decía, “Esto no me convence”. Soy como tan clavada que de repente decía, “Es que esta canción no sé si va a ir”, de hecho quedó una canción afuera porque no me terminó gustando la producción pero a parte es una canción muy especial para mí porque la escribí tres días antes de que mi mamá falleciera hace 12 años, se llama Nos Volveremos a Encontrar, para mí es super difícil de cantarla y escucharla, entonces según yo fue porque no me gustó la producción pero la quiero hacer de nuevo y que salga en lo próximo que saque. No era el momento de esa canción, es la más vieja y también le quiero cambiar la melodía.

En Nave Especial hay un tema recurrente del amor y el desamor.
Mucho más desamor, hay mucho dolor. Me marcaron mucho esas experiencias de desamor. Yo estaba como super confundida con cosas de mi vida, de repente cuando yo expresaba mi amor a las personas me rechazaban y el disco es mucho de ese tema de “Quiéreme. Te ruego, pero quiéreme”, por eso la última rola que escribí que es Dártelo habla de dejar esa etapa atrás, un manifiesto de decir ya me voy, de hecho es la primera canción del disco y la última es Mudanza que es la penúltima que escribí y es como hacer un statement de que “Ok, ya soy esta persona fuerte” y al final dice “mudanza, me voy a tomar todo lo que pasó, voy a tomarlo y voy a agarrar lo mejor y los mejores aprendizajes que tuve tanto contigo como con tal persona que giré tanto tiempo, tal persona con la que viví esto, contigo México me voy de ti,” esa canción fue escrita principalmente porque un amigo se iba a vivir de aquí a Los Ángeles, la co escribí con Natalia, ella me ayudó con la parte esta del mezcal y la gran ciudad, tanto esa como Dártelo son las que dicen que estoy dejando atrás esa etapa de mi vida en que me daba miedo ser yo, sufrí mucho, me daba miedo hacer mi música y todo eso.

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Siento que para ti es muy importante ese tema de poder ser uno mismo, de hecho en Cuando dices “Yo sé que lo que quieres es ser como tú eres”.
Eso se puede reinterpretar de muchas maneras: quiero que seas como tú eres, ¿Qué te gusta hacer? ¿Te gusta esa oficina en la que estás trabajando? No, pues salte. ¿Te gusta esa persona con la que estás? No, salte de esa relación. ¿Te gusta que piensen que eres una persona normal que tiene que tener una pareja del sexo opuesto, estar casada, con hijo y eso es lo máximo que te puede pasar? No… que seas quién eres y que hagas lo que quieres, ese es como mi motor ahora.

Entiendo, y se relaciona mucho con los temas de identidad sexual, igualdad de género, y derechos LGBT que tanto apoyas, ¿cómo ves a Latinoamérica y México en ese aspecto?
Hay mucha gente con mucho miedo. Latinoamérica está jodida por la religión y los prejuicios. Hay mucho odio, fíjate lo que está pasando en Brasil. Es triste pero a la vez hay que decir, “Güey tienes un hijo gay. Déjalo ser. Lo más importante es la familia, no lo hostigues ni trates de cambiarlo, nada mas déjalo ser”, me dan mucha pena esos papás que no pueden ver a sus hijos o que dicen que para ellos están muertos, como que “No güey, no estás solo”. Para mi es duro porque yo nunca tuve nadie que me dijera “Güey todo va a estar bien”, hasta que llegó Javier Mena, que es como mi comadre o mi madrina y ella me cambió mi manera de pensar porque yo soy de Chihuahua que no tiene ni un millón de habitantes, es muy católico y yo estuve en una escuela católica toda mi vida desde kínder hasta prepa en La Salle de Chihuahua que te enseñan que si eres gay te vas a ir al fucking infierno y entonces vives toda tu pinche vida reprimida sin ser feliz.

¿Y cuando asumiste tu identidad sexual?
Como a los 23, para mí siempre ha sido lo más difícil pero es loco, yo tampoco me quiero encasillar en algo porque también me han gustado hombres, pero así de decir “Tengo esta pareja, le voy a contar a mi padre para que me apoye”, eso fue como a los 24. Fue duro pero la verdad tuve su apoyo y cuando tienes el apoyo de las personas que más amas y que más te importa que piensen como que ya no te importa que piensen las demás personas.

