FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

La pesadilla de que Drake te siga en Instagram

Hubo un tiempo en que yo era como tú. Hacía fotos con el móvil y las compartía con mis seguidores, pero desde que sé que Drake me está mirando las cosas han cambiado.

Captura de pantalla del Instagram de Drake

Hubo un tiempo en que yo era como tú. Hacía fotos con el móvil y las compartía con mis seguidores. Hacía, en pretérito. Porque hace dos semanas recibí una notificación que cambiaría para siempre mi presencia en las redes sociales: el usuario de Instagram @champagnepapi había indicado que le gustaban dos de mis fotos y había empezado a seguirme. Durante los diez minutos siguientes, en la pantalla de mi teléfono se produjo una estampida de comentarios y notificaciones de nuevos seguidores que acabaron provocando que el aparato se apagara.

Publicidad

En ese instante de calma entendí que se había cerrado el telón de mi vida anterior, la que he dado en llamar "la Era anterior a que Drake empezara a seguirme en Instagram".

Aquel episodio me sirvió para darme cuenta de que no se me da muy bien guardar la calma. En seguida me puse a enviar mensajes acompañados de una captura de pantalla y de declaraciones, en mi opinión, de los más razonables, como "Joderjoderjoderjoder" o "JOOOOOOODERRRRR". Pasé el resto del día abriendo compulsivamente la pestaña de notificaciones para asegurarme de que no lo había soñado todo.

¿Cómo había llegado yo, un mindundi, un tío pusilánime que intentaba mantenerse a flote en la industria mediática de Londres, con 500 seguidores, a recibir tan inmerecidamente la bendición de los 6 Dioses? ¿Acaso vio en mis fotos de #tbt una celebración nostálgica del South London de principios de los 90? ¿Pensó que las fotos de mis amigos, con un pedal del quince, eran una metáfora de lo banal y repulsivo del hedonismo metropolitano? Quizás. Nunca lo sabré.

Lo que sí supe fue lo que se siente cuando te invade un paralizante miedo escénico en las redes sociales, ese momento en que tomas conciencia de que ahora tienes el poder de poner tu espectacularmente anodina vida ante los ojos de tu rapero favorito. Me aterroriza la posibilidad de que Drake pueda ver una foto borrosa de mí quedando segundo en una noche de Trivial en un pub. ¿Cómo puede mi existencia basada en una o dos salidas nocturnas a la semana interesar lo más mínimo a un tío que se lo ha montado con Rihanna?

Publicidad

Un vistazo a las otras cuentas que sigue Drake no ayudó demasiado. De alguna forma he accedido a un club de élite y ahora me codeo digitalmente con gente como Amy Schumer y Steph Curry. El perfil de Drake debe de ser una retahíla incesante de yates, mujeres increíbles, ostras y gente posando en balcones de rascacielos en Dubái. El mío consiste en imágenes de los mismos gatos y unos cuantos titulares de noticias locales. ¿Qué tenía que ofrecer alguien como yo, cuyo único mérito es haber sido confundido de vez en cuando con Jack Penate (#indieamnesty), al hijo favorito de Toronto?

Cualquier cosa que publique sería un pequeño recordatorio de cómo es la vida carente de fama internacional. Si Drake lo viera, quizá se arrepentiría de su gesto caritativo y dejaría de seguirme al momento, condenándome así a una vida en la que sería eternamente "el tío al que Drake siguió una vez". No puedo dejar que eso ocurra.

Un ejemplo que te ayudará a entender mejor hasta qué punto este episodio ha inmovilizado mi vida digital: el fin de semana pasado fue el cumpleaños de mi amigo Jonathan. Unos cuantos de nosotros nos fuimos de cena. Estuvo muy bien. Estas son las fotos que hice:

Hace dos semanas habría compartido cualquiera de ellas alegremente, sin dudarlo un segundo, pero ahora, gracias a nuestro nuevo amigo canadiense, no puedo permitirme ser tan temerario.

¿Por qué iba Drake a querer ver lo que estaba haciendo Jonathan para su cumpleaños? Drake no sabe quién es Jonathan. El pastel de Jonathan era muy chulo, pero no me cabe duda de que Drake ha usado pasteles mucho mejores como cenicero. ¿Veis esos globos con la cara de Jonathan? A Drake le traen sin cuidado esos globos y la cara de Jonathan.

Ahora me debo a alguien más importante que Jonathan, alguien a quien os puedo asegurar que Jonathan y su delicioso pastel se la traen bastante floja. Ahora que Drake ha delegado en mí la responsabilidad de ser su comisario cultural, no me puedo permitir invadir el precioso espacio de Drake con mierdas de esta clase. Lo siento, Jonathan, pero me temo que ya no das la talla. Aprovecho para darte las gracias por invitarme. Me lo pasé muy bien.

Quizá esté exagerando un poco y resulta que Drake encuentra en mi vida un respiro a tanta modelo desnuda, tanto fan devoto y tanta caja de zapatos llena de billetes, pero no voy a correr el riesgo. Quizá ni siquiera es el miedo a perder la atención de Drake lo que me refrena, quizá es algo mucho más sencillo. ¿Qué pasaría si Drake viera mi publicación, oculta entre los miles de cuentas que sigue, y de repente decide que no soy tan guay, al fin y al cabo? Yo creo que, aunque nunca llegara a descubrirlo, aunque él continuara siguiéndome y tolerando estoicamente mi mediocridad, de algún modo lo sabría.

Haz como Drake y sigue a Joe en Instagram.

Traducción por Mario Abad.