Un estudio lo confirma: eres más atractivo cuando bebes un poco

Este artículo fue publicado originalmente en Munchies, nuestra plataforma dedicada a la comida.

El efecto de ver a todo el mundo atractivo bajo los efectos del alcohol es algo que hasta la ciencia ha validado. Bajo el manto de la noche y la influencia de unas ginebras generosamente servidas tu compañero de fiesta puede ser el más guapo. Después lo ves a plena luz de la sobriedad (y del día) y encuentras a un ogro en lugar del Adonis o la Atenea que esperabas. Probablemente a ti te estaban viendo igual cuando intentaban reproducirse contigo en medio de un bar lleno de gente.

Pero al parecer, el efecto va en dos sentidos y tu versión más atractiva aparece después de una primera copa de vino.

Eso es lo que afirma una investigación publicada en la revista Alcohol and Alcoholism realizada por la Universidad de Bristol. Cuarenta estudiantes aceptaron ser fotografiados tres veces: una vez completamente sobrios, otra vez después de una primera bebida equivalente a una copa de vino suave (250 ml / 14% de alcohol) y una última vez después de una segunda tanda de alcohol. Otro grupo de estudiantes heterosexuales (completamente sobrios) se encargó de evaluar sus rostros en las fotos. Primero les mostraron a los evaluadores la foto de la persona sobria y la foto de la persona después de haber consumido la primera dosis de alcohol para que eligieran en cuál de las dos se veía más atractivo el individuo. Luego se repitió el ejercicio con la foto del individuo sobrio y la foto del individuo después de haber consumido la segunda dosis de alcohol.

Curiosamente los individuos fueron considerados más atractivos en las fotos que fueron tomadas después de que se hubieran tomado un sólo trago que en las capturadas cuando no habían consumido alcohol. En las fotos tomadas después de la segunda dosis de alcohol, los estudiantes lucían menos atractivos. El portal mágico que te lleva a tener un atractivo ligeramente mayor aparentemente se derrumba estrepitosamente tan pronto te tomas el último sorbo de tu margarita.

Ahora bien, ¿por qué carajos pasa esto?

Marcus Munafò, profesor de psicología biológica e investigador principal del estudio, sospecha que tu cara se suelta después de un poco de licor. El alcohol puede hacer que tus pupilas se dilaten (lo cual aumenta el atractivo percibido) y que tus músculos se relajen, con lo que logras una sonrisa más amplia y una mirada más amable. Los investigadores también relacionan esto con el hecho de que el alcohol pone las mejillas rosadas y las parejas inconscientemente asocian esta cualidad con una buena salud.

El equipo se apresura a señalar que sólo porque tengas un aspecto ligeramente más saludable momentáneamente no significa que el alcohol en realidad le esté haciendo bien a tu cuerpo (a menos que estés bebiendo vino tinto, que mejora tu salud mental).

No obstante, hay que tener en cuenta la conclusión del estudio, que advierte que "además de percibir a los demás como más atractivos, un consumidor medianamente intoxicado con alcohol también puede ser percibido como más atractivo por otros. Esto a su vez puede tener un papel en la relación entre el consumo de alcohol y el comportamiento sexual riesgoso".