Volviendo a Nave Especial. Hay invitados muy importante para tu carrera como Gepe, Natalia Lafourcade, Meme, Vanessa Zamora y Alex Anwandter, y lo más interesante es que cada canción tiene que ver muchos con la música que cada uno de ellos hace ¿cómo se dieron esas colaboraciones?
Cada uno fue diferente, la de Alex fue la más pensada… realmente no, porque en esa iba a grabar Gepe al principio, de hecho lo grabó, me lo mandó desde Chile y le dije, “No, esa no es la canción para ti”, luego escribí Dártelo, y la grabamos juntos acá en los estudios Panoram. A Javiera le dije, “Me encantaría grabar contigo porque eres una de mis grandes influencias, me encanta todo lo que piensas, lo que haces y me encantaría que estés en mi disco”, me dijo de una que sí y la grabó acá en México. Al final me terminé dando cuenta que cada colaboración sí tiene mucho que ver con la música que hace esa persona, fue como que sí son las influencias pero no lo hice con esa intención y terminó siendo así, por ejemplo, la de Gepe que es la más latina y él tiene mucho ese vibe y terminó cantando ahí; la de Alex si está muy influenciada por su música y por la música de deep house cancionero de Disclosure que me encantó ese disco cuando lo escuché y cuando empezó la preproducción de En Construcción me quería ir más o menos por esa influencia de Disclousure y un mix con Alex Anwandter. Vanessa entró porque hace como dos años puse en mi Facebook, “Ya estoy terminando mi disco”, no tenía idea yo obviamente que me iba a tardar tanto y ella me escribió, “Oye quiero grabar en tu disco” y vino a hacer coros en esa canción y me latió ponerla como un featuring. A Nat y a Meme los aproveché lo más que pude. La de Meme le dije, “Me gustaría que cantaras una canción”, me dijo sí y grabamos en su estudio, en el disco él grabó tanto su voz de Nave Especial como el solo de sintetizador de Divertir. Natalia grabó su voz hace como dos años, ella estaba a punto de grabar Musas y fuimos a Valencia Estudios en El Pedregal y grabó su voz y también grabó coros en otra canción que se llama Ojos.

Lanzaste el disco un 11 de Noviembre y tiene 11 tracks, ¿tiene algún significado especial para ti ese número?
Más que una onda de numerología, para mí el 11-11 es un espíritu de alguien que ya no está y para mí representa a mi mamá. Yo cuando paso por algo fuerte algún día y volteo a ver el reloj siempre son las 11:11 y para mí eso es una presencia como de algo espiritual, mágico y divino. Yo el disco lo quería sacar a huevo ese día, luego me enteré por alguien en Instagram que 2018 suma 11, no lo pensé nunca. Para empezar dudé en sacar este disco un poco pero luego dije, “La neta si no lo saco este año no lo voy a sacar nunca y me gustaría que fuera en un número especial, no importa si no es viernes que es cuando se supone que tienen que salir los discos, es un domingo” y por eso decidí sacarlo en ese día. Es algo que puede parecer medio sin orden y un disparate pero por eso decidí sacarlo el 11-11.

Por lo que veo Nave Especial tiene una carga emocional super fuerte. Durante el proceso en que escribiste las canciones e hiciste el disco pasaste por cosas como la muerte de tu mamá, asumir tu identidad sexual, rupturas amorosas y poco antes de que saliera la muerte de Neto.
Para mí es como una migración, justo eso. Con Netito, gracias a él empecé este viaje porque él decidió apoyarme de buena fe y empezar a grabar todo y la verdad sí estoy un poco arrepentida de que no haya salido antes de que pasara lo que pasó pero es como una manera de decir, “Amigo te lo dedico mucho con toda mi alma, con todo mi corazón, estés donde estés. Gracias”, este es como un producto de los dos, es como una liberación, como quitarse un peso de encima. Sobre cuando me rechazaban esas personas, pues yo también escribí eso como forma de dolor que al final terminó siendo sanación para las personas que lo escuchan. A mi mamá hubiera estado bonito que estuviera esta canción que creo que la verdad no era su momento. Siento que me quité un peso de encima, como que estoy dejando una etapa muy dolorosa de mi vida atrás.

Para terminar, ¿Qué piensas de la posición de la mujer actualmente en la música mexicana en un momento en que hay muchas chicas con proyección haciendo cosas muy buenas?
Creo que es algo que se nota más por los medios, pero algo que me genera un poco de apatía o de tristeza es que no haya tanta presencia como debería haber sobre todo en festivales de música, ¿por qué no puede haber un balance? No hay tantos proyectos o no hay tantas oportunidades, yo creo que hay que dar más oportunidades a las mujeres mexicanas en festivales mexicanos y también la colaboración. Creo que es importante hacer grupos entre las personas, por ahí es un poco difícil porque de repente no te gusta algo que hace una colega pero creo que siempre hay que tratar de apoyarse de cualquier manera, siento que es bonito. También me imagino que han de haber muchísimas mujeres que quieren hacer música y no saben cómo o no han sido descubiertas. Tiene que tener muchísima más proyección en general la mujer en los medios y los festivales pero no sé como se pueda lograr eso en verdad.

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