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Talento y juventud malgastados: La moraleja de Nicklas Bendtner

En alguna época, Nicklass Bendtner pintaba para ser uno de los mejores delanteros del mundo. Hoy en día, se encuentra rumbo a la segunda división inglesa.
PA Images

Cuando Nicklas Bendtner era un jovencito, el danés dividía las opiniones del público como pocos futbolistas lo hacían. Alto y larguirucho, delgado como un galgo, formaba parte del ejército de jovencitos de Arsene Wenger. En la era del Arsenal en la que la austeridad consumía todo a su paso, Bendtner fue vendido como la solución a los problemas del club en el ataque. Algunos fans estuvieron dispuestos a creerlo, mientras que otros descartaron la idea. Sin embargo, él mismo creía en su fama y en una ocasión declaró a The Daily Mail que se consideraba "uno de los mejores delanteros del mundo".

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Eso sucedió en el 2010 y, seis años después, la carrera de Bendtner se encuentra en una faceta bastante diferente. A su baja de juego en el Arsenal le siguieron dos préstamos para el olvido con el Sunderland y Juventus, al igual que una transferencia poco fructífera con el Wolfsburg de la Bundesliga. Bendtner acaba de regresar a Inglaterra luego de haber asegurado un lugar en el Nottingham Forest. Se trata de un larga caída desde la cima del Emirates a un club de mitad de tabla de la segunda división inglesa. Sin embargo, su transferencia al Nottingham podría verlo anotar mínimo unos cuántos goles más.

EPA Images/Cesare Abbate

El problema más obvio para Bendtner en las últimas temporadas ha sido que, a pesar de su fama como delantero, tiene una peculiar aversión para anotar. Consiguió ocho goles en 30 partidos con el Sunderland en la temporada 2011/12, y a ello le siguió una campaña sin goles en Turín. Aunque estuvo lesionado gran parte de dicha temporada, tuvo once participaciones con la Juve. El equipo italiano estaba intratable y ganaría el campeonato, pero ni así Bendtner pudo colar un solo gol. En sus dos temporadas con el Wolfsburg, jugó 47 veces y anotó una paupérrima cantidad de 9 goles.

La escasez de gol de Bendtner es respaldada por otro problema más grave. Mientras que la baja de juego y la falta de confianza pueden remediarse, los problemas de actitud pueden llegar a ser más difíciles de solucionar. Durante su estancia en Sunderland, Bendtner fue arrestado bajo sospecha de haber dañado algunos autos estacionados, pero los cargos fueron retirados poco tiempo después. En la Juventus, fue señalado por estar pasado de peso. Justo antes de marcharse del Arsenal, fue acusado por comportarse agresivamente con un taxista en Copenhague, quien supuestamente dijo que Bendtner había desabrochado sus pantalones y tallado sus partes íntimas con una parte del taxi. Su período en el Wolfsburg fue simplemente una sucesión de problemas disciplinarios, y por ello el club decidió terminar su contrato con tiempo de anticipación después de un mes en el que Bendtner entrenó separado del equipo.

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¿Cómo fue entonces que Bendtner perdió el rumbo? Conforme se acerca el inicio de la Championship, el danés se ha convertido en la inspiración de gran cantidad de memes; es una musa para miles de comediantes cibernéticos con un marco de referencia ligeramente desactualizado. En el sentido más perdedor, es un "héroe de culto" del Arsenal, ya que varios fans le dicen "Amo Bendtner" como burla de su monumental ego. Su nombre se pronuncia al lado de futbolistas como "Emmanuel Eboue, Gervinho, y Emmanuel Frimpong, por el hecho de ser un mejor vehículo para las bromas de internet que futbolista. Para alguien que busca realizar una carrera profesional, esta no es la mejor forma de hacerlo.

En aquellos tiempos, cuando Nicklas formaba parte del equipo titular del Arsenal, no había otro club con un énfasis comparable en la juventud. En este sentido, Nicklas parecía tener el mundo a sus pies por las oportunidades casi ilimitadas en el primer equipo y así hacerse de fama. Por un tiempo, casi nos convenció de alcanzar su potencial, y es fácil olvidar que anotó algunos goles maravillosos, por ejemplo, aquel cabezazo en contra de Tottenham Hotspur que sigue siendo el gol más rápido anotado por un sustituto en la Premier League. También recordamos su golazo ante Blackburn Rovers una temporada después, y el triplete contra el Porto en la Champions League. Todos y cada uno de estos goles llegaron antes de su cumpleaños 21 y lo habían posicionado como un jugador revelación.

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El problema con Bendtner en el Arsenal es que se le dio demasiada participación. En un equipo que dependía demasiado de sus jóvenes futbolistas, el inmaduro danés recibió el estatus de una estrella consagrada. Con pocos miembros veteranos en el equipo —Cesc Fábregas contaba como veterano para este punto— no había modelos a seguir para Bendtner, y pocas personalidades estrictas para llevarlo por el buen camino.

Bendtner era una joven promesa, incluso cuando en ocasiones era frustrantemente desastroso. Se confío de más y se hizo muy arrogante, a falta de alguien que le bajara su ego. Mientras que la generaciones de jóvenes antes de la llegada de Bendtner contaban con un conjunto de leyendas a las cuales seguir, Bendtner contaba con William Gallas y un grupo de chicos no más viejos que él; perdió el rumbo sin la guía apropiada. Antes de lo previsto, Arsene Wenger había perdido la paciencia con el jugador que cada vez se volvía más caprichoso dentro y fuera de la cancha.

Si el caso de Bendtner es una lección en beneficio de los jóvenes futbolistas, también lo es para los entrenadores y clubes. Él es la prueba de que la presunción puede acabar con la carrera de un joven prospecto y, aún mejor, es la prueba de que cuando se le da demasiada fama a un joven se le está condenando al engreimiento sin la presencia de una mano que lo guíe. La dependencia en exceso de un plantel joven conlleva a un sentido distorsionado de fama en los jóvenes futbolistas y una serie de problemas. El límite entre confianza y arrogancia es muy delgada; cuidar de la primera te lleva a una exitosa carrera, sucumbir ante la segunda te lleva a una serie de préstamos y una transferencia vergonzosa al Nottingham Forest.

Sigue al autor en Twitter, @W_F_Magee