Aubameyang carga con el peso de una nación entre la paz y la guerra
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Aubameyang carga con el peso de una nación entre la paz y la guerra

Como capitán del anfitrión Gabón, existe una tremenda presión para Aubameyang en la Copa Africana de Naciones. Al jugador de 27 años se le nota estresado por la gran responsabilidad que carga.

La Primera Dama de Gabón no fue la única espectadora con el corazón roto luego de que el penalti fallado de su futbolista favorito en la Copa Africana de Naciones de 2012 le negara el pase a semifinales a la nación coanfitriona. Esta vez las cámaras se enfocaron en Sylvia Bongo, luego de que decidiera llevarse puesta una réplica de la playera amarillo canario de Pierre-Emerick Aubameyang al partido.

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Cinco años después, Gabón es anfitrión una vez más y la familia Bongo reapareció en los medios. Quizá hayas escuchado de las protestas políticas del año pasado, pero es probable que sin mucho detalle. No fue hasta apenas hace unos días, después de entrar a Gabón con visas de medios deportivos, que los periodistas han podido darse cuenta de lo que sucede en dicha nación.

El panorama ahora se esclarece. En el 2014, cuando el presidente aprobó la propuesta para organizar el torneo independientemente por primera vez, la economía estaba creciendo. "Desde entonces se ha estancado", Snella Pambot, periodista de la televisora gabonesa TeleAfrica, cuenta a VICE Sports. Algunos trabajos se crearon con la Copa de Naciones —notablemente para la nueva generación de ingenieros en sistemas— pero no tantos como los que se perdieron durante la crisis ocasionada por la baja en los precios del petróleo, recurso sobre el cual la prosperidad de Gabón siempre ha dependido.

Irónicamente, la nueva red de fibra óptica de la que Ali Bongo había estado tan orgulloso pavimentó el camino para la coordinación, vía redes sociales, de la protesta masiva en Libreville el año pasado que sucedió a las elecciones. "No existe evidencia de que haya muerto gente en las protestas, como se reportó en Francia, Europa en general, y Estados Unidos", dice Pambot, "pero es verdad que la Corte Penal Internacional está buscando acceso al país este año para realizar una investigación. Cuando eres un país pequeño con una población de sólo un millón y medio habitantes incluso una protesta de mil personas puede ser escandalosa y significativa".

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El presidente de Gabón, Ali Bongo, visita el Stade de l'Amitie en Libreville previo a la inauguración del torneo // PA Images

Aunque el torneo podría dejar un legado económico importante, el pueblo gabonés está impaciente porque no existe un progreso real. Están hartos de esperar. Esto se puede comprender mejor en el contexto de que el Gabón "independiente" siempre ha sido dirigido por un miembro de la familia Bongo. El padre de Ali Bongo fue el presidente con más años en el cargo, mucho más que Robert Mugabe, hasta que su muerte en 2009 le otorgó el poder a alguien más.

Sería erróneo decir que se siente un ambiente tenso en las calles de la capital por el momento. No obstante, las personas con las que hemos platicado reconocen que el país necesita desesperadamente algo qué celebrar —algo abstracto y jubiloso— después de más de seis meses de divisiones e inquietud.

Justo después del descanso del partido inaugural del torneo el sábado pasado —disputado entre los anfitriones y la diminuta Guinea-Bisáu— el momento pareció haber llegado. Aubameyang, el jugador más habilidoso de Las Panteras, alzó la rodilla lo suficiente para desviar un pase hacia uno de sus compañeros dentro del área grande. El delantero del Borussia Dortmund, el futbolista más rápido de África, se colocó rápidamente en el poste más lejano y aprovechó el centro sin marca para meter el balón tranquilamente.

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Esto provocó el delirio de las vuvuzelas y los seguidores. Fue una postal llena de júbilo. Ante una vista de bosque majestuoso al este, y techos rosas y amarillos al oeste, Gabón se sintió contenta, unida y hermosa.

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Pero no duraría. Para estos ojos, Guinea-Bisáu fue el mejor de los dos equipos limitados sobre la cancha, y no sorprendió que Gabón regalara el empate de último minuto. Los festejos se convirtieron en abucheos. Desde entonces, Aubameyang se ha desmoralizado. El jugador de 27 años está visiblemente estresado, se niega a cumplir con sus deberes con los medios y teme que su aventura en su tierra natal acabe prematuramente de nuevo, y con muchas más protestas que la última vez.

En Alemania, el jugador del año de la Bundesliga es conocido por su personalidad carismática y optimista. Pero aquí en Gabón, la tarea de levantar a un equipo y país que ruega por tener un héroe parece superarlo. Desprendido de las sesiones de entrenamiento, el ex delantero del AC Milan pasa la mayor parte de su tiempo sentado en la banca mirando su teléfono, pero su país espera mucho más de lo que vio el sábado pasado.

Los jugadores de Gabón celebran su gol en el partido inaugural // PA Images

De regreso en el soso Nomad Hotal del equipo, Aubameyang toma su teléfono, se encierra en su cuarto y sólo sale para juntas ocasionales con empresarios. Se le nota infeliz —excepto cuando su hermano lo visita— y completamente incómodo con su estatus como talismán.

Le preguntamos al vice capitán de Gabón, el central del Cardiff City, Bruno Manga, cómo lidia el capitán del equipo para cargar con el peso de un país que tiene fama de ser una nación en conflicto.

"En la actualidad hay muchos problemas políticos", Manga comenta, hablando en voz baja y con un tono de hartazgo. "Aunque el país parece estar tranquilo, el ambiente es muy diferente al de 2012. Además que mucha gente no quiere al presidente, también creemos que esta vez el público quiere que lleguemos a la semifinal o a la final. Si lo logramos, sería la primera vez en nuestra historia".

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Aunque la clasificación de la nación central de África está sesgada por el hecho que los anfitriones juegan pocos partidos competitivos previo a los torneos, ser el conjunto peor clasificado de la competición puede hacer muy poco para fomentar esperanza entre los jugadores.

"La selección no está disfrutando ser la nación anfitriona", dice el traductor oficial del equipo. "Sólo podremos disfrutarlo cuando comencemos a ganar". La siguiente oportunidad se daba este miércoles al enfrentar a Burkina Faso. El juego terminó con un empate a un gol. Aunque Gabón no está eliminado, ahora tendrá que derrotar a Camerún, el cuatro veces campeón de África, para seguir vivo en el torneo.

Foto por Barney Cullum

"El futbol, como ningún otro deporte, puede crear el espíritu de unidad, igualdad e inclusión", expresó el presidente Bongo en la víspera del torneo. Por ahora, para Aubameyang y el equipo de Gabón, el futbol parece un obstáculo. Escribimos esto desde el hotel del conjunto de Camerún, cuando los Leones Indomables acababan de regresar de su entrenamiento. Se les ve cantando alegremente, libres. Veteranos como Roger Milla, Geremi y Patrick M'Boma les dan la bienvenida orgullosamente. El contraste entre los campamentos de entrenamiento es evidente. Uno sólo puede esperar que Gabón pueda redimirse ante Camerún.

@bdocullum