Armados y orgullosos

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Armados y orgullosos

"God, Guns and Guts" de Ben Philippi es una celebración visual para todos los dueños legales de armas en todo Estados Unidos.

Este verano no han faltado balaceras: el tiroteo en el centro comercial de Toronto, la de una parrillada, el asesino de Batman en Colorado, o el racista pirado que abrió fuego en el templo Sikh durante su estúpido sueño mojado de cabeza rapada. Si eres el legítimo dueño de un arma o un fanático de éstas, tu suerte no pinta bien en términos de relaciones públicas, en especial cuando parece que todos aquellos con una pistola y una enfermedad mental están apuntando sus armas contra personas inocentes todos los días. Por eso, cuando el fotógrafo Ben Philippi publicó su más reciente libro God, Guns & Guts(Dios, Armas y Agallas), una celebración visual para todos los dueños legales de armas en todo Estados Unidos, supimos que teníamos que hablar con un hombre que pasó casi cuatro años entre patriotas armados. Lo que encontramos fue un grupo de personas amigables que disparan magnums en sus ratos libres en lugar de jugar con trenecitos eléctricos, y que por ello son tan incomprendidos.

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VICE: ¿Por qué el nombre God, Guns & Guts?
Ben Philippi: Es un dicho estadunidense. No lo inventé. En realidad me lo sugirió Mark Muller, quien aparece en la portada de mi libro. Lo conocí por primera vez en 2009 en CNN, cuando lo entrevistaron sobre una promoción que tenía en su concesionaria automotriz en Missouri, llamada “Dios, Armas, Agallas y Pickups norteamericanas”. El nombre me sorprendió, pero fue hasta dos años después cuando estaba con él y discutíamos nombres para el libro, que me dijo: “Deberías ponerle God, Guns & Guts porque es controversial y va a encabronar a muchos demócratas”.

Estamos hablando del güey que regalaba un AK-47 con cada auto, ¿cierto?Después me enteré que la promoción surgió en respuesta a algo que Obama había dicho, algo como: “Esas pobres personas en el centro de Estados Unidos se aferran a sus Biblias y sus armas”. Mark lo escuchó y dijo: “¿Sabes qué? Al diablo con ese pendejo, voy a regalar armas con la compra de un auto en mi concesionaria”. Pero no regaló las armas así nada más. Entregaba un recibo en que pedía a sus compradores que les hicieran un chequeo de sus antecedentes antes de poder recibir el arma. Las personas que vieron esta promoción realmente se sintieron identificados porque para ellos tenía que ver con sus sentimientos hacia el gobierno. Después, un año después de todo esto, hizo “Snipers for Vipers.”

¿"Snipers for Vipers"?
Sí, regaló rifles de francotirador calibre .50 con la compra de un Viper. Esas son armas legales que pueden derribar un avión o matar a alguien a tres kilómetros de distancia, si sabes cómo usarlo.

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¿Supongo que Mike fue uno de tus personajes favoritos mientras hacías tu libro?
Por supuesto, sigo en contacto con muchos de ellos. Pero él era mi favorito, y nos hemos vuelto muy buenos amigos. De hecho, acabo de filmar un video de prueba para un reality show estelarizado por él y su hermano, un presentador de radio en Chicago de nombre Mancow Muller, sobre sus extrañas ventas.

¿Cómo encontraste a todas las personas en tu libro?
Mientras vivía en LA comencé a poner anuncios en Craigslist, en la sección de talentos, que decían: “¿Te gustaría ser fotografiado con tus armas?” El único requisito era tener un arma de verdad. La respuesta fue abrumadora, y una persona llevó a otra. Algunos tenían sus dudas porque no estaban seguros para qué quería hacer este proyecto y pensaron que los estaba usando.

¿Por qué decidiste hacer este proyecto?
Básicamente, luego del 11 de septiembre, vi cómo el ejército estadunidense se convertía en este Complejo Militar Industrializado que tanto temíamos. Pensé: “esto no está bien”. La guerra no es la respuesta, a menos que sea absolutamente necesaria. Soy un hippie en ese sentido. Pero lo que me interesaba de verdad era cómo el pueblo estadunidense también estaba comprando más armas. Hay casi suficientes armas en Estados Unidos para armas a todos los ciudadanos. Así que quería averiguar si había una relación entre las dos; un pueblo poderoso y un ejército poderoso. Para muchas personas las armas son una metáfora para la libertad y la independencia, para poder controlar tu entorno y defenderte. Todas las personas que aparecen en el libro eran dueños legítimos de sus armas, no eran gángsters ni nada por el estilo; estamos hablando de personas armadas de forma legal que no tienen miedo de mostrarlo.

