Foto por M.A. Cabrera Luengo.
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Me pidió mi nombre completo, fecha de nacimiento, número de vuelo, hora de llegada, número de pasaporte, dirección del hotel e incluso qué medios de transporte utilizaría para llegar del aeropuerto al hotel. Le dije lo que me pidió y me dijeron que el Scurvy Crew estaba "checando" mis datos.Después de algunos días de silencio, The Scurvy Crew me contactó de nuevo.Cuando descifré el mensaje que me enviaron, las únicas palabras que tenía eran: "No te muevas del aeropuerto hasta recibir instrucciones". Parecía un poco ominoso, pero decidí tomar un vuelo al lugar acordado y esperar.Al llegar al aeropuerto hice lo que me dijeron y esperé una llamada de la pandilla que, en los primeros días de Silk Road, supuestamente era responsable del 30 por ciento del dinero que fluía en el sitio. Después de 20 minutos sonó el teléfono. Era Ace."Dirígete a la estación de tren más cercana", dijo. "Mis chicos están cerca".Salí del aeropuerto y me dirigí al tren. En cuanto arrancó, Ace me llamó de nuevo para confirmar que sus chicos acababan de verme subir al tren y que todo iba bien.
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Para probar que él era quien decía, sacó una pequeña laptop y se conectó usando la misma clave de PGP con la que nos habíamos comunicado durante meses.También se conectó a la cuenta de usuario de The Scurvy Crew en el nuevo Silk Road —Silk Road 2.0, una réplica lanzada en noviembre de 2013 que supuestamente era manejada por los miembros del sitio original y que actualmente ya no está en línea—.Aunque servía su propósito, Silk Road 2.0 estaba lleno de errores, robo de bitcoins, dramas internos e intentos de hackeo.Sin embargo, aún parecía ser el principal punto de encuentro para el negocio del narcotráfico en línea, algo que comprobé rápidamente cuando Ace me mostró su eterna lista de órdenes del día: opio español, hachís marroquí y cristal de LSD, uno detrás del otro mientras deslizaba el mouse hacia abajo.Quise saber cómo fue que este tipo terminó en un camino que al final lo llevaría tanto a tener notoriedad en Silk Road así como un floreciente negocio de narcotráfico internacional.Ace se arremangó la camisa, examinó el bar y se sentó frente a mí. En cuanto empezó a contarme su historia, su semblante cambió: adoptó el papel de un profesional de su campo, como cuando un apostador exitoso te explica la complejidad de sus técnicas para ganar.
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"Para encontrar estos campos tienes que estudiar las noticias que salen [sobre ellos]. Luego tienes que sobornar a los reporteros para que te den las locaciones o ser 'conocido' de algunos granjeros", dijo. "En cuánto sepas dónde es, vas allá cuando las plantas estén floreando y regresas dos meses después cuando las amapolas estén verdes y los pétalos se les hayan caído".Una noche de 2011, Ace, equipado con su nuevos conocimientos sobre Silk Road, un machete y un saco, decidió que tomaría el riesgo y que se escabulliría en uno de estos campos que tal vez fue cultivado para Bayer, pero, lo más importante: eran campos llenos de opio.
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Ace estaba hasta arriba de The Scurvy Crew, lo que le permitía no sólo gobernar con puño de hierro, sino también ofrecer un servicio de calidad y la integridad que creía que solamente se podía aplicar al negocio de las drogas a través de Silk Road. Claro que su equipo se volvió un conocido confiable de Silk Road. A juzgar por sus comentarios, lo que etiquetaban como "opio de Bayer" era el mejor que había. Además, nadie más lo vendía, pues, como lo puso Ace: "No muchos tienen los huevos de entrar a un campo armado para robar opio".El dinero aumentó y The Scurvy Crew maduró. Ace ahora tenía vendedores y empacadores trabajando para él; en el curso de seis meses había pasado de ser un vendedor solitario que se arrastraba por la tierra a tener un equipo de gente que lo ayudaba a enviar su producto. El opio y el hachís se movía tan pronto como llegaba. Ace no podía manejar por sí solo toda esta cantidad, así que compró dos bodegas para procesar su producto. En poco tiempo el negocio era una máquina aceitada con personal aún más dedicado."Tenemos un equipo que va a los campos. Ellos recolectan el opio, lo secan —que es un proceso de unos diez días: tienes que amasarlo todo el tiempo para sacarle todo el aire. Luego le sacas la humedad—. Mientras más seco esté el opio, mejor calidad tendrá", explicó Ace."Luego el opio es calentado dentro de las bodegas, se esparce con una máquina para hacer pastas y sale del ancho de un cartón. En cuanto está listo, se corta en bloques. Usamos una guillotina para rebanarlo —cada cuadro es uno, cinco o diez gramos—. En cuanto llega la orden [de Silk Road] en la mañana, se imprime la dirección para las órdenes. Y luego pasa dos procesos [para ser empacada]. Uno es un sellado al vacío y el otro es una bolsa antihumedad. Luego se pone en una carta y es enviada a su destino. Es una línea de producción. Y si hablamos de enviar, digamos, unos mil gramos por semana, quizá perdemos de 10 a 20 gramos [en la aduana], así que definitivamente lo vale".
