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La caída del porno no puede con este videoclub de barrio

Hablamos con el propietario del último videoclub de Lavapiés, un enamorado del cine y de su oficio. ¿Cómo son sus clientes? ¿Qué alquilan?

Fotografías de Elena López

Las preguntas que motivaron la visita a este videoclub fueron las siguientes: ¿Qué se alquila ahora mismo? Y, sobre todo, ¿quién coño alquila ahora mismo? En el número 17 de la Calle Santa Isabel de Madrid ,se encuentra uno de los pocos videoclubes del centro de la ciudad, y el último del barrio de Lavapiés. "Cuando abrimos había tres y ahora solo quedamos nosotros en esta zona. El siguiente está en Tirso de Molina", dice Fernando Cando. Él lleva 22 años detrás del mostrador del videoclub Anfer, rodeado de DVDs y Blu-Rays. Se declara cinéfilo: "Todas las noches veo una película, y los domingos suelo ir al cine. Veré como diez a la semana, casi siempre antes de ponerlas en alquiler. Mira, ayer mismo miré y llevo como 8.800 votos en FilmAffinity". Es un enamorado de su oficio.

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"Aquí seguimos, en la brecha, a pesar de todos los problemas. Antes estuve de dependiente en otro establecimiento. Siempre me ha gustado mucho el cine y desde que acabé el servicio militar tenía ganas de cine. Empecé en los tiempos en los que convivían el Beta y el VHS, en los que había dos secciones dentro de los videoclubes. Y he vivido varios cambios, del Beta al VHS, el DVD, la entrada de las televisiones privadas y luego ya todo lo que ha pasado con internet", asegura Fernando. Haciendo memoria se acuerda también de otro sistema (casi olvidado): "El 2000, que eran cintas como las Beta pero muy grandes. Eso acabó, igual que el Láser-Disc. Ahora está el Blu-Ray, que tampoco ha entrado muy fuerte. Llevamos muchos años intentándolo, pero se ha quedado en eso, en un intento. La gente que tiene consolas ve las películas en este formato, pero hay muy poca gente que se haya comprado un reproductor".

En 22 años el negocio ha cambiado de forma llamativa y ha habido movimientos en el mercado que han hecho bastante daño. "De todos los cambios, el más traumático fue cuando salieron todos los canales de televisión (TDT) y también el tema de las descargas de internet. Ése fue el momento más duro, aunque parece que ahora está subiendo un poco. Seguimos peleando. Además, han abierto algunos otros videoclubes". ¿Se abren de verdad? "Sí, aunque han desaparecido muchos, parece que hay un ligero aumento. No sabemos cuánto durará, ni si vendrá otra cosa que nos fastidiará". ¿Entonces el sector no está en crisis? "Está en crisis, pero de todas formas cuando son videoclubes muy grandes y con pocos empleados o pequeñitos y lo puedes llevar tú mismo, sobrevives".

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Por los años que lleva abierto el videoclub, Fernando calcula que puede tener registrados, dados de alta como socios, como 8.000 o 9.000 clientes. "Lo que pasa es que muchos han desaparecido, se han ido del barrio o han fallecido". ¿Cómo es un jornada de trabajo en este sitio? ¿Cuántos clientes recibe? "En un día normal, de lunes a jueves, pueden venir unas treinta personas. El fin de semana es cuando más trabajamos, hay mucha más afluencia, pueden llegar a las 60 personas. Durante la semana tenemos ofertas, te puedes llevar dos películas por 3 euros".

Y, ¿duran mucho las películas en las estanterías? "Una película tiene una vida comercial de un mes o mes y medio. Es lo que aguantan. Si es una buena película te puede durar más tiempo, pero son casos raros. Tengo títulos antiguos que se siguen alquilando. Por ejemplo, los títulos clásicos de los ochenta, los tengo casi todos y se siguen alquilando. A la gente le gusta recordar Despedida de soltero, Esta casa es una ruina, Loca Academia de Policía… Hace poco he vendido a una clienta un montón de películas de los ochenta, porque tenía mucho interés, y me dijo que se llevaba un tesoro. Luego hay clásicos, que siempre perduran, gente que viene buscando películas de James Dean, Bette Davis, Katherine Hepburn… Lo que el viento se llevó es una película que sigue alquilándose, como Arsénico por compasión o Historias de Filadelfia".

Fernando

Tenemos una curiosidad. Queremos saber si la gente sigue alquilando las películas por los actores que las protagonizan. "Sí, claro. Por ejemplo, Tom Cruise o George Clooney son los que tienen mucho tirón. Funcionan muy bien las películas de los Oscar, por ejemplo, este año Whiplash. Y luego tienes todas las sagas juveniles de Crepúsculo, Divergente y todas ésas que tienen mucho éxito". Si nos tuviéramos que llevar algunos estrenos, ¿qué nos recomendarías? "Pues Whiplash, The Imitation Game, también es una buena película, y Kingsman, que es muy divertida. Mira, aquí tengo la lista de las que han salido este mes". Nos enseña un folio con los títulos de agosto y los que llegarán en septiembre escritos a mano, es su forma de anunciar a los clientes las novedades. Y completa la información: "El Francotirador también os puede gustar, Foxcatcher, que es una película de actores, o Mr. Turner".

Paramos la charla. Entra una clienta a devolver dos películas. Fernando le pregunta a Gloria si le ha gustado una de ellas, Cuernos de espuma, y la mujer le dice que sí. ¿Te atreves a recomendar? "Hombre, yo recomiendo mucho. Por eso hay veces que me equivoco, pero ya voy conociendo a la gente y sus gustos. Cuando me equivoco no me lo dicen (risas)". Por lo que hemos visto con la mujer que acaba de abandonar la tienda, la relación con los que alquilan va más allá de lo puramente comercial. "La clientela es fija, es lo bueno que tenemos. Parece el videoclub de Aquí no hay quién viva (risas). Más que clientes ya son amigos. Hace poco ha fallecido una clienta e incluso nos han llegado a dar el pésame a nosotros".

Antes de irnos, queremos saber si es verdad que los videoclubes sobreviven por el alquiler del porno, que es lo que mucha gente piensa. "No, lamentablemente el porno ha dejado de existir para nosotros. Llevamos ya dos años que los clientes que venían a por porno ya no vienen y se han dedicado a internet. Fíjate, lo tenemos hasta escondido". Se levanta y entre un muro de vinilos saca dos bolsas de plástico con DVD's de cine para adultos. "Alguna persona viene preguntando para venta, pero alquiler, nada. Es una pena, porque era una fuente de ingresos para nosotros muy importante. Ha desaparecido. Antes venían clientes que estaban de viaje, dormían en un hotel y se llevaban ocho o nueve películas, ahora lo ven todo por internet". Duda resuelta y también sabemos qué se alquila y quién lo hace. Fernando se despide sin abandonar el mostrador. "Por cierto, ya sois socios", nos dice. Gracias.