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En este momento, las personas están satanizando a las personas con armas. En tu experiencia, ¿cómo son estas personas en Estados Unidos?
Hay de todo. Hay personas realmente interesadas en ellas, así como hay personas interesadas en coches o estampillas. Hay cazadores, personas a las que les gusta jugar tiro al blanco, y personas paranoicas que creen que el gobierno tirará su puerta, les pondrá una pistola en la frente y los arrestará por algo que no hicieron. También están aquellos que temen que la economía se colapsará o que habrá un desastre natural, y que han acumulado granos y armas. Un buen ejemplo es el huracán Katrina, donde las personas se pudieron defender porque hicieron justo eso. Muchas personas en LA usaron los amotinamientos en LA como justificación para tener un arma.

¿Dirías que los dueños de armas difieren en términos de su postura política?
Definitivamente se trata de una cosa de izquierda y derecha. Pero hay muchos demócratas con armas. Aunque creo que la mayoría de las personas con armas son republicanos. Están mucho más armados.

Muchas de tus fotos son de personas con puros, lentes oscuros y sombreros vaqueros. ¿Ellos eligieron vestirse así?
Creo que así es como algunos dueños de armas se ven a sí mismos o se presentan. Creo que estas personas son discriminadas por tener armas y no buscan sobresalir. Algunos sentían que el gobierno podría identificarlos en el libro, así que se pusieron una especie de disfraz. Pasar desapercibidos en caso de que las cosas se pusieran feas, era clave para ellos. Es mejor ser un desconocido y volar bajo el radar.

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Hay personas que compran armas sólo para coleccionarlas y no necesariamente para defenderse?
Un buen ejemplo de eso es éste policía llamado Ike; un güey increíble, muy amable y hospitalario. Me llevó a su casa y me mostró esta habitación con una pared corrediza en la que guarda una gigantesca colección de armas y donde tiene un campo de tiro. Está orgulloso de tener estas armas, y es su pasatiempo más que cualquier otra cosa. Le tomé una foto con una Tommy de los treinta, un artículo de colección que perteneció a un gángster que murió con ella, y había una mancha de sangre en el revestimiento de madera. Fue genial, realmente hermoso. Cualquier que vea eso diría: “Esto es realmente genial”.

¿Hubo muchas mujeres con armas que te buscaran para ser fotografiadas?
Las mujeres que compran armas es uno de los mercados emergentes en la industria. Es algo enorme: pistolas rosas, pistolas pequeñas que caben en bolsos… hubo una chica en Las Vegas llamada Sara Jane y compró una pistola porque se metieron a su casa y lo único que se llevaron fue su ropa interior. Las Vegas es un escusado gigante bajo el sol, con muchas personas enfermas, así que se compró una pistola para defenderse. Y no es una persona violenta, sólo es una hippie que va a ver al Hombre en Llamas todos los años.

¿Qué opinas de la posesión de armas y el control de gobierno?
Creo que los propietarios de armas de fuego casi nunca son las personas que cometen crímenes. Creo que siempre y cuando no seas un criminal y compres tu pistola de forma legal, está bien, y si tienes una no quiere decir que seas una persona mala que quiere matar a otros. Cuando compras armas en Estados Unidos revisan tus antecedentes, pero el güey de Colorado era evidente que tenía problemas mentales y no se las debieron vender, así que alguien la cagó. Los propietarios de armas legales son los que menos intención tienen de hacerle daño a alguien. Incluso hay incidentes en los que las personas con armas salvan a las personas. Estuve en Bosnia en los noventa y estas personas eran víctimas del ejército yugoslavo y necesitaban armas para luchar contra esta fuerza opresora. Eventualmente, se las dieron y eso los salvó de un posible holocausto, porque la ONU no hizo ni madres.

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¿Cómo ha sido la recepción de tu libro entre la comunidad armada?
Muchos dueños de armas en Estados Unidos creen que fue inexacto, pero creo que son paranoicos o escépticos. Creen que hay un prejuicio contra ellos y creen que mi libro los pinta de forma amenazadora. Creo que no los debería importar los que las personas piensen de ellos. Creo que es un libro de arte y una celebración que dice que no hay porqué avergonzarse de tener un arma. Dios bendiga a Estados Unidos.

Sigue a Ben Makuch en Twitter @BMakuch