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Con el opio y el hachís fluyendo, miles de clientes de Silk Road ahora compraban sólo los productos de Scurvy Crew y dejaban comentarios positivos en los que alababan sus drogas, así como la cautela y rapidez con la que les llegaban. El negocio iba bien, sus comentarios eran excelentes y el mismo Dread Pirate Roberts estaba feliz con el progreso de Ace. Los dos hablaban a menudo, era una "relación de trabajo".
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Éste fue también el momento en que el negocio de Ace se cayó a pedazos. El Silk Road original fue incautado por el FBI y todas las bitcoins que había en su depósito desaparecieron junto con el sitio. Se trata de un botín de 28.5 millones de dólares (más de 400 millones de pesos) confiscado por las autoridades."The Scurvy Crew perdió unos 7 millones de pesos con la caída de Silk Road", dijo Ace, viéndose todavía un poco triste. "Sin embargo, los problemas de la desaparición de Silk Road no duraron mucho", continuó. "Creo que en dos semanas ya estábamos en los otros dos mercados".Los "otros dos mercados" eran la alternativa de los bazares de drogas en internet de ese entonces: Sheep Marketplace y Black Market Reloaded. Ambos operaban al mismo tiempo que Silk Road, pero permanecieron a la sombra de Dread Pirate Roberts y su mercado. Sin embargo, con ese barco hundido, los miles de usuarios de Silk Road emigraron a su ex competencia.Backopy, el fundador de Black Market Reloaded, tuvo que cerrar las solicitudes de nuevos registros durante tres días cuando su tráfico incrementó de 2 mil usuarios al día a más de 5 mil.
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Me dijo esto sin presumirlo, sino más bien con sorpresa. Tuve la sensación de que para Ace fue catártico tener a alguien con quien hablar de su negocio. Claramente su trabajo lo impulsaba y vivía una vida de ricachón, solo que las bolsas oscuras y cansadas alrededor de sus ojos recordaban el precio que tiene una vida así."Lo malo son las mentiras", dijo. "Hay días en los que preferiría tener un horario de 9 a 6 en lugar de tener que estar cuidándome la espalda todo el tiempo, de preocuparme a cada rato por quién está tocando el timbre o a dónde puedo ir o si hay alguien siguiéndome. No sé qué detalles tenga el FBI de mí… lo único que sé es que tengo que seguir y divertirme, o si no, no valdría la pena".Terminó nuestra entrevista diciendo que le daba más miedo perder la lucha contra las autoridades que pasar toda su vida en la cárcel. Como ya había hablado con varios criminales, esto era algo que ya había escuchado cientos de veces, sólo que tal vez Ace era el único que lo decía en serio. No se trataba de alardear o de engañarse, era pura honestidad. Él creía en lo que hacía.Después de dos horas de platicar, ya era hora de irme. Recogí mis cosas y le agradecí a Ace y, aunque seguramente me estaban vigilando, me dejaron salir del bar sin ser escoltado.Cuando al fin encontré mi camino de vuelta a la estación de trenes, algo me cautivó. Miré hacia arriba y vi un enorme letrero de Bayer.Sigue a Jake Hanrahan en Twitter: @Jake_Hanrahan