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Rumbo a ningún lado

Los curitas racistas de Suecia

"El problema es que vienen en una sola tonalidad, y que el tono se llama 'color piel'".

En Suecia, quienes buscan un curita del color de su piel tienen un solo color para elegir: beige. Este es un tema que la escritora Paula Dahlberg, quien tiene un blog sobre el racismo en la vida cotidiana, criticó recientemente en la radio nacional. "No creo que el color sea el problema", dijo Dahlberg a VICE. "El problema es que vienen en una sola tonalidad, y que el [tono] se llama 'color piel'", agregó.

A la marca de ropa sueca Acne se le condenó de manera similar el año pasado después de lanzar una colección de ropa interior con prendas para "color piel", también en beige.

"No tendría problema con los curitas si fueran el único producto que se vendiera como 'color piel'", Dahlberg añadió. "Pero hay un montón de cosas que aún vienen en tono 'nude' o 'natural' (como los maniquíes, el maquillaje, la ropa interior, los juguetes y la publicidad) que sólo son de color beige o blanco", claro.

Jon Wonmark, quien trabaja en una de las fábricas más grandes de tiras adhesivas sanitarias en Suecia, Cederroth, le dijo a la radio sueca que no se les ha pedido ninguna otra tonalidad, pero que entienden que las vendas color beige parecieran estar hechas para personas de piel blanca.

A raíz de las críticas, la farmacia estatal Apoteket anunció que dejarán de llamar a las curitas color beige: "color piel". También esperan comenzar a vender curitas en diferentes tonalidades para finales de año.