Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:Hay personas que tienen un magnetismo especial. Este es el caso del entrenador alemán Jürgen Klopp: desde que llegó al equipo, los 'reds' quizás no hayan logrado ganarlo todo, pero el clima de ilusión que se ha generado en Anfield vale más que muchas victorias… y difícilmente encontraremos algo más importante en el fútbol que la ilusión.El partido de esta semana frente al West Bromwich Albion es un buen ejemplo de ello. El Liverpool FC fue perdiendo hasta bien entrado el tiempo añadido y parecía condenado a dejarse los tres puntos en casa. El encuentro se acercaba a su final cuando Divock Origi sacó un fuerte disparo… y la fortuna sonrió a los 'reds'.Un punto siempre será mejor que cero. Anfield entero celebró como Klopp:Después del encuentro, sin embargo, el alemán se negó a darle la mano al técnico rival, Tony Pulis. Klopp ya había discutido durante el partido con el entrenador del West Brom debido a una fuerte entrada de Craig Gardner sobre Dejan Lovren que mandó al zaguero croata directo a la enfermería. Klopp aseguró que "normalmente da la mano al rival", pero que el partido "no había sido amistoso".
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El ex del Borussia Dortmund admitió que a veces "necesitaba unos minutos" para tranquilizarse después de un partido. Teniendo en cuenta que Klopp llegó a poner esta cara en su discusión con Pulis, no nos extraña que necesitara un ratito para relajarse.Klopp refusing to shake hands with West Brom dugout https://t.co/ORTVOThK0p pic.twitter.com/N1xaagafVj
— The Soccer Info (@TheSoccer_news) 14 Dicembre 2015
Jurgen Klopp refuses to shake hands with Tony Pulis https://t.co/sOn2uq8vee pic.twitter.com/iEpqkWMbpR
— LFC for LIFE (@mrwedwards) 13 Dicembre 2015