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Son una trampa.Alex Oquendo, vocalista de Masacre, dice que si vemos a este tipo de bandas desde un plano meramente musical, la cosa no es tan grave, el problema es lo que está detrás y las verdaderas intenciones de estos grupos que buscan ganar adeptos para sus iglesias a través de la música pesada mientras predican discursos más afines a los del procurador que a los del metal.Pero, ¿todo este movimiento que suena como una gran contradicción es un plan sucio para arrastras incautos a las puertas del cielo, o es una genuina expresión de un grupo de personas que simplemente y por alguna razón le canta a Dios a gritos